Capítulo 27. Única

144 11 6
                                    

Eric Henderson se estacionó frente a la casa de Astrid, marcó su número de celular y ella respondió a los dos timbrazos, le explicó todo lo que había pasado con Vivian y que justo ahora podía irse a un hotel pero prefería mil veces estar a su lado, le prometió que al día siguiente buscaría y se iría a un hotel para no causarle molestias. Cuando salió de su auto, ella ya lo esperaba con la puerta abierta, dejando escapar la luz del interior de la casa, llevó cargando su maleta en lo que Astrid en lo que ella posaba una sonrisa generosa, tierna, que ánimo a Eric avanzar con más rapidez.

—Perdóname por hablarte a esta hora —se disculpó antes de poder entrar, le gustaba estar ahí pero le daba mucha vergüenza ser una molestia —Debería irme a un hotel pero necesito hablar con alguien.

—No es problema para mí. —indicó, con calma, agrandando su sonrisa —Hay habitaciones suficientes en la casa, pasa.

Eric sintió que la casa ya era tan familiar para él, casi como un segundo hogar, había entrado y salido tantas veces por esa puerta que ya no se sentía extraño, lo que si le parecía raro es que estuviera a solas con Astrid, él estaba acostumbrado a ver a Patricia y Dimitri y no solo a Astrid.

—¿Ya estabas dormida? —le preguntó Eric con aire casual, se dio cuenta que Astrid no llevaba pijama, todavía vestía ropa casual.

—No, estaba ocupada, revisaba algunas cajas que están en el ático. Me distrae bastante, ¿Quieres té? Preparé algo hace un par de horas, puedo calentarlo.

—No, muchas gracias.

—Debes estar cansado, te enseñaré tu habitación.

—No estoy cansado, tengo mucho en que pensar que no podré conciliar el sueño, si a ti no te importa, ¿Podríamos quedarnos a platicar? Quisiera que alguien pudiera escucharme.

Mostró una gran sonrisa y asintió, ambos se fueron hacia la sala, donde Astrid encendió la chimenea, volvió a ofrecerle té y Eric solo aceptó si ella lo acompañaba con una taza, no tardó en calentar el té y con una bandeja de plata llevó el té y dos galletas de avena y coco. Tomaron asiento en el piso, frente a la chimenea que rápidamente se tragó la leña, volviendo su flama en algo feroz y ardiente.

Ninguno de los dos habló, se pasaron dos largos minutos viendo la leña cada vez más carbonizada hasta que Eric no pudo soportar más el silencio.

—Debería agradecerte lo que hiciste por mí, si jamás hubieras visto a Isaac entrar al departamento ni escuchado la conversación, quizá hubiera seguido atrapado en esa vida de mierda.

—No se que decir, tampoco puedo creer lo que hizo, no siento pena por ella en absoluto pero en el fondo, siento que destruí una familia, quiero decir, ¿Qué será de Charlie? Supongo que no tiene la culpa.

Eric suspiró, también se sentía mal por Charlie pero lo único que lo mantenía unido a Vivian era el lazo que creía que tenía con ese bebé y ahora que no había ninguna clase de compromiso, podía quitarse de encima la responsabilidad que nunca quiso, ser padre.

—Es seguro que Isaac no se hará cargo pero Vivian no estará sola, tiene a sus padres, algo se inventará y después me dejará como el malo de la historia, no me importa para ser sincero, si soporté a Vivian fue por ese bebé, me siento extraño ahora que lo pienso.

—¿Remordimiento?

—Tal vez —se encogió de hombros, luego sacudió la cabeza —No puedo estar seguro pero si sé que fue un alivio saber que no soy su padre, no es que no lo quisiera pero jamás me hice a la idea de ser papá, ella jamás llegó a entender lo de Josh.

—¿Ella lo sabía? ¿Se lo contaste?

—Sí, lo supo todo, se lo conté cuando llevábamos poco de novios, yo siempre fui reacio a la idea de ser papá, lo único que pensaba era ¿Si no pude cuidar de mi hermano pequeño, cómo podré cuidar de mi hijo? Siempre estuve inseguro de mi mismo, todavía me atormenta, Josh está en todas partes, en cada bebé, en cada niño que veo, no lo supero y saber que no se ha encontrado nada de él ni su paradero, lo vuelve aun peor.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 03, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Rastro de Irina Steinberg©+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora