Lo hablado en tinta

La huida

Decidimos que eso era lo mejor,
los tacones me impedían correr,
tus zapatos daban vuelo a tu talón.

Entre la huida a ninguna parte comenzó a llover,
Nos bañamos en aquella bendición.

No podría estar el cielo en celebración,
si acaso esto estuviera mal.
Esta tormenta es gesto de rebeldía,
Así que dancemos descalzos en su festival.

No pueden obligarnos a casarnos; vamos a huir.
No dejaremos de correr hasta el horizonte,
Vamos a elegir nuestra manera de vivir.

Cuando el sol bese a la tierra y la luna nos proteja en su manto estrellado,
nos perderemos en la bruma madrugadora de los campos.

Nos esconderemos en los confines de la tierra,
Allí donde podremos ser felices con tan poco,
donde no dependeremos de papeles, ni protocolos.

Allí donde el sentido de pertenencia se halla en el hogar del alma,
y no en el boleto de compraventa de las personas plasmado en libretas de cartón.
Donde no se necesita escribir con tinta,
lo que se demuestra con el corazón.

Esta será nuestra huida,
pasará a la historia sin pena ni gloria.
Te amo para toda la vida,
no necesitas anillos, ni boda.