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I. El siguiente comienzo

DIA 01

-…Y con este increíble mate por parte de Sutosu Masaru, el instituto Myoudouin gana este encuentro. Un aplauso para nuestros increíbles jugadores. Y ahora, unas palabras de…

Los jugadores escucharon la repetición de la última jugada desde los vestuarios. Cuando mencionaron a Sutosu Masaru, todo el mundo empezó a vitorearlo.

-Ha sido increíble como Masaru ha hecho aquel mate, ¿verdad?

-Por supuesto, eso es porque él es como un superdeportista. Si no fuera por él, no habríamos ganado el partido.

-Noto, Haruta, dejadlo ya. –Masaru apareció por detrás y se dejó caer sobre ellos, que se apartaron al momento. –Yo solo he ayudado un día, ni siquiera soy parte del equipo.

Los dos chicos observaron a Masaru. Muchas de las chicas del instituo estaban prendadas de el,  de su cabello castaño y largo y de sus ojos verde oliva, aunque el nunca habia salido con nadie.Estaban en los vestuarios masculinos. Ellos dos se habían bajado para esperarle mientras se cambiaba. Hisamitsu Noto tenía el pelo castaño, con varias pecas en la zona de la nariz y usaba gafas. Ya habían ido juntos a clase el año pasado. Koji Haruta, tenía el pelo largo y de un color oscuro. Él debía estar un año más adelantado que sus compañeros, pero como él decía, era demasiado perezoso para estudiar algo aburrido. Sin embargo, era bastante bueno en literatura y en drama.

-Oye, Sutosu-kun. –Los tres se giraron. El capitán del equipo de baloncesto, Tonbaru Junpei, se les acercó. –Parece que de verdad eres bueno. ¿Por qué no te unes al Club de Baloncesto?

Noto y Haruta intercambiaron una mirada de complicidad. La verdad es que a pesar de ser bueno en los estudios y en los deportes, Masaru nunca se había unido a ningún club. Nadie en el instituto entendía el porqué de aquello.

-Muchas gracias por el ofrecimiento, pero creo que paso, lo siento. –Se colgó la bolsa al hombro, y salió del vestuario. Noto y Haruta le siguieron.

Salieron del campo. Casi todas las gradas estaban casi vacías. Quienes habían estado observando el partido se habían ido ya. Solo quedaban algunos rezagados, que estaban saliendo en aquel momento. Masaru se quedó pensando en Junpei. Después de ayudar a cualquier club, casi siempre le pedían que se uniera formalmente, pero el siempre rechazaba la invitación. Y aunque en algunos casos le molestaba mucho hacerlo, no tenía otra opción, ya que si se unía a algún club, por los horarios de entrenamiento, no podría ayudar a alguien si se lo pedían.

-¡MASARU! –El grito de Haruta lo trajo de vuelta de sus pensamientos. –Nosotros nos vamos ahora a tomar algo de ramen, ¿te vienes?

-Creo que esta vez no, no tengo mucha hambre.

-Bueno, entonces nos veremos mañana, si vienes a clase. –Dijo Haruta con una sonrisa pícara.

-Entonces seguro que no nos vemos. –Estaba en el grupo avanzado, no tenía que asistir a clase todos los días. Únicamente acudía cuando tenía que ayudar a algún club.  -¡Hasta luego!