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Los recuerdos que Gavin arrastraba le carcomían por dentro. No había nadie con quien pudiese compartir lo que tanto dolor le provocaba. Perdió cuando pensó que había ganado. Era verdad, pasó años atormentado por el hecho de no tener a nadie a su lado. Tanto tiempo pasó que rendirse terminó por ser su única opción. Y justo cuando pensaba que su corazón se había aislado terminó por encontrarlo a él. Era el único que podía comprender más allá de lo que su boca no decía. Toleraba sus defectos y apreciaba cada sonrisa que llegaba a dedicarle. Nines era todo para él. Fue su primer amor pero también su error. La simple idea de jamás tener a alguien fue solamente fugaz y cuan estrella llegó a su final. Amó como nunca y se aferró sabiendo que podría doler. Ahora que está tan lejos de su alcance sólo puede culparse por haberle entregado todo su ser.

Nines fue su error; al igual que no haber mantenido su palabra y enamorarse de manera ciega. El escenario en el que se encontraban era tan complejo. Incluso el aire se sentía tan denso o al menos solamente para Gavin; quien ebrio estaba a muy pocos centímetros del rostro del androide. Las luces tenues de la habitación eran deslumbrantes a sus ojos; dejándolo casi ciego. Toca su rostro. Siente la necesidad de romper cada norma que le fue impuesta y solamente amarlo como antes, ya que a pesar de que ahora la sociedad aceptaba más a los androides todavía no se aceptaba las relaciones entre humanos y maquinas. Mucho menos en el trabajo en el que ambos se encontraban. La luz de la habitación de un momento a otro se desvanece; quedando en la nada mientras su cuerpo se siente tan liviano y cálido. El tiempo se detiene pero solamente por un momento pues poco después las cosas habían quedado claras. O al menos para uno de los dos.

El sonido de su celular vibrando y el tono de llamada tan molesto le provoca dolor de cabeza, el cual le obliga a levantarse. Gavin olvidaba lo más importante y lo primero que cruza por su cabeza es que probablemente llegaría tarde al trabajo. Claro, no tenía idea de la hora, el día, mucho menos sabía cómo había concluido su alocada noche llena de malas decisiones.

— ¿A caso lo soñé? .—Murmura mirando a la ventana mientras cubría el irritable sol de sus ojos.

— Buenos días, Detective Reed .—Su voz le alarma y lo hace tratar de alejarse un poco— Espero haya dormido bien.

Una inesperada rutina mañanera de la que ya no estaba acostumbrado desde aquel día. Todo era nuevo si se trataba del androide, por lo que un simple 'Buenos días' le resultaba muy extraño pero a la vez agradable. Olvidaba que aún vivía en su casa, que iba a encontrárselo en algún momento de su mañana y dentro de su propia casa pero, retomemos nuevamente, ni siquiera tenía idea de la fecha o la hora.

— Déjame en paz, pedazo de metal .—Frunce el entrecejo. Solamente un modo de mantener distancia, ignorando que probablemente era una pésima idea.

— ¿En serio va a hablarme así? .—Se sienta en una de una de las sillas cerca de la ventana.

— Puedo hablarte como se me de la gana .—El dolor en su cabeza aumenta por un segundo y lo hace gruñir— Agh, ¿qué carajos me pasó?.

— Se desmayó. Supuse que lo correcto era dejarle dormir y por la mañana conversar sobre lo que sucedió anoche.

— ¿A-Anoche? .—Resalta la duda.

— No pudo haberlo olvidado, ¿cierto? .—Se miraba tan sereno, como si fuera una simple conversación para él— Me dijo tantas cosas, se aproximó a mí de una manera casi intima que-.

— Alto ahí .—Lo detiene en el momento justo. Su rostro dejaba ver un tono rojizo lleno de pena por el simple hecho de haber olvidado tremenda metida de pata— Estaba ebrio, ¿vas a creer en todo lo que dije?.

— Bueno, aveces el ser humano al estar sometido a cantidades increíbles de alcohol, este suele trabajar en sus cuerpos casi como un suero de la verdad. Así que... podría decirse que un poco.

System Failure ❀ Detroit: Become HumanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora