Taehyung

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Sábado
20 de mayo del 2017
09:00 AM

Ya han pasado unas horas, y sigo sin saber nada de Suga. Esto no me gusta nada, creo que su sonrisa si fue de despedida... ¿Otra vez lo perdí?

No, Jimin. No puedo pensar eso, de seguro está bien pero se alejó de mí para no traerme más problemas.

O tal vez sí fue desterrado, es posible. Suga nunca me sonríe, si lo hace es porque es una situación especial, como el día de su muerte.

¿Por qué estoy hablando conmigo mismo?

Reviso mi celular, pero no veo ningún mensaje de él. No puedo estar así todo el día.

Lo tiré por ahí mientras me vestía, pero no pasó ni un minuto y lo oí sonar. ¿Será él? Era un número desconocido, no lo tenía agregado.

—¿Hola?
—Jimin, hola. Siento llamar tan temprano.
—¿Taehyung? Wow, tanto tiempo.
—Sí, te llamo porque vi algo que me inquietó.
—¿Qué viste?
—¿Recuerdas ese día que viniste a mi ciudad a contarme esa locura de Suga?
—Claro, ¿qué pasa con eso?
—Pues, es que estoy muy seguro, estoy convencido de que hoy vi a Suga por la calle.
—¿Hoy?
—Sí, salí temprano a hacer unos recados y te juro que lo vi. Traté de alejarme, pero si yo daba un paso, él daba dos.
—Tae... Sabes que eso es una locura, ambos sabemos que está muerto.
—Sí, Jimin, lo sé. Pero recordé esa vez que tú me dijiste que estaba vivo, por alguna razón creo que hay algo raro aquí y que tú lo sabes.
—Pues, debo reconocer que si hay algo raro.
—¿Me lo dirás?
—Por teléfono no puedo, tenemos que vernos.
—Mañana es domingo, si quieres puedo ir a tu casa y lo hablamos.
—Me parece perfecto. Será mejor que vengas preparado, porque hasta a mí me cuesta creer todo lo que está pasando.
—No me adelantes nada, Jimin. Quiero saberlo todo cuando llegue ahí.
—Está bien, te espero aquí. Puedes venir no tan tarde así podemos comer en mi casa, mi madre se pondrá muy feliz si te ve.
—Claro, ahí te veo, hasta mañana.
—Nos vemos.

Hmmm... No sé si inventarme algo para que no se meta en esto, o por el contrario decir la verdad, pero si hago eso, la vida de Tae cambiará para siempre. ¿Qué hago? Tengo unas horas para pensarlo aún. Seguiré vistiéndome.

Jennie
Sábado, 14:45 PM.

Es raro que no sienta la presencia de Jin, me dijo que luego de terminar ese trabajo se iría, pero aún así debería sentirlo. Bueno, tal vez le estoy dando muchas vueltas al tema, de seguro está bien.

Hoy la verdad no tengo mucho que hacer, extraño a Suga, es verdad que en el poquísimo tiempo que compartimos sentí una fuerte atracción hacia él, no digo que amorosa, pero no lo sé, la necesidad de estar cerca de él me está ganando.

Pero no me arrepiento de haber hecho lo que hice, se me tiene que respetar. La gente cree que soy el 4to Dios, yo no lo sé a ciencia cierta ya que es algo muy difícil, autoproclamarte como tal, pero debo estar a la altura para que la gente siga creyendo eso y tal vez en un futuro si me convierto en ella.

—Jennie, por fin te encuentro.
—¿Qué haces aquí?
—Tengo que darte una información muy importante.
—Está bien, Jungkook. Pero calmate, estás muy acelerado.
—Es que tengo información de personas que han visto a Suga deambulando por ahí.
—Eso es imposible y lo sabes.
—Ya lo sé, pero es demasiada gente y la mayoría es confiable, ya que me han ayudado anteriormente.
—Debo buscar a Jin, gracias por avisarme.
—¿Quieres que te acompañe?
—Sí, me viene bien que seamos dos. No vaya a ser que aparezca Ashe o Azzir por ahí.
—Vale, Jennie. Vamos.

Suga
Sábado, 15:30 PM

Por favor, ya callate. No aguanto esta maldita voz que me está hablando. Por favor... Basta. Cállate.

—Busca a Jimin.
—Deja de nombrarlo.
—Mata a esa persona que está a tu izquierda.
—No, por favor déjame en paz.
—¿Ves a esa mujer que está sola allí delante? Ve a violarla.
—CÁLLATE.
—Provoca una pelea y mátalos a todos.
—Para, por favor para.

Detente, solo detente. Detente... Detente por favor. Detente, detente, detente, detente... ¡DETENTE!

—Me estoy volviendo loco, ¿quién eres? Solo quiero que te detengas.
—Soy tú mismo.
—¿Qué?
—Soy tú. No puedo irme, pertenezco aquí, pronto tomaré tu cuerpo y la gente conocerá al cuarto Dios, Suga.
—¿Yo soy el cuarto Dios? Eso es imposible.
—Lo serías si me hicieras caso, tú y yo, juntos, podemos acabar con tod... Espera.
—¿Qué?
—Siento una presencia. No, son dos.
—¿Y qué? Aquí hay un montón de gente.
—Pero ellos no son normales, ellos vienen por ti.
—¿Qué?
—Corre, escóndete.

¿Quiénes son? Estoy hablando conmigo mismo y yo mismo me estoy advirtiendo. Esto es una locura, me estoy volviendo loco.

Pero, ¿de verdad vienen a por mí? No lo sé, no sé si hacerme caso a mí mismo y escapar, u omitirlo y seguir con lo mío.

No sé, no sé que hacer.

Suga, ¿estás vivo? - [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora