Cuatro🍑

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16:45 p.m

Miraba el ramen que desprendía vapor por fuera de su tapa, los chicos me miraban expectantes preguntándome a cada rato si no quería que cambiarán el reto, pero yo me negué en todo momento. Mi orgullo me prohibía hacer algo como eso, además, no podía ser tan malo.

¿Verdad?

Con los palillos tomé una buena cantidad de fideos y les soplé un poco para que no estuvieran tan calientes. Ni lo pensé tanto y comencé a comer el ramen.

Creo que todos esperaban alguna reacción de mi parte, pero no podía pensar mucho ahora, tenía que terminar todo el contenido del vaso.

Cuando sólo quedó un poco más de fideos por comer los acerqué a mí y me los metí a la boca como si se tratara de fideos normales.

La boca me iba estallar, dios santo.

Dejé el vaso con los palillos sobre la mesa. Todavía no demostraba que mi boca estaba convertida en el mismo infierno del que tanto hablaban.

-Bueno, parece que no estaban tan picantes.-Habló Namjoon al ver que no estaba mostrando alguna señal de incomodidad. Los demás le dieron la razón.

-Namjoon. -Le hablé, sintiendo que mis ojos se estaban nublando un poco. No creía poder aguantar mucho tiempo.

El nombrado me volteó a ver, pero para entonces ya le había arrebatado su vaso de jugo y me lo había tomado de un solo trago.

-¡O-oye! ¡¿Estás bien?! -Ni siquiera sé quién había hablado cuando salí corriendo de la sala y me dirigí a la cocina. Mi boca estaba en llamas literalmente, el jugo no había hecho más que exparcir más el picante por mi boca. Pensé que el agua ayudaría,  pero no sabía cómo calmarlo.

Taehyung me tomó por mis hombros y me alejó del vaso de agua tratando de calmarme.

-¡No tomes eso, dios! -Me llevo hasta la heladera y la abrió buscando algo por la parte superior. Finalmente me acerco la caja de leche que habíamos comprado esa mañana. Le quitó la tapa y me indico que la tomara.

Yo obedecí sin reproches. Los chicos nos habían seguido hasta ahí y todos estaban mirando la escena con preocupación. Jin guardo el vaso de agua y Jimin me abrazó por mis hombros para darme pequeñas caricias en lo que sentía como el ardor iba disminuyendo.

-Sabía que esto podría pasar.-Dijo Jungkook negando con su cabeza. Hoseok lo miro.

-¿Entonces por qué no la detuviste? -Hoseok se veía molesto.

-Yo...ella quería hacerlo. -Miré a Jungkook que estaba cabizbajo. Se veía como un niño siendo regañado por su hyung.

Sabía que él no tenía la culpa, yo suponía ya que algo como eso podía pasar si comía esos fideos. No quería que ellos se molestaran.

-No te preocupes Jungkook, tu no hiciste nada malo.-Me acerqué a él dejando a Jimin detrás de mí y tomé su mano, haciendo que me mirara y su mirada se relajara.

-Lo siento...me alegra que estés bien.-Sonrió mostrando apenas sus dulces dientecitos blancos.

La situación pasó de ser preocupante a ser divertida en cierto punto. Una leve risa apareció en mis labios que poco a poco se fue agrandando hasta volverte una gran carcajada. Jungkook me siguió y luego la cocina se llenó de ocho risas diferentes, que eran unas más contagiosas que otras.

En especial la risa de Jin, dios, era demasiado contagiosa.

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18:31 p.m

Just One Day; btsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora