Capítulo O17

2.4K 242 35
                                    

Confesiones|자백

Al día siguiente Lalisa despertó por los rayos del sol y por unos pájaros que se habían colado en el árbol, que hacian de las suyas picoteando por allí y haciendo que el ruido despertará en su totalidad a la mencionada.

Lalisa se levantó de repente con extrañeza al saber que estaba sola en aquel lugar. Miro hacia todos lados y fruncio el ceño ¿Dónde estaría Jungkook ahora?

Luego de unos segundos pensando que hacer, la peliroja decidió quitarse las frazadas de encima para bajar las escaleritas y volver a la mansión. Afortunadamente el día se veía soleado y Lalisa agradeció eso viendo que ese día no se moriría de frío.

En el trayecto se encontró otra vez a Namjoon, quien terminaba de arreglar las flores del jardin. Lalisa a pesar de su humor mañanero lo saludo con suma felicidad de verlo una vez mas.

Y en eso estaba: caminando hasta llegar a las puertas de la mansión, los pies ya le comenzaban a doler y su cuerpo pedía a gritos un baño y un buen cepillado de dientes. No quería ni verse a un espejo puesto que ella sabía que debía lucir horrible.

Sin embargo todo aquello se vio interrumpido cuando Park Jimin se cruzó en su camino de repente. Lalisa se paró en seco sorprendida de verlo y al mismo tiempo disgustada puesto que ya estaba por entrar a la casa. Jimin en cambio sonrió de forma resplandeciente y se quito los lentes de sol frunciendo el ceño.

-Señorita Lisa ¿que hace en pijama y fuera de la mansión a estas horas?

Lalisa le hizo un ademán restandole importancia. Bostezo yendo al grano con el rubio. No quería dar explicaciones ni que se las dieran tampoco.

-Hum, ¿necesitas algo?

-Oh si.-recordó de repente, sacando del pequeño bolsillo de su saco un sobre-¿Podrías dárselo a la señorita Park? Es importante.

Dicho eso le entregó el sobre blanco; simple y sin nada escrito. Lalisa abrió la boca en "o" sin esperarse aquel gesto. Por unos segundos se quedo pensando qué era tan importante para informarselo a Rosé por medio de un carta.

-¿Puedo saber de que se trata? -inquirió Lalisa con una sonrisa de oreja a oreja. Park Jimin se sonrojo levemente mirando hacia otro lado.

Y tan solo fue un segundo. Pero en ese solo segundo Lalisa ya habia descubierto muchas cosas.

-Oh Dios no me digas que... ¡Oh por Dios!-chilló-¡algo me dice que esto no es un simple mensaje del trabajo!-comenzó a pegar saltitos como una niña del kinder. Jimin rodó los ojos.

-Baja la voz. Sabía que tu eras la menos indicada.-se lamentó, al mismo tiempo que se rascaba la nuca-pero se que eres un poco cercana a ella. ¿Podrías dárselo sin que nadie se entere?

-Si señor-Lalisa hizo un gesto de soldado colocando la mano en su frente. De repente se sentía muy animada. Todo rastro de desánimo y cansancio en su cara se había ido por completo. Y apostaba que sonriendo con el cabello despeinado como un león parecía una loca. ¿pero qué más daba?

-De acuerdo. Ve. Y gracias.-susurró esto último para volver a colocarse sus gafas e irse.

Lalisa mordió su labio emocionada mientras se adentraba a la casa. Subió las escaleras tan rápido como las piernas le dieron y se encerró en su habitación para llamar rápidamente a sus amigos. Acordando que a la tarde faltarían a la escuela y se dedicarian a practicar en skate.

Luego de ducharse, cepillarse y asearse como correspondía Lalisa llamó por uno de los teléfonos a Rosé. Al principio fue Jisoo quien atendió y se sintió un poco ofendida cuando Lalisa pidió específicamente a Chaeyoung. A fin de cuentas, la mayor sabía que ambas eran niñas a pesar de todo y se entendían a la perfeccion así que terminó por restarle importancia mientras aseguraba que en cinco minutos la menor estaría alli.

Crossed lifes | LizkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora