CAPÍTULO TRECE.
“Sal conmigo”.—Sin flores, sin chocolates, nada de ser caballero... —repitió Finn—. ¿Y estás segura de lo que llevo puesto?
—Claro que sí, piensa lo, es como un paralelo a la chaqueta que siempre usa. —respondió Sadie.
—Okay... Estoy nervioso. —admitió el ruloso.
Sadie rió desde el otro lado de la línea.
Por su conversación anterior, la pelirroja ya sabía que Finn era algo contrario al tipo de físico que Millie buscaba, pero claro que no le iba a decir eso a Finn. Y aparte, su amigo no era nada de feo, y era un chico bastante bueno en muchos sentidos.
—Bien, recuerda que Noah estará en mi casa en veinte minutos, por lo que ya debería estar saliendo de su casa, así que te recomiendo salir ya; cada minuto cuenta.
El viernes, Finn, Gaten y Sadie habían hecho el plan perfecto para que Finn pudiera invitar a Millie al festival sin que necesariamente Noah se enterara o estuviera presente, y aquel sábado todo estaba en marcha.
—Prefiero esperar al llamado de Gaten...
Sadie invitaba a Noah a su casa, para cualquier excusa que se le ocurriera, y Gaten estaría escondido al frente de la casa de los Videla, así que para cuando el castaño saliera, Gaten le podía avisar a Finn para ir.
—Está bien, ya me voy, suerte. —se despidió la pelirroja, antes de colgar la llamada.
Finn guardó su teléfono en el bolsillo trasero de sus jeans negros, y caminó directamente a su espejo.
Llevaba el cabello como siempre, una chaqueta de mezclilla y una remera blanca básica junto a sus zapatillas Vans old school de caña baja.
Pasaron unos minutos antes de finalmente recibir una llamada de Gaten.
—No hay monos en la costa.
—No estamos hablando en clave... —contestó Finn, algo confundido.
—Aburrido —Gaten rodó los ojos a pesar de que Finn no lo pudiera ver—. Suerte.
Sin más la llamada finalizó, y Finn tomó un suspiró antes de correr para salir de su casa.
Hacía más frío de lo que pensó, pero eso no lo detuvo.
Y los nervios lo estaban carcomiendo también, pero no se detuvo hasta estar frente a la puerta de la casa de los Videla.
Divagó durante minutos, hasta que por fin tuvo el valor necesario para tocar el timbre.
Millie apareció en la puerta, y tal como Sadie había predicho, llevaba puesta una chaqueta negra de cuero.
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Wicked fate [st cast]
FantasyVallgorguina, España, es un pequeño pueblo lleno de secretos. Bajo la escalofriante neblina de la noche, se esconde un creciente aquelarre, sectas, cazadores y un oscuro pasado. La vida de Sadie no era común ni corriente, sobre todo por su legado f...