—¡Por Chaos! ¡Qué frío!
Amy no soportaba las bajas temperaturas. Sí, sus poros lo "agradecían" y su piel se "reafirmaba" como esas modelos de revista que admiraba, pero ella lo pasaba fatal. Para Shadow no era tan duro, pero sí notaba el cambio del tiempo.
Amy se arrepentía de no haberse puesto su conjunto de invierno desde el principio, y de haberle hecho caso al "mobian del tiempo". ¿Ligera llovizna, pero siempre soleado? Sí, claro. Y de paso que harían 30ºC. A ellos les había granizado encima sin piedad alguna.La rosada tiritaba, helada. El calor de la morada de Shadow era algo bueno, pero no conseguía temperar suficiente su cuerpo. El veteado la observaba confundido, y sacó la conclusión de que erizos normales como ella eran más sensibles a estos cambios que él. Le trajo unas toallas para que se secara, mientras él le preparaba un baño, pensando que sería lo mejor para que no enfermara.
Ella no le dijo nada al azabache, quedando de pie y observando el hogar de su pareja. No visitaba mucho su casa, principalmente porque siempre era él quien aparecía en su ventana. Lo que realmente le gustaba era su cocina. ¡Es muy moderna! Y Amy, amante de la cocina, identificaba cada electrodoméstico, conociendo su nivel y las innumerables recetas que se podían construir en cada uno. Ansiaba por que un día tuviera que cocinar para él, y así usar la cocina como ella quisiera.—Rose, te preparé el baño. Deja tu ropa mojada en la tina de plástico. —la informó, cerrando la puerta, ya que le había dejado un calefactor para que no se enfriara.
—U-um... Shady, no tengo muda.
El contrario la miro con una ceja alzada. ¿Muda? ¿No lograrían las prendas secarse? Paró a pensar, dándose cuenta de que había demasiada humedad.
—Tengo alguna camiseta. Cuando la encuentre, te la llevo. —Amy asintió, y se metió en el baño. Él se encerró en su habitación, comenzando su búsqueda por algo con lo que su novia estuviera cómoda.
De lo que ninguno de los dos fue capaz de notar fue como un pequeño chao parecido a Shadow observaba la escena, curioso. El muy travieso fue a espiar a la helada eriza, planeando una divertida travesura.Amy se metió en la bañera con cuidado de no quemarse, pero Shadow calentó el agua en su punto, ni ardiendo, ni un ligero punto de frío. Exhaló, agradada por esa sensación de calidez volviendo a su cuerpo. Notó un dulce olor en el habitáculo, divisando una vela de esencia de rosas al otro lado.
—Aww, que detalle de Shady —dijo entre suspiros soñadores. Amaba a ese erizo.
✩
Shadow encontró una camiseta. Un poco vieja, pero valía. Se aseguraría de que no pasara frío encendiendo la chimenea, de paso secaría su ropa.
Salió al salón y metió unos leños dentro del hueco oscuro. Sabiendo como hacerlo a la perfección, encendió sin muchos esfuerzos. El calor era agradable, y supo que ella lo disfrutaría tanto como el baño. Al menos, no le faltaría nada.
—¡No! ¡Jazz, para! —La escuchó quejarse. Abrió la puerta, buscando a su chao con un rostro molesto. ¿Por qué molestaba a sus invitados continuamente. Con sólo fulminarlo con la mirada, bastó para que el travieso chao saliera del baño cabizbajo. Ella suspiró aliviada, dándole las gracias. El pequeño recibió una reprimenda, pero no se le veía arrepentido.
Al cabo de un rato, la eriza rosada salió del baño con una toalla, buscando a Shadow para que le diera la muda. Él entendió que quería, y se lo llevaba tranquilo. Jazz, el chao, se elevó, tomando la toalla de Amy sin ninguna vacilación, llevándose consigo la camiseta en su cabeza sin siquiera intentarlo.
La rosada quedó tiesa, sonrojándose al máximo por el hecho de que su cuerpo desnudo estaba expuesto y, especialmente, se lo estaba exponiendo a su novio, Shadow. Él también paró en seco, sin saber como reaccionar. Sus mejillas se tiñeron de un rojo carmesí fuerte, sorprendido por ver a la eriza así.
Sólo se escuchaba al chao salir revoloteando y riendo por su travesura.No tardó más de cinco segundo en agacharse, cubriéndose como podía. Cerró los ojos, muy nerviosa y avergonzada.
—E-eh.. Um.. Y-yo... —No lograba reproducir ni un sonido coherente. Shadow, despertando de ese trance, sonrió, suspirando ligeramente. Le acarició el hombro con delicadeza, llamando su atención.
—Va a pagar caro por su broma, pero ahora no conseguiremos atraparlo. —Ella asintió. Él prosiguió con lentitud, midiendo sus palabras para que no se interpretaran de mal manera. Amy podía ser... Muy dramática o exagerar el significado de las cosas.— ¿Te apetece ir al sofá a..?
—N-no tengo ganas de hacerlo, Shadow. L-lo siento. —Sus mejillas profundizaron el rosa de sus pómulos. El veteado negó, riendo con lisonja.
— ¿..a descansar? —Amy se dio cuenta de que su mente pilló un mal significado, y ocultó su cara de la vergüenza.— Ambos estamos cansados, tumbémonos un rato cerca del fuego. —La eriza asintió con la cara entre sus piernas. Shadow no lo pensó mucho, y la tomó el cuerpo, carretándola. Abrió el sofá para hacerlo una cama y tener espacio suficiente para ambos. La tumbó con cuidado, ella mirándolo aún con las mejillas ruborizadas. Le resultaba una imagen muy tierna. Parecía que deseaba abrazarlo, pero le avergonzaba el estar sin nada frente a él a menos que no fuera para lo otro. Se tumbó a su lado, usando su brazo como almohada. Amy sonrió dulcemente, y él le acarició la mejilla con el pulgar, a lo que ella respondió cerrando los ojos y moviendo un poco la cabeza para notarlo un poco más. Comenzaba a sentirse cómoda. Abrió sus párpados, mirándolo fijamente a sus orbes rubís. Ninguno apartó ni un milímetro sus ojos de los contrarios. Ella se deleitaba admirándolos, y él disfrutaba descifrando todo lo que estos querían expresar.
La eriza acabó acurrucándose en el pecho de contrario, atrayéndolo con cariño. Olvidó el hecho de que ambos estaban nudos y se perdió explorando el cuerpo de su pareja. Notaba las marcas que se estaban curando con el tiempo por todas las misiones y combates que él desempeñaba. Aunque le recordaban en los riesgos en los que su amado se metía, también le recordaban todas las victorias que alzaba con orgullo. No le importaba en que lío se metiera, que misión se le encomendara; confiaba en él, sabía que sería el que saldría a delante.
Shadow la había rodeado con sus brazos de manera protectora. Para él, a pesar de que entrenara y supiera pelear, siempre la consideraría como un ser frágil pero, a la vez, tenaz, que deseaba proteger a toda costa. No era delicada, ni tan femenina como esas mobians que veía pasear prácticamente todos los días; era testaruda, valiente, estratégica y dispuesta a una buena lucha limpia. Era perfecta, perfecta para él. Su pelaje, suave y bien cuidado, se relajaba ante su tacto. Su fragancia, dulce y cautivadora, siempre provocaba querer sumergirse entre la sedosidad de sus púas frontales y apreciar tal aroma de una forma más cercana e íntima. La nariz del azabache recorrió el contorno de las orejas de su novia, provocándole unas cosquillas que manifestó con unas pequeñas risas. Él bajó la cabeza, buscando sus hermosas esmeraldas, y ella se dejó encontrar, mirando hacia arriba, coincidiendo con sus iris rojos sangre.
Amy besó sus labios con ternura, apoyando su cabeza en su pelaje blanco, tranquila y confortable con su actual posición. Él besó su frente con afecto, y cerró los ojos, descansando entre los brazos de su amada.No necesitaba más en su vida, sólo necesitaba esos momentos para notar el amor puro que compartían entre ellos.
El chao observaba la escena. Su jugada no tenía que terminar así, pero mejor eso que que lo persiguieran con miradas asesinas, ¿no?
✩
Fin~
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Tengo ideas para una historia completa. Puede que, después de un buen desarrollo, las publique ^w^
Buen día <3
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Lil' One-shots || Shadamy ♥
FanfictionPequeñas historias basadas en canciones que escucho o en pequeñas citas de texto, sobre mi ultímate otp, Shadamy <3 De todo, tanto mundos alternativos, como el mundo ''canon'' que la mayoría conocemos. Podéis mandarme sugerencias, canciones, etc...