Resaca Matutina ⁴

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-¡Sakura, hora de despertar!-Grito la mujer desde el piso superior

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-¡Sakura, hora de despertar!-
Grito la mujer desde el piso superior.

La joven se removió en su lugar, colocándose en una posición cómoda para reundar su sueño.

-Unos hombres preguntan por ti, tienes que levantarte cariño-

Exclamó abriéndose paso entre la habitación para finalmente abrir la ventana permitiendo entrar los terribles rayos de sol y los molestos sonidos matutinos de la aldea.

La madre de la rosada salió rápidamente de su habitación cargando unas cuantas prendas entre sus brazos


Sakura abrió los ojos sintiendo una terrible punzada en la cabeza y queriendo llorar por la cantidad de luz que había en su habitación.

Intento incorporarse pero era tanto su dolor que volvió a caer en cama.


De nueva cuenta la mujer entro a su habitación, en la mano, traía un par de pildaras y un vaso con agua; ayudó a la joven a enderezarse y le pasó las píldoras y el vaso para después volver a salir de la habitación

La ojijade las tomo con dificultad para después comenzar a arrastrarse a la orilla de la casa e intentar bajar de esta, pero, momento que trato de poner un pie fuera de esta, su peso le jugó en su contra.

Ella, calló de espaldas al suelo, soltando quejidos y susurrando unas cuantas maldiciones

La señora Haruno volvió a entrar a su la habitación, ayudó a la chica a ponerse de pie y la llevo hasta el baño, sercas de una de las paredes- lugar en el que Sakura quedó recargada-, después volvió a salir y a entrar pero con la tuaya y algunas otras cosas entre las manos, lo dejo en una repisa y salió de ahí

-¿Tan apurada está por qué me valla?- pensó la menor

[• • •]

Tras una larga ducha, Haruno termino de alistarse.
Bajo con torpeza y se colocó a un lado de las escaleras, lugar que le daba una vista directa a la entrada principal lugar,en el que, aparentemente yacian gran parte de sus pertenencias.

Observó  como su madre platicaba calidamente con un chico, el cual tenía la cara pinturageana y vestía de negro, llevando consigo también un par de las atipicadas sandalias ninjas y el logotipo de Suna.
Intento subir con discreción a su recámara otra
vez, pero un ligero carraspeo la detuvo.

-Sakura, ¿cierto?, He venido por ti para llevarte ante mi hermano-

Sintió náuseas al escucharlo, ¿encerio?, llevarla ante el, ganari algo...
La paz en la aldea

Matrimonio arreglado «Gaasaku»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora