Herencia Maldita (Severus Snape)

El Expreso de Hogwarts

 Hoy era el día Regina se había levantado muy temprano y llevaba parada frente a la puerta desde entonces, salvo para desayunar y vestirse.

- VAMOS REMUS NO QUIERO LLEGAR TARDE.- Dijo emocionada. Salieron a las diez tenían media hora de  camino hasta llegar a la estación, no iban andando, claramente pero aún así estaba lejos. Una vez allí Regina buscó con la mirada a Hermione pero sin resultado, llamaron a los pasajeros y la chica se giro.- Tengo que irme, promete que te cuidaras, te escribiré todas las semanas y quiero un informe completo.-

- Se supone que soy yo el que debería decir eso.- Dijo Remus divertido.- Así que lo mismo, en que casa estás si has hecho algún amigo y esas cosas.- Ella sonrió y se lanzó a abrazarlo.- Te quiero pequeña.- Dijo abrazándola de vuelta. 

- Y yo a ti.- Dijo apenada, no quería dejarlo solo tanto tiempo, pero tenía que ir a la escuela. Se separaron y ella subió al tren y comenzó a mirar por los departamentos hasta llegar a uno en el que había un chico sentado leyendo con la varita en la mano castaño ojos grises, parecía mayor.

- Hola puedo pasar, es que está todo lleno?- Dijo un poco nerviosa.

- Claro adelante.- Dijo sonriendo. Cerró el libro y ayudó a la pequeña con su baúl. Regina se sentó enfrente.- Me llamo Cedric Diggory.- Dijo extendiendo su mano. La chica la tomó.

- Regina Mcfly.- Dijo sonriendo.

- Tu primer año?- Preguntó sonriendo, la chica se limitó a asentir, se notaba tanto que era la primera vez que subía a ese tren.- No estés nerviosa no comen niños ni nada por el estilo, aunque Filch no sé.- Dijo divertido, la chica se puso un poco pálida.- Me estoy quedando contigo. Estaba practicando algunos hechizos quieres que te muestre algunos?- La chica vuelve a asentir emocionada.- Avis.- Una bandada de pájaros salieron de la varita del chico y volaron alrededor de la cabeza de Regina antes de salir por la ventana.

- Es genial.- Dijo emocionada.- Yo ya tengo uno aprendido.- Dijo sacando su varita. La levantó hacia la ventana.- Aguamenti.- Un pequeño chorro salió de la varita mojando la ventana. Guardó su varita.

- Eso está muy bien para una niña de primer año.- Dijo sonriendo por el pasillo se oyó a varios niños corriendo, Regina se acercó a ver que era, un chico rubio corriendo por todas partes. Regina reconoció a Hermione que andaba detrás de él.

- Hermione.- Dijo llamando la atención de la castaña. Ella la reconoció también al instante.- Pasa algo?-

- Un chico llamado Neville ha perdido un sapo, no lo habrás visto por casualidad?- Dijo con un poco de esperanza.

- No lo siento, pero te ayudaré a buscarlo.- Dijo antes de salir del todo con Hermione.- Cedric luego vuelvo.- Dijo cerrando la puerta. Fueron mirando por varios camarotes.- Si nos separamos mejor.- Dijo seria, cada una fue en una dirección. Regina dio vueltas sin resultado hasta que volvió donde había empezado, abrió el compartimento sin darse cuenta de que era el suyo al ver a Cedric soltó un suspiro de agotamiento.

- Sin resultados?- Comentó el chico, ella negó.- Te aconsejo que te pongas la túnica estamos apunto de llegar.- Dijo con tranquilidad. Regina le hizo caso y no tardaron mucho en llegar.- Bueno nos veremos en el gran comedor, con suerte coincidiremos en Hufflepuff y si no nos veremos por los pasillos.- Dijo antes ella miraba hacía todos lados se subió en el mismo bote que Hermione en el que ya habían dos chicos uno pelinegro y el otro pelirrojo.

- Has encontrado algo?- Preguntó Hermione, Regina negó.- Ellos son Ron Weasley y Harry Potter, chicos ella es Regina Mcfly.-

- Hola.- Dijo la chica sonriendo, Harry se sorprendió cuando ella no le dijo nada sobre su cicatriz ni nada por el estilo, al igual que Hermione que sabía que venía de una familia de magos entonces tenía que conocer a Harry. Y claro que lo conocía pero pensó que a nadie le gustaría recordarle como perdió a su familia ella también odiaba pensar en la noche que perdió a su madre. Llegaron a la escuela y allí los esperaba una mujer alta, de cabello negro y túnica verde esmeralda. Tenía un rostro muy severo que asustó un poco a Regina.

- Los de primer año, profesora McGonagall.- Dijo Hagrid.