La llegada al nuevo mundo.

los veteranos.

Ambos subieron las escaleras hasta aquel lugar. La sala de reuniones no era como imaginaban. A su izquierda había una cocina atendido por varios Felyne y la mayoría de las mesas había varios de los compañeros con los que habían viajado. Ambos se acercaron a las mesas y comenzaron a hablar entre ellos tranquilamente hasta que, escucharon un fuerte golpe en la parte de arriba. Los novatos preocupados fueron a ver de que trataba, eran unos cazadores veteranos quienes al parecer estaban algo pasados de tragos los que habían producido aquel escándalo.

- ¿te crees ruda damisela? -le dijo uno de los veteranos a una mujer que estaba sentada junto a dos hombres en aquella mesa- yo y mis camaradas logramos abatir a Teostra junto con Lunastra en el yelmo de las agujas. Y cuando pude arrancar sus partes, obtuve esto- el hombre saca una extraña estrella roja brillante- así es, es una gema de Teostra, muy extraña de conseguir.

-eso es común-agrego la mujer.

-¿¡que dijiste?!

- eso es solo una gema sin valor. En cambio, está, si es una de las que valen la pena- la mujer saca una gema dorada brillante- ¿sabes lo que es esto?

-es... ¡imposible!

-es una gema de Kulve Taroth, pero te puedes quedarla si logras ganarme un combate de pulso. ¿Qué me dices?

-será cosa fácil.

Ambos se colocan en un barril en el centro y todos observaban el enfrentamiento. Uno de los hombres de la mesa comienza a sonreír mientras que el otro solo desvía la mirada. Los demás cazadores comenzaron a apoyar y gritar emocionados. Ambos hicieron el conteo y comenzaron a forcejear.

El enfrentamiento estaba emocionante. Ambos daban con todo hasta que la mujer comenzó a perder fuerza e intentaba forcejear más y más mientras que aquel hombre no cedía.

-Te advertí... que ganaría.

-yo... no... mentira- la mujer de un solo movimiento logra botar al hombre al suelo- ¡GANE! -grito mientras que los demás también le acompañaban en ese grito de victoria.

El hombre molesto se levanta y coloca la gema encima del barril y aquella mujer lo agarra y guarda. Al hombre baja las escaleras y baja de la sala de reuniones lejos de la vista de todos. La mujer regrese a su lugar mientras que los demás cazadores también a excepción de uno de los dos muchachos quien se acerca al barril y coloca su mano en posición para luchar llamando la atención de quienes estaban hay.

-Nelson, ¿Qué haces?

- quiero retarla, quiero ver que tan fuerte es ella.

-¿acaso no viste como derribó a ese sujeto? Él era un sujeto muy fuerte.

-de donde vengo, nadie me ha ganado en las luchas y lo sabes perfectamente Santi- la mujer se coloca nuevamente en aquel barril y sujeta delicadamente la mano de Nelson sorprendiéndolo.

-¿quieres?-pregunto aquella mujer sonriéndole tiernamente.

- Mercy, mira que es un novato.

-ya lo sé, no tienes que decírmelo.

Nelson y aquella mujer hacen el conteo y comienzan a forcejear en ese momento. Santi se había quedado cayado mientras que los observaba al igual que los dos hombres de los cuales ella estaba acompañada.

Nelson había tomado la delantera mientras que la dama parecía estar a poco de ser derrotada por un novato, sin embargo, ella saca fuerza y logra remontarlo lanzándolo lejos. Santi ante el suceso se acerca preocupado pero la mujer se le había adelantado. Lo levanto y le sonrió

-¿estás bien?

-sí, estoy bien

-fuiste algo ruda con el novato

- ¿me estas retando tú también Frank?

- sabes que no podré ganarte, pero si te diré que estas ebria. Será mejor que regreses a tu habitación antes de que ocurra una catástrofe. A demás, estarás ocupada mañana.

-bueno, si lo dices así, será mejor descansar- la mujer se levanta y baja las escaleras hasta perderse de vista.

-olvido pagar... pero que señora. Lamento mucho lo de mamá Mercy, ella no suele ser así, es muy buena persona. ¿ustedes deben ser novatos? Mucho gusto, mi nombre es Frank, soy un cazador veterano.

-es un gusto, soy Nelson cazador novato y este es mi amigo Santi que también es un novato.

-me alegra y les doy la bienvenida a Astera. La mujer que se acaba de ir se llama Mercy y este es Orzmad uno de los mejores cazadores veteranos de todo el nuevo mundo-aquel hombre no prestó atención a lo que ocurría a su alrededor- bueno, él es así, serio pero un buen amigo cuando lo conocen bien.

-un gusto conocerlos a ambos- respondieron los dos al mismo tiempo

-ustedes deberían descansar. Mañana será el nombramiento de los novatos.

-¿nombramiento?-preguntó Nelson.

-si, es cuando a los cazadores novatos se les asigna como tutor un cazador veterano para que este entrene de él para ser un cazador profesional en un futuro-respondió Santi.

-bueno, bueno, parece que tenemos a un estudioso. Eso te llevará lejos.

-si. He estudiado bastantes los monstruos de otros lugares y sé que en el nuevo mundo también hay algunos monstruos de otros mundos que han venido hasta acá. Me esforzare darlo todo a la hora de cazar.

-aun así, tanto conocimiento como fuerza es necesaria a la hora de enfrentarse a un monstruo. ¿Cuál arma les gustaría aprender?

-yo quiero usar el Glaive-respondió Nelson

-es una buena elección de arma-agrego Frank- de hecho, mamá Mercy es una buena maestra de esa arma y conoce a todos los insectos. Si mamá Mercy se convierte en tu maestra podrías aprender varias cosas de ella y se te facilitaría dominar el arma. ¿y Santi?

-¿yo? La verdad prefiero ver cuál es más cómoda a la hora de...

-si piensas de esa manera- interrumpió aquel hombre de tono fuerte y profundo- no llegaras a ser un cazador. Un cazador debe de saber usar cualquier arma con estados y elementos que sean vulnerables a los monstruos- el hombre se levanta y deja una pequeña bolsa con dinero sobre la mesa- esta lo mío y lo de ella. Se lo cobraré antes de dormir- el hombre se levanta, baja las escaleras pasando a un lado de Santi intentando intimidarlo (lo cual logra) y luego se retira de la sala de reunión.

- discúlpenlo, Orzmad también está algo ebrio. Él es un buen tutor, aunque algo... muy estricto la verdad. Bueno, será mejor que ustedes descansen, mañana será su primera misión.

-Frank tiene razón, será mejor irnos Nelson.

-está bien. Gracias por todo.

Ambos regresan a sus habitaciones que, para su suerte la compartirían. Durante el camino, Nelson había notado que Santi estaba algo enojado con la actitud de aquel sujeto. Nelson intentaba calmarlo de camino lo cual lograba con éxito.