BKDK | DRABBLES
Después de varios años juntos, Katsuki decide que quiere formar una familia con su querido esposo, Izuku. A partir de ese momento, comienza a buscar distintas maneras de persuadirlo, desde gestos tiernos hasta ideas un tanto inespera...
—¿Encontraste algo, Shoto? —preguntó Izuku por el intercomunicador, su voz tensa mientras avanzaba con cautela por el extraño edificio.
—No, aún no —respondió Shoto desde el otro lado, tan frustrado como él.
Izuku suspiró. La misión ya se estaba alargando demasiado, y cada rincón del edificio parecía una trampa en la oscuridad. De repente, un sonido lo detuvo en seco. Lloriqueos. Su cuerpo se tensó, y en un instante, se apresuró hacia el origen del sonido. Su corazón latía a toda velocidad.
Al doblar una esquina, encontró a un niño, acurrucado y temblando en el suelo. Sin dudarlo, Izuku se le acercó con una sonrisa calmante.
—Tranquilo, todo está bien. Yo estoy aquí —dijo, arrodillándose y tomando al niño en sus brazos.
El alivio fue breve. Justo cuando giraba para llevar al pequeño a un lugar seguro, un silbido cortó el aire. Izuku apenas tuvo tiempo para reaccionar antes de que una flecha se dirigiera directamente hacia ellos.
Actuando por puro instinto, giró su cuerpo para proteger al niño. La flecha se clavó en su costado con un dolor agudo y feroz, y su cuerpo cayó pesadamente sobre el niño, protegiéndolo. La vista de Izuku comenzó a nublarse, y sintió cómo el cansancio lo dominaba. Se estaba desvaneciendo.
—¡Deku! —gritó Shoto a lo lejos, pero la voz sonaba cada vez más distante.
Izuku no pudo responder. La oscuridad lo envolvió por completo, dejando su cuerpo inerte, cubriendo al niño con el último vestigio de fuerza que le quedaba.
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Hice esto con una re paja perdon por eso esta re cutre.
