NARAKU

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Naraku suspiro viendo a la pequeña kagome frente a él. La había secuestrado de su grupo durante la noche. Había sido impecable, limpio, no había dejado ningún rastro, ni su olor, ni huellas, ningún ruido que lo delatara. Cuando tuvo a kagome inconsciente en sus manos, corrió de regreso a su guarida y puso en marcha su plan, regresar a kagome a su infancia, a la edad de 4 años

Ya habían pasado alrededor de dos horas desde que el hechizo había sido un éxito y ahora solo veía con seriedad el pequeño bulto dormido frente a él. Soltando un suspiro se recargo en la silla en la que estaba sentado y miro el techo sin ninguna emoción en su rostro, sin ningún pensamiento en mente, hasta que escucho el ligero movimiento de tela y el sonido de bostezo

Aparto la vista del techo y miro a la niña frente a él. La pequeña kagome se sentó en la cama, y con el dorso de su mano comenzó a tallarse un ojo, mientras miraba alrededor con curiosidad. Fue divertido ver su expresión, sus ojos se pusieron enormes y miro con pánico alrededor de la habitación oscura, hasta que su vista cayó sobre el

"¿q-quién eres? ¿Dónde está mama?"

Naraku la miro con algo de seriedad

"tu madre me dejo a tu cuidado" vio como kagome parpadeo "salió durante un tiempo, volverá después"

Kagome lo miro un poco escéptica lo que decía el hombre frente a él. Por alguna razón, algo dentro de ella le decía que ese hombre no era nada bueno, pero como su madre lo había dejado a cargo, él debía ser bueno ¿verdad? Después de todo su madre sabía todo

Kagome se levantó de la cama, y cerro la distancia que la separaba de el hombre de cabello negro. Una vez que estaba a solo un paso de donde él estaba sentado, le dio una gran sonrisa y hablo

"mi nombre es kagome. ¿Cuál es el tuyo?"

Naraku parpadeo con curiosidad

"naraku"

Kagome ladeo la cabeza como un cachorro y lo miro a los ojos con sorpresa. Luego sin ningún aviso o pregunta se subio al regazo de naraku asustándolo un poco, pero se quedó quieto viendo con curiosidad que es lo que ella quería. Kagome se sento en el regazo de naraku y puso sus pequeña manitas en las mejillas de naraku y lo miro a los ojos

"tus ojos son extraños" naraku frunció un poco en seño "nunca había visto ojos rojos" kagome sonrió mostrando sus dientes blancos "¡eres único!, tienes ojos muy bonitos"

Naraku la miro con sorpresa, y sin saberlo sus ojos se suavizaron al verla. Se sentía algo extraño, cálido, esa podría ser su mejor descripción. Entonces kagome retiro las manos de sus mejillas y se bajó de su regazo y miro alrededor una vez más

"¿puedo mirar alrededor?"

El alzo una ceja ante su pregunta, pero asintió. Miro en silencio como kagome caminaba alrededor de la habitación tocando y agarrando las cosas de la habitación con total curiosidad y asombro reflejado en su rostro y en sus grandes ojos azules 

kagomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora