¿Crecer o Madurar?

He crecido

Llega un punto en la vida (puede ser un cumpleaños, un accidente, la presencia de alguien), que te hace reflexionar y caer en la cuenta de que ya no hay marcha atrás.  Es cómo si de pronto, todo aquello que se encuentra a tu alrededor dejara de estar presente; puedes experimentar sensaciones que normalmente no sueles tener, e inclusive puedes llegar a tener cierta emoción en tu cuerpo que por más que intentas, no logras describir, y a eso mismo, yo le llamo crecer.

Es duro y difícil, pero será mejor pensar que valdrá la pena, porque al final, nadie logrará salir con vida, de la vida misma. Nos complicamos, nos equivocamos, nos mentimos, nos traicionamos,nos perdemos, pero también nos ayudamos, nos cuidamos, y nos encontramos. Todo es un proceso -evolutivo, si queremos verlo así-, y todo nos llevará a algo más. 

"Cuando crezcas entenderás porque lo hice", ¿pero quién de nosotros no ha escuchado ésta frase por lo menos una vez en toda su existencia? Y la verdad es que, por gracia o  por desgracia, es realmente cierta. Ya sea por alguna travesura, o por alguna hazaña, llegará un punto en nuestras vidas (o eso se espera), en el qué las decisiones tomadas por los adultos cobran sentido, y comenzamos a apreciar verdaderamente lo que han hecho por nosotros, o bien, comenzamos a maldecir todo lo que no han hecho por nosotros en su debido tiempo. 

Somos volubles, y vulnerables, cambiamos, pero también somos en verdad monótonos. Nos adherimos a un plan, pero nunca a un sueño, porque es demasiado arriesgado e irreal. ¿Entonces cuál es el punto de soñar cada noche? No importa si es algo pequeño, o algo grande, pero todos hemos nacido con esa gran capacidad. Sin embargo, nos desperdiciamos todos los días nos adherirnos a un molde que se nos ha inculcado casi desde al nacer; nos ajustamos a lo que los demás esperan o quieren de nosotros. 

Crecer es también envejecer. Es cambiar, y convertirse en alguien más, en ese alguien que siempre hemos querido ser, o bien, en ése alguien que los demás quieren que seamos. Pero a pesar de ello, mientras somos pequeños, queremos hacerlo con tanta devoción que parecemos locos, y cuando finalmente lo logramos, nos damos cuenta que nuestros días gloriosos quedaron atrás, cuando éramos pequeños e ignorantes.