One Shots [Shawn Mendes]

Pillow Talk

Tú te fuiste sin hacer ruido
Vendiste tu piso y dejaste la ciudad
Sin despedidas ni protestas
Y de repente, cada canción es sobre tí.

Los gritos se oyeron una última vez, cerré la puerta detrás de mí con una sonrisa.
Esperé unos cinco minutos hasta la llegada de Shawn, quién corrió hasta donde estaba, también sonriendo.

"Eso fue fantástico, amor. ¿Oíste como cantaban?"

Esa noche, luego del concierto, salimos a cenar con sus compañeros, a festejar otro de sus tantos shows.

Aunque esa noche, fue diferente.

Me despedí de Shawn y sus compañeros a las 2 a.m. Él dijo que llegaría no más tarde de las 3. A las 5 a.m aún estaba sola en la cama.

"Fui un idiota, lo sé."

Una vez más cerré la puerta, pero esta vez sin una sonrisa.

Deberíamos haber hecho un plan mejor
Debería haber sido mejor hombre.
Y lo haría, si pudiese.

Pero la verdad es que estoy hablando solo.

-Te lo dije mil veces, Andrew. La engañé como si ella no fuera nada para mí y aún no sé por qué lo hice.

Andrew miró a Shawn con una tristeza que no había visto antes. Él tenía en la mano el pequeño anillo de compromiso que Cindy había dejado sobre la mesa la mañana que se fue.

-La extraño demasiado.

Ojalá hubiese sido más fuerte

Pensé que tenía un corazón de hierro
No puedo llevarlo a más, no, oh.

Los ataques de ansiedad de Shawn habían vuelto luego de la separación. Ella era quien lo reconfortaba cada vez que tenía que salir al escenario frente a millones de personas, ahora debía hacerlo solo.

Porque extraño las conversaciones de almohada
y los momentos que tuvimos.
Incluso si lo que tuvimos solo era un juego.
Extraño las conversaciones de almohada
y las peleas que mantuvimos.
Cada paso es eterno en el camino de la vergüenza.

Echo de menos nuestras confesiones con la almohada.

"¡Para ya! Te he dicho tantas veces que odio las cosquillas, Shawn.

Él rio y se acostó junto a Cindy, todavía riendo.

"Te amo, ¿lo sabes, no?"

Ella sonrió y dio media vuelta, mirando a Shawn.

-También yo.

Estoy tejiendo sueños en telares rotos
mientras gotean lagrimas en tu perfume.
Como un tonto, por amor.
"No sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes" . Veo tu cara en todas las multitudes.

Shawn encontró una camiseta de Cindy entre la ropa. Tenía su perfume impregnado, era la camiseta que había usado cuando le pidió matrimonio.

Esa noche durmió con la camiseta a su lado en la cama, esperando a que ella llegara de algún lugar y confesara sus secretos mientras se recostaba sobre la almohada.

Escucho tu voz, fuerte y clara

y eso duele, quema.
¿Puedes escucharlo? nuestra canción está sonando en la radio.
No puedo llevarlo a más, no, oh.

Cuando Cindy subió al auto una mañana lluviosa, su primera acción fue encender la radio.

Someone like you.
And all you know and how you speak.
And countless lovers under cover through the street, oh.

You know that I could use somebody.
You know that I could use somebody.
Someone like you.

Sus ojos se dirigieron a la radio, un par de lágrimas salieron de sus ojos y apagó la canción, recuerdos de su primera cita llegaron a ella.

Porque extraño las conversaciones de almohada y los momentos que tuvimos.

Incluso si lo que tuvimos solo era un juego.
Extraño las conversaciones de almohada
y las peleas que mantuvimos.
Cada paso es eterno en el camino de la vergüenza.
Echo de menos nuestras confesiones con la almohada.

-Este lugar es hermoso.

La torre Eiffel se veía iluminada desde la ventana de la habitación del hotel. Shawn se acercó a su ahora prometida y la abrazó.

-El próximo destino será Italia, pequeña.

Ella dio media vuelta y le dio un pequeño beso a Shawn.

-Bien, podemos casarnos en Italia entonces.

Él sonrió.

Echo de menos nuestras confesiones con la almohada.
Ojalá hubiese sido más fuerte.
Pensé que tenía un corazón de hierro.

No puedo llevarlo a más, no.

Dejó la guitarra sobre la silla y miró a la puerta del estudio, Andrew aplaudió y se acercó hasta él.

-Es perfecta, debemos grabarla y presentarla en la entrega de premios.

Shawn asintió y tomó su teléfono. Buscó el número de Cindy con la emoción a flor de piel, pero recordó los últimos meses cuando estuvo a punto de marcar y apagó su celular.

-Ella se ha ido, debes aceptarlo y seguir, Shawn.

Él asintió y tomó la guitarra otra vez.

Extraño las conversaciones de almohada
y los momentos que tuvimos
Incluso si lo que tuvimos solo era un juego.
Extraño las conversaciones de almohada
y las peleas que mantuvimos.
Cada paso es eterno en el camino de la vergüenza.
Echo de menos nuestras confesiones con la almohada.