Capitulo 2 El despertar de un bello misterio

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¡Nueva portada! La idea me la dio @DaniellaMore  

Muchas gracias, preciosa.

Este capitulo te lo dedico a ti.

La oscuridad me rodeaba y apenas podía ver nada más allá de mis pies, aun así conseguí encontrar el interruptor de la luz que me permitió tener una clara visión de lo que era mi casa; nada mas entrar por la puerta había un pequeño salón que conectaba con la cocina, enfrente un pasillo que llevaba a dos habitaciones que pertenecían a mi hermano y a mi, y por ultimo al final del pasillo se encontraba el cuarto de baño, pero no me detuve a apreciar más la simpleza de mi casa, no tenia tiempo, tenia una mujer en mis brazos que tiritaba de frió al mismo tiempo en que seguía sin dar señales de vida, lo que comenzaba a preocuparme.

La lleve a mi habitación donde la recosté sobre la cama, pero al verla mejor, me di cuenta de que no podía dejar que siguiera con la ropa mojada que traía, pues podría caer enferma de verdad, así que apague la luz de mi habitación y comencé a quitarle la ropa haciendo todo lo posible por no ver nada, pero cuando quedo tan solo con el conjunto blanco que ocultaba los atributos de la mujer y la parte donde terminaba su cintura, vi que mis intentos por no mirar fallaron ante la obra de arte que yacía en mi cama, pero mantuve mis impulsos a raya y termine de vestir-la con una de mis camisas que le quedo como un vestido por su estatura inferior a la mía, finalmente la tape con las sabanas y abandone el cuarto tras mirarla por ultima vez. Solo entonces cuando supe que estaba bien, me di cuenta de que en efecto Merle no estaba, tendría que pensar en como le explicaría esto a él, no sabría como lo tomaría y quizá no quiera que la chica se quede, pero eso ya lo pensaría mañana ahora estaba demasiado cansado como para razonar lo que debería hacer, así que arrastrando los pies me dirigí hacia la habitación de mi hermano, pues la mía estaba ocupada y no tarde nada en dormirme cuando mi cuerpo callo inerte sobre la cama.

Había sido un día muy largo y mañana sería otro con lo que supondría la llegada de la misteriosa chica que se encontraba al otro lado de la pared.

Pero tenia mucha curiosidad por saber que pasaría ahora que ella había llegado a mi vida.

[...]

El amanecer me despertó cuando los primeros rayos de sol que conseguían filtrarse por las pequeñas rendijas de la ventana, se manifestaron en mi rostro provocando que lentamente abriera los ojos mientras se acostumbraban a la luz del día que estaba por comenzar, me levante con pereza queriendo quedarme un rato más, pero la chica podría a ver despertado, así que me cambie rápidamente de muda cuando me di cuenta de que me había dormido con la ropa mojada del día anterior, estaba tan cansado que ni siquiera lo note, por suerte no parecía que hubiera enfermado, pero Merle iba a matarme por como había dejado sus sabanas, las cambie y cuando ya estuve algo mas decente, salí para ver como se encontraba quien ocupaba la mayoría de mis pensamientos.

Al parecer todavía no había despertado, seguía tal cual la deje, dormida, aunque si que había notado que se había estado moviendo, pues ahora se encontraba de lado cuando yo la había dejado boca arriba y eso me aliviaba un poco, me acerque a donde descansaba y me senté en la silla que tenia en la habitación para dejar la ropa cuando la tenia desordenada.

Me quede observándola, hasta que la vi abrir los ojos y cuando lo hizo, puedo jurar que su azul profundo me hipnotizo en cuando me fije en ellos.

Ella se enderezo rápidamente, sentándose y agarrando la manta entre sus manos llevándola a la altura de su pecho, parecía asustada y desorientada, pero era de esperar si se encontraba en un lugar que no conocía con alguien que tampoco había visto nunca.

No sabia muy bien que decir, así que simplemente intente tranquilizarla.

_ Hola, me llamo Daryl Dixon. _me presente lo primero para que por lo menos supiera como me llamo._ Ayer te encontré en medio de la calle, estabas inconsciente y por eso te traje a mi casa. _ella no dijo nada, seguramente seguía confusa y debía esperar para que lo asimilara._

_ ¿Ayer? _por fin escuche su voz y me pareció que los ángeles en verdad existían, pues su tono de voz era suave y melódico capaz de amansar a cualquier fiera._

Rápidamente quite esos pensamientos de mi cabeza y me centre en lo que había preguntado.

_ Si ¿Es que no te acuerdas de lo que te paso? _ella negó y volvió a mover sus finos y rosados labios para contestarme._

_ No recuerdo nada de nada. _concreto con la mirada perdida._

_ Espera ¿quieres decir que ni siquiera sabes como te llamas? _pregunte esperanzado de que por lo menos supiera su nombre._

_ No. _suspiro._ Lo siento, debo ser una carga para ti...

_ Hey, no te preocupes, debiste darte un golpe en la cabeza y por eso no recuerdas nada, pero seguramente iras recordando todo poco a poco. _dije para intentar tranquilizarla._ Y por mi no te preocupes, no supones ninguna molestia.

_ ¿De verdad? _pregunto un poco mas animada._

_ Si tranquila, puedes quedarte con mi hermano y conmigo hasta que recuperes la memoria. _no sabia porque, pero no me salía ser de otro modo con ella, después de todo tampoco quería ser desagradable, lo estaba pasando mal al no acordarse de quien era y lo que menos necesitaba ahora era a alguien que se lo pusiera mas difícil._

_ No me conoces y aun así me ayudas. _dijo buscándole la lógica a aquello, a decir verdad yo tampoco sabia porque lo hacia._ ¿Por qué?

_ Tu tampoco me conoces a mi, pero creo que ahora necesitas que alguien te ayude. _me levante sin esperar su respuesta y baje la vista para mirarla una ultima vez antes de salir._ Iré a preparar algo para desayunar, cuando estés lista sigue recto por el pasillo y encontraras la cocina, no tiene perdida.

Abrí la puerta de mi habitación, pero antes de que pudiera salir por esta, su voz, llamándome me detuvo en seco, jamás pensé que mi nombre se escucharía tan bien saliendo de la boca de alguien, pero ella había conseguido que aquella simples cinco letras que formaban mi nombre, fueran las más preciosas únicamente porque habían salido de sus labios.

_ Daryl... _me gire para mirarla y me encontré con una pequeña sonrisa que se formaba en la comisura de sus labios, haciéndola ver mas bonita de lo que ya era, no me imaginaba como se vería cuando lograra sacarle una completa._ Gracias.

Yo simplemente me volví y salí con una sonrisa que no pude retener.

Esta chica sin duda era un misterio.

Un bello misterio.

[...]

Aunque me sentía perdida y desorientada, aquel hombre a quien no conocía por extraño que parezca, hizo que me sintiera mas tranquila, pero aun seguía sin entender que es lo que me había pasado.

¿Por qué no conseguía recordar nada?

¿Quién soy?

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