《 RK900 x Gavin Reed ; DBH 》
Un caso que terminó mal, muros con balas incrustadas y sangre que se mezclaba con el Thirium esparcido por doquier. Debido a la inestabilidad en su software dio su vida por la de su compañero, aún cuando sabía que pondrí...
Una ultima imagen cruza de forma constantemente por su cabeza antes de todo cesar en oscuridad junto con el sonido sordo de la bala que no sólo acabó con el caso en el que estuvo trabajando por semanas, sino también con su compañero androide que, desafortunadamente, no ha dado señales de poderse reiniciar. Lo ultimo que supo antes de abandonar toda esperanza fue que su sistema principal estaba dañado, incluyendo su almacenamiento de memoria, etc. Recostado y mirando al techo de su habitación divaga entre memorias que le provocan inmensa nostalgia. Odiaba sentirse así, tan destruido y vacío. No por nada había dejado de aferrarse de manera emocional, simplemente estaba harto de que las emociones le mantuvieran distraído de las prioridades.
Estaba al borde de un derrumbe emocional, no lo admitía pero realmente anhelaba en grande un simple deseo. Mantiene firmemente el nudo en su garganta hasta que su celular le notifica un mensaje. Nunca se había reincorporado a la cama tan rápido sólo para responder un mensaje. ¿Y pues cómo no?, esperaba que fuese alguna noticia sobre Nines. Y al final... nada. Un simple aviso de uno de sus Se sintió idiota por haber pensado que podría realmente salvarse, que no reemplazarían a su compañero por alguien totalmente nuevo que no lo recordaría en absoluto.
— ¡Maldita sea! .—Grita lanzando el celular.
El silencio que quedó tras tirar su celular lejos fue suficiente para hacer que sus lagrimas comenzaran a salir sin realmente quererlo. El maullido de su único gato llama su atención pero no lo suficiente para voltearlo a mirar. Mira a la ventana soltando un pesado suspiro mientras la luz tenue de la luna invade su habitación. Era sólo cuestión de tiempo para que cediera, que pudiese dormir tras ya varias horas de insomnio. El reloj marcaba las 4:32 AM y no parecía caer. El tiempo transcurría de manera lenta dentro de su cabeza, tanto que al final, cerca de ser las 5:00 AM, cedió al sueño.
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Inusualmente impuntual, irritante, insoportable y bastante irrespetuoso. De esa forma lo describían la mayoría dentro de las oficinas. Sosteniendo papeles con una mano y su taza de café con la otra fingía leer los reportes con tal de no dirigirle la palabra a nadie. Para quienes no conocían mucho al detective Reed podían decir con facilidad que era el mismo de siempre, pero para otros era notable el cambio y demasiado obvia la razón. Hank lo vio llegar, mirando a todos como si fuesen una piedra estorbosa en su camino.
— Buenos días, teniente .—Connor lo saca de sus pensamientos, asustándole— Perdone, no quería-.
— No pasa nada. Sólo estaba distraído.
— Está preocupado, ¿hay una razón en especifico? .—Al instante responde.
— No he dicho eso, ¿qué te hace pensar que estoy-?.
— Nunca es tan distraído, tampoco suele quedarse allí haciendo nada.
Le atacaba y sabía que no podría excusarse de manera correcta. El androide estaba a nada de seguir con el breve interrogatorio si no fuese porque un escándalo se alcanza a escuchar del otro lado. Varios se giran sólo para terminar encontrando al detective Reed discutiendo con una de las oficiales con las que solía conversar de vez en cuando. Tina era su nombre. Por las expresiones en su rostro podía especularse que el revuelo que estaban armando no iba a acabar bien... y ella no era de las que se enojaban tan fácilmente. Era tolerante, inclusive con Gavin, pero parece que esta vez había ido demasiado lejos. Tina acabó el tema y se había ido de la estación, dejando a Reed como el centro de atención.
