Capitulo 11 Bajo tus alas

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Los rayos del sol hicieron que tallara mis ojos al despertarme, preguntándome si había sido un sueño, mire a mi alrededor y sonreí. Estábamos en la cueva, donde nos dijimos lo que tanto tiempo llevábamos guardando y finalmente pude probar aquellos labios que mas de una vez, fueron mi mayor tentación.

Daryl estaba a mi lado y no podía imaginarme un lugar mejor que estar entre sus brazos. Lo admire deleitándome en su tranquilo y perfecto rostro, sin poder evitarlo mis ganas me pudieron y termine besando esos labios rosados y tan apetitosos. Cuando apenas me separe, observe como nacía una sonrisa de la comisura de sus labios y al alzar la mirada hacia sus ojos vi que estos me miraban con ese azul capaz de provocar estragos en mi interior.

_ Hola... _le susurre con la voz medio adormilada._

Él sin borrar aquella sonrisa que me derretía, tomo mi rostro entre sus manos y volvió a juntar nuestros labios como si necesitase de los míos para vivir.

_ Hola. _había dicho ya que amaba su sonrisa, porque me encanta._

Daryl se levanto y se acerco a la obertura de la cueva mientras se colocaba su camisa que hace horas le quite para transmitirle mi calor, y yo imite su acción y con su chaqueta sobre mis hombros me acerque a él y rodeé su cintura con mis brazos, mire el paisaje que había quedado tras la lluvia y con él atrapado entre mis brazos, que si por mi fuera jamás le soltaría, aproveche para abrazarlo mas fuerte y sentirlo más cerca, ya me había acostumbrado a su cercanía, como se erizaba mi piel cuando me tocaba y como se aceleraba mi corazón cuando le tenia a mi lado.

Era la razón por la que mi existencia en este mundo tenia sentido, por él soy quien soy hoy en día y jamás podre olvidar lo que este hombre ha hecho por mi, aun cuando no estuvo, le sentí conmigo y no cualquier persona te hace sentir así.

_ Deberíamos volver, Merle debe de estar preocupado. _hable con la tranquilidad que me provocaba ese momento, aquel lugar y él._ Aunque si te soy sincera no tengo muchas ganas de regresar a casa. _lo mire y él que seguía mirando a la nada dejo de hacerlo para conectar sus ojos con los míos._ Estoy a gusto aquí contigo, siento que aquí nadie puede encontrarnos y separarnos de nuevo. _le confesé y supe que tenia miedo de que la misma historia se volvía a repetir._

_ Hey. _acaricio mi rostro e hizo que le mirase a los ojos cuando agache la mirada apenada._ No dejare que eso ocurra, no permitiré que te alejen de mi lado otra vez, te lo prometo pequeña. _sus palabras llegaron al fondo de mi corazón porque sabia que hablaba enserio y no debía dudar de que cumpliría su promesa._ Nada volverá a separarnos.

_ Daryl mi padre es uno de los hombres más importante y ricos de la ciudad, tarde o temprano me encontraran y... _murmure sintiendo como mis lagrimas estaban a punto de salir, no podía imaginarme una vida sin Daryl y me asustaba que mi padre no le importase que le pudiera ocurrir a él con tal de recuperarme, al fin y al cabo le conocía y ya habíamos sido el blanco de sus engaños y manipulaciones._ No quiero que te pase nada Daryl por...

_me callo de la forma mas dulce, dándome un beso que hizo que todos mis miedos se esfumasen._ No digas eso, estaremos bien y te protegeré aunque el mundo entero se ponga en mi contra. _me refugio entre sus brazos cariñosamente y beso mi cabeza al mismo tiempo en que me hacia sentir mas viva que nunca._ Estamos juntos, después de todo, de las mentiras y el tiempo que nos arrebataron, al final hemos vuelto a encontrarnos. Nunca he creído en el destino, pero amor sin duda alguna este nos quiere juntos. _dijo haciéndome sonreír._ Y yo voy a luchar hasta el final para que nadie nos robe nuestro futuro.

_ Creo en ti angelito, se que lo harás y que al final nada podrá con nosotros. _me aferre más a él, cerrando los ojos al sentirme en casa después de mucho tiempo perdida._ Después de todo mi vida siempre ha estado bajo tus alas.

[...]

Cuando volvimos a casa cogidos de la mano, Merle al vernos llegar inmediatamente nos atropello con preguntas de que donde habíamos estado y que nos había pasado, el pobre si que estaba preocupado y para nuestro sorpresa, más la de Daryl que la mía, el mayor abrazo a su hermano recreando un linda escena para mis ojos, pero sabiendo como es Merle, este inmediatamente se separo y fingió que aquello no había pasado, nosotros para no incomodarle le seguimos el juego y contamos lo que paso.

_ ¿Entonces tu eres la verdadera Sky? ¿La que murió? _pregunto realmente confundido._

Asentí para liberarle del lio que debía ser su cabeza ahora y aunque no estoy segura de si paso o no ya que apenas pude verlo, juraría que le vi sonreír.

_ Chicos lo vuestro parece un película, pero de todos modos, me alegro de que no estés muerta. _solté una carcajada sin poder evitarlo._

_ Vaya gracias Merle. _me apegue al brazo de su hermano y él nos miro ahora si con una sonrisa que ambos pudimos ver._

_ Bueno que. _dijo esperando alguna cosa._

_ ¿Qué quieres decir Merle? -le pregunto su hermano sin entender._

_ Vais a decirme que estáis juntos o tengo que esperar a que os pille en la cama fo...

_ ¡Merle! _le grite avergonzada antes de que completara aquella frase._

Escuché la risa de Daryl y en un abrir de ojos me atrajo hacia él para terminar besándome para mi total sorpresa, pero que aun sin esperármelo le correspondí con gusto.

_ ¿Con eso te basta? _dijo mirando a su hermano con una sonrisa burlona marcada en su rostro que me provocaba comérmelo allí mismo._

Enserio Daryl Dixon, ¿por que eres tan irresistible?

_ Me basta con saber que por fin le has hecho huevos hermanita. _sonrió con arrogancia._ ¿Entonces habéis pensando en lo que pasara a partir de ahora?

_ No y no quiero hacerlo. _volvió a mirarme._ Por el momento solo quiero disfrutar y recuperar el tiempo perdido. _le sonreí y esta vez fui yo quien lo bese._

No me importaba lo que ocurriese desde ahora, solo necesitaba tenerle a mi lado y juntos afrontaríamos lo que el universo tenia preparado para nosotros.

Entramos en casa despues de aquella travesía que nos hizo volver al otro, que hizo que aquellos niños volvieran a jugar y que dos piezas metafóricas volvieran a encajar en el puzzle inacabado que era nuestras vidas.

Ahora entiendo lo que quería decir mi madre cuando me decía que despues de la tormenta siempre sale el sol.

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