Los Héroes de mi Corazón/Saint Seiya The Lost Canvas

Capitulo 2: Encuentros y sorpresas

Hola mis amores, aquí les traigo la continuación de esta bonita historia *u* Saint Seiya "The Lost Canvas" no es de mi propiedad, sino de Masami Kurumada y Shiori Teshirogi.

Capitulo 2: Encuentros y sorpresas

Contado por Keisy:

*Esperen un segundo... Si estoy en Saint Seiya ¿Entonces en qué parte de la serie estoy?, ¿Seguiré soñando?, ¿Ya empezó la guerra santa?, ¿Cómo regresare a casa?, ¡¿Dónde me quedare?!... ¿Acaso mi deseo a la estrella fugaz se cumplió?* Tenia muchas preguntas atropelladas en mi mente, esto debe ser otro loco sueño *¡TIENE QUE SERLO!* Así que pellizque disimuladamente el brazo y... Me dolió, abrí mis ojos hasta más no poder *Entonces... ¿Esto, no es un sueño?... Osea que mi deseo, si se volvió realidad* Mi corazón empezó a latir desesperado y me sentí en las nubes.

-¿Sucede algo malo, señorita?- Me pregunto la niña preocupada al ver que no reaccionaba, al instante quite la cara de idiota que seguramente tenía en ese momento.

-¿Eh?...No, no tranquila estoy bien.

-¿Segura?, es que de pronto se puso muy pálida- Continuo diciendo con preocupación.

-No te preocupes pequeña estoy bien en serio, gracias por preocuparte- Le sonreí de forma tranquilizadora y ella correspondió el gesto.

-Usted... Es nueva en Rodorio ¿Cierto?... Su ropa es algo extraña- Me dijo, viéndome de arriba a abajo, sonreí un poco nerviosa *Sabia que diría algo así* - Además de que nunca la había visto ¿Señorita...?

-Keisy, me llamo Keisy- Le sonreí cálidamente- Pues si, en realidad no soy de aquí- Respondí con simpleza pero la verdad es que estaba nerviosa, jamás espere encontrarme dentro de unos de los mejores animes del mundo, mi cerebro aun no lo procesaba... Era demasiado- Y tu ¿Cómo te llamas pequeña?- Pregunte de forma casual.

-Me llamo Agasha, señorita Keisy.

-Por favor solo dime Keisy, sin formalidades ¿Sí?

-Está bien, Keisy- Me sonrió mucho más animada y se aventuro a hacer más preguntas- ¿Cuántos años tienes?, ¿Tienes donde quedarte?- Al darse cuenta de sus palabras se sonrojo y no pude evitar verla con dulzura, después de todo ella era más pequeña que yo *¡kyaaa! Es tan linda, que me provoca abrazarla. No Keisy cálmate, es muy linda pero si lo haces pensará que estás loca, aunque por otro lado tengo un gran dilema*.

-Tengo 16 años y...- Agaché la mirada muy apenada, sintiendo mis mejillas arder- La verdad, no tengo donde quedarme- La niña me miraba con compresión.

-Y... ¿Tus padres?- ¿Mis padres? No sabía que decir, ni siquiera yo sabía dónde o qué estaban haciendo ellos ahora *¿Estarán bien?, Seguramente ya notaron mi ausencia* Pensé preocupada y algo triste, ella al ver mi expresión me tomó de la mano.

-Tranquila, si quieres puedes quedarte conmigo- Me dijo con voz dulce, yo abrí mis ojos sorprendida.

-No tranquila, no quiero causarte molestias- Negué rápidamente.

-No te preocupes, no será ninguna molestia y no tienes en donde quedarte, sería muy cruel de mi parte dejarte sola- Me insistió con una gran sonrisa, iba a replicar otra vez pero me jaló para que entrara al interior de la pequeña casa. Todo era muy bonito y bastante acogedor, estaba bien ordenado pero me extrañó ver grietas en algunas paredes, partes rotas y filtraciones en el techo.

-¡Papá, traje a una invitada!- Exclamo la pequeña, aun sosteniéndome de la mano, entramos a un pequeño cuarto donde conseguimos al señor sentado en una cama, sonriéndonos, pero su estado me dejo sorprendida.