Suga, ¿estás vivo? - [YoonMin]

Autocontrol

—¿Agust D? Definitivamente no eres tú. Solo eres alguien jugando a ser Dios.
—Me sorprende que alguien en tu posición siga hablando.
—Si quisieras matarme ya lo habrías hecho.
—Ay Jennie... Jennie, Jennie, Jennie.
—¿Qué pasa?
—No intentes saber mis verdaderas intenciones, porque nunca te acercarías a lo que realmente quiero, deseo y anhelo.
—Suga, despierta por favor. Este no eres tú, despierta.
—¿Suga?
—Min Yoon-gi.
—Yoongi... No soy ninguno de esos, así que deja de llamarme por esos nombres.
—S-sug...
—¿Qué te acabo de decir? –Le digo mientras la abofeteo–. No vuelvas a decir ese nombre, la siguiente no será tu mejilla, va a ser tu garganta. Vas a terminar igual que Jin, míralo.
—No me hagas mirarlo, por favor.
—Míralo te dije. –Aprieto un poco más la daga en su garganta–.
—Ya está. –Lo mira–. ¿Cuánto tiempo tengo que seguir mirándolo?
—Todo el tiempo que me plazca.
—¿Qué harás conmigo?
—A pesar de que no quiero matarte, no puedo dejarte ir. Sería muy peligroso para mí dejar que te vayas, por lo cual me queda solo una opción.
—¿Matarme?
—Bingo.

Entre toda esta charla se me había olvidado que Jennie había venido acompañada de Jungkook.

—En fin, supongo que esta es nuestra despedida.
—Pudimos ser más que esto, Sug... Agust D.
—¿Más que esto?
—Sí, tú siempre me gustaste, siempre quise ayudarte en tus problemas y estar contigo.
—No, no es cierto, detente.
—¿Recuerdas ese día en mi habitación?
—No, detente.
—Me hiciste sentir como nadie, fuiste el primer hombre en mi vida. ((Sí claro, y Kai :v))
—Jennie, para...
—Y... Aún sigo enamorada de ti.

Esas palabras... Resonaron en mi cabeza, empecé a ver imágenes de esos días, donde yo era realmente feliz. Realmente lo era, con ella. Me empecé a sentir extraño y mi cabeza empezó a doler bastante.

—Agh...
—¿Suga, qué tienes?
—M-mi... Cabeza. Arde.
—Ven, siéntate aquí.
—No, aléjate de mí Jennie, es un peligro. Vete, vete ahora que puedo controlarme.
—Pero...
—¡Vete antes de que sea demasiado tarde!

En ese momento entra Jungkook a la habitación.

—¡Jennie!
—Llegas justo a tiempo, salgamos de aquí.
—¿Qué ha pasado?
—Luego te lo explico, coge la daga y vámonos.

Minutos más tarde

¿Dónde estoy? Veo todo negro. Mi cabeza me duele un montón, además no siento mis piernas. No entiendo qué está pasando.

—¿Hola?
—...

Veo algo, es una sombra. Pero, está todo negro, cómo puedo ver algo tan negro en esta densa oscuridad...

Parece un hombre... no, es un niño.

Espera, se está acercando y está creciendo. Es un hombre, bastante alto y... ¿Qué es eso? ¿Alas? Se está acercando demasiado y se está haciendo muy grande, parece un monstruo, sus alas son inmensas y debe medir por los menos unos 3 metros.

—¿Quién eres? Por favor deja de acercarte.
—...
—¿Eres un demonio? ¿Eres real? ¿Eres algo de mi imaginación?
—Soy...
—¿Eres...?
—Soy...
—Eres...
—Soy tú.

Jimin

—Wow, esta comida está muy rica.
—Te lo dije Tae, mi mamá cocina muy bien.
—Te creo. Sobre eso, ¿dónde está?
—Me dijo que se sentía mal y que iría a tomar una siesta.
—Espero que se mejore.
—Descuida. Lo hará.
—¿Quieres que sigamos discutiendo lo de antes?
—Sí, tengo algo que decir.
—A ver, suéltalo.
—A pesar de que no quiero meter a ninguno de ustedes en esto, lo acabo de hacer inconscientemente al contartelo a ti.
—Continúa, Jimin.
—Entonces, no tiene sentido seguir intentando dejarlos fuera de todo esto. Al final somos todos amigos y debemos apoyarnos entre todos, entre los 7, aunque no contemos con Suga, debemos hacer lo posible para hacerlo regresar con nosotros.
—Eso quiere decir que aceptas ir conmigo a visitar a Namjoon y Hobi.
—Sí, pero...
—Oh no. Nunca viene algo bueno después de un pero. Es como una chica te dice; me gustas, pero... En ese momento tú ya sabes que no pasará nada con ella.
—Es que, si quiero que me ayuden, debo meterlos en todo esto al 100%. Es decir...
—Tienes que consedernos tus habilidades.
—Exacto, pero no sé si vaya a funcionar, he visto que el poder varía dependiendo la persona, entonces no quiero que a alguno de ustedes le pase lo de Suga.
—Ya entiendo tu dilema, pero por lo que veo, tampoco es que tengas otra opción.
—La tengo.
—¿Cúal es?
—Hacer exactamente lo contrario, no contar con ustedes y hacerlo por mí mismo. Yo contra Suga.
—Luego de que me hayas contado todo esto, tú sabes perfectamente que no te dejaré ir solo.
—Sabía que no dejarías que lo hiciera yo solo.
—¿Entonces cuál es tu decisión?
—Ya que no puedo decantarme por ninguna de las dos, elegiré un intermedio.
—¿Un intermedio?
—Sí, olvidar a Hobi y a Namjoon.
—Pero...
—Darte mis habilidades a ti.
—¿Crees que tú y yo podemos detener a Suga?
—No lo sé, pero quiero a mi amigo de vuelta, cueste lo que me cueste. ¿Cuento contigo, Tae?
—Cuentas conmigo, Jimin. Ahora y siempre.
—Gracias amigo.
—No agradezcas aún, primero hay que encontrarlo.
—Así es.
—Jimin, recuperemos a nuestro amigo.
—Sí, vamos.
—Vamos.