09:16 a.m
Jungkook me dijo que iría por el sector de las verduras para buscar algunas frutas. Yo por mi lado le dije que no había problema, e iría a la sección de las carnes a ver algunos cortes.
El mercado no estaba tan lleno por esas horas, cosa que agradecía porque las colas para cobrar solían ser muy largas. Tome unas bandejas con pescado y unas latas de atún, luego levanté otros separados de carne de res para variar.
-Aquí están, quería algunas bananas para la tarde.-Jungkook llego con varias bolsas llenas de distintos tipos de frutas y las dejo dentro del carro.
-Muy bien, vamos por la pasta.-Le dije y comenzamos a caminar. Jungkook seguía mi paso junto a mi, mientras observaba a su alrededor, curioso por ver algo que quisiera. Dejé el carro por un segundo y me acerqué a levantar algunas cosas de los estantes.
Las latas de tomate estaban muy lejos de mi alcance, traté de tomarlas poniéndome de puntas pero no funcionaba. Entonces una mano apareció sobre mi, alcanzándola y tomándola sin mucho esfuerzo. Me voltee para verlo y me sonrió divertido.
-Gracias...-Le dije mientras él dejaba la lata en nuestro carro. Jungkook solo asintió y continuamos buscando las demás cosas.
Cuando el carro no pudo estar más lleno comenzamos a caminar a las cajas listos para pagar.
-Ah, casi se nos olvida.-Me había acordado de repente que nos había faltado algo dentro del carro.-Vuelvo en un segundo, ve sacando las cosas. -Le dije y me miró confundido, seguramente lo tomé desprevenido.
Llegué hasta la sección de lácteos y tome un paquete por seis, luego regresé rápidamente a la caja.
Jungkook estaba por terminar de sacar todo del carro cuando me vio. Yo le entregue el paquete y él se quedo mirándolo un segundo, luego volvió a verme a mi, como quien esta buscando alguna explicación. Yo le sonreí.
-No podemos irnos sin tu leche de banana.-Comenté yendo hasta donde la cajera para poder pagarle.
Él no dijo nada y puso la leche entre las demás cosas.
Cuando estuvimos saliendo del super con el carro, él sacó una de las leches de banana y la abrió para tomarla.
-Gracias...-Dijo de forma suave, aun con el sorbete en sus labios. Ese chico realmente parecía un niño en situaciones como esta, pero no puedo negar que es muy agradable ver ese lado suyo.
- - -
10:22 a.m
Estaba sentada mientras comía unas galletas rellenas, que por cierto, estaban buenísimas. Hoseok entró al salón y su mirada se poso en mi paquete de galletas. Obviamente me di cuenta porque se paro delante de mi en el sofá con una gran sonrisa.
-¿Me das una?-Me dijo haciendo una voz casi aguda, él sabe que no me puedo resistir a su aegyo, es demasiado tierno para mi sistema.
-No, traje varios paquetes.-Intente ser fuerte y voltee mi mirada para no verlo porque seguro que obtendría lo que quería si me dejaba llevar.
-Pero el tuyo ya está abierto, y no vas a terminar todas. -Respondió listo para justificar cualquier excusa que pusiera. Suspiré apenas.
-Está bien.-Él se puso contento, como un cachorro listo para recibir su premio mientras meneaba la cola. Se sentó a mi lado en el sofa y lleve mi mano al paquete de galletas. Saqué una para acercarla a sus labios.
Hoseok se la quedo viendo por un rato. Y por alguna razón, sus mejillas se estaban enrojeciendo. ¿Quizás le daba verguenza que yo le diera de comer?
Un poco arrepentida y avergonzada de no medir mis actos quise darsela en su mano, pero me detuvo al instante tomando mi muñeca.
-Dámela así.-Abrí mis ojos un poco pero le hice caso. Lleve la galleta hasta sus labios, él abrió estos, listo para recibir el pequeño dulce. El ambiente de repente se había tornado un poco...¿extraño?
Mejor dejo de pensar esas cosas, o voy a terminar por sonrojarme.
Hoseok se comió de un bocado la galleta. Mis dedos rozaron sus labios por milisegundos, pero fueron suficientes para comprobar que efectivamente, estos eran muy suaves. Me quedé pensando en eso, no sé por cuanto tiempo, pero cuando subí mi mirada él ya había terminado de comer la galleta, y ahora me miraba con una sonrisa que estaba mezclada entre la amabilidad y la ternura.
Alguien tosió.
Ambos nos volteamos y vimos a Yoongi parado en medio de la entrada, con su celular en una de sus manos.
-Yoongi...no estab-..-Me interrumpió.
-Yo también quiero una galleta.-Fue lo primero que salió de sus labios. Mire el paquete entre mis manos y solo quedaba una galleta. Sin más la saqué dispuesta a dársela. Ni cuenta me había dado de que él ya estaba sentado a mi lado, al igual que Hoseok. Él abrió su boca al instante y yo lo mire confundida, porque no pensaba que él querría que yo se la diera.
-Tu...
-Sólo dámela.-Susurró un poco y fue entonces que sentí como en mis mejillas la sangre se sacudía. La acerqué a sus labios y la recibió con gusto, bastante satisfecho. Pero no dejo de verme ni por un segundo.
Esta vez fue Jimin quien entró y nos vio. Los tres volteamos a verlo y él traía un paquete de galletas en sus manos. Se sentó delante de nosotros y me lo extendió, estando ya abierto.
-¿Por qué...?
-Yo también quiero que me des de comer.-Mis mejillas seguro ya delataban mi verguenza.
-Bueno, yo quiero otra también.-Dijo Hoseok.
-Yo también.-Esta vez fue Yoongi.
- - -
11:00 a.m
Llevaba rato mirando mi celular buscando algo que hacer de interesante, estaba algo cansada por haber madrugado tan temprano pero no me sentía mal, al contrario, debería despertarme a esa hora más seguido, mi humor está bastante animado cuando lo hago.
-¿Qué haces? -Namjoon se puso a mi lado. Si no lo conociera no sabría que está tan aburrido como yo.
-Nada interesante, ¿Y tú?
-Pf, estamos en la misma.–Ambos nos reímos un poco. Dejé de hacerlo un momento y una idea cruzó mi mente.
-Quiero ir a tu estudio.-Le dije.
-Oh, claro, ¿pero por qué? -Mi pedido seguro le llamó la atención.
-Solo llévame. -Le pedí con una sonrisa. Namjoon se puso de pie y comenzamos a caminar hasta la cuarta planta.
El espacio de trabajo del mayor era muy cómodo para una sola persona, pero no impedía que yo me sintiera a gusto estando ahí. Me senté en el sofá delante del aire acondicionado, el calor de ese día era casi insoportable.
Namjoon tomo asiento en su silla delante de mí y dejo sus brazos sobre las posaderas, levantando sus manos para dar a entender un "aquí estamos".
Pase mis ojos por cada rincón. Aunque ya había estado muchas veces por ahí, siempre me llamaba la atención su colección de figuras en las repisas de vidrio. Eran algo escalofriante pero tiernas a su vez.
-Nam, ¿quieres que hablemos? -Él sonrió de lado y simplemente asintió. Yo me di la vuelta para tomar uno de los muñecos en mis manos.
-¿De qué quieres hablar? -Preguntó.
-De lo que sea, me gusta hablar contigo.-Hablé sin dejar de curiosear en la repisa.
Quizás si me hubiera volteado en ese momento, podría haber visto la expresión tan dulce que Namjoon me había dedicado.
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Just One Day; bts
RandomUn día viviendo con los chicos. . . . -Contenido heterosexual🍑 -Historia corta🍑