Realmente no sé si sea una cuestión particular, pero el aumentar de edad involucra una constante ansiedad por entender y aceptar los logros obtenidos hasta el momento.
Es duro ser juzgado por los números (de cualquier índole), e igualmente lo es el hecho de ser juzgado en base a los éxitos cosechados a cierta edad, o a cierto momento. Y por alguna extraña razón, hay personas que han empezado antes que nosotros mismos, hay algunos que han ganado, que han visto, que han dicho y que han vivido mucho más que nosotros, y aunque debo de admitir que la reacción no es envidia ni mucho menos, pero definitivamente llega a ser triste y frustrarte en todos los sentidos posibles.
Particularmente; tuve la experiencia desgarradora de llegar a la mayoría de edad sumida en una crisis nerviosa constante con efectos nada agradables; tanto físicos cómo psicológicos, y que a la larga resultaban en explosiones emocionales preguntándome una y otra vez "¿qué he echo?", todo sin hallar una respuesta satisfactoria.
Vivimos en una sociedad acelerada, que todo el tiempo nos bombardea en que debemos de hacer o qué debemos de pensar, es triste notar la forma en la que dejamos de ser nosotros mismos por convertirnos en lo que los demás quieren que seamos; pero al mismo tiempo, es igualmente triste el ver cómo nosotros transformamos a otros (y muchas veces, no para bien).
Somos todos productos de algo más que nosotros no podemos controlar; en éste mundo sólo unos cuantos cuentan con el poder y el dinero para realmente impactar a grande escala o pequeña escala.
Pero volviendo a mi punto anterior; debemos de aceptar que siempre habrá alguien mejor que nosotros, no importa que tanto nos esforcemos, pero al mismo tiempo, siempre habrá alguien debajo de nosotros, todo es un ciclo.
Nuestra vida es medida desde el día en el que somos engendrados, se nos mide cuanto tiempo llevamos, cómo crecemos, cuando será nuestro nacimiento, entre otras más. Un tiempo después, se nos mide nuestra edad y posteriormente nuestro grado escolar, nuestras calificaciones, nuestros amigos, y la lista sólo continua.
Cuando llegamos a la parte individual, nos entristece el saber que otros han echo lo que nosotros queremos hacer mucho pero mucho tiempo antes. Lo solemos traducir en ansiedad y presión, sin embargo se vuelve mayor cuando nos enteramos que quién lo logró es menor que nosotros mismos, o bien, que tuvo mejores contactos que nosotros.
Realmente no sé si pueda llamarlo "suerte", pero hay quienes tienen más de ella que nosotros, además de más gracia y simpatía: si bien nos va lo podremos hacer, y si mejor nos va nos podremos mantener.
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¿Crecer o Madurar?
SaggisticaA través de los ojos de un integrante de la juventud latinoamericana, se extiende Un amplio monólogo escrito sobre los conceptos abstractos: "crecer" y "madurar". 🤷♀️🤷♂️