Herencia Maldita (Severus Snape)

Llegada

A la mañana siguiente Regina se encontró con sus amigos y Hermione le explicó su proyecto.

- Puedes contar conmigo para lo que sea Hermione, todo el mundo tiene derecho a la libertad.- Dijo seria. Hermione le dio un pin. Cuando Harry le contó la carta de Sirius se quedó pálida.- Yo le mandaré otra diciéndole que estamos bien, con Dumbledore aquí lo que sea que pase estaremos seguros. Y antes que dejar que vuelva a Azkaban me enfrento a todos los dementores que existen.- Dijo seria. Ese mismo día en clase de Defensa, resistió completamente la maldición Imperius al tercer intento, y solo con una leve contusión en el brazo. Cuando terminó la clase de cuidado de criaturas mágicas Hagrid les ofreció tomar té con él el viernes.- Lo siento Hagrid pero a partir de ahora no tendré ningún viernes libre, tengo clases de pociones avanzadas, Snape se ofreció cuando me calmó por la clase de Defensa.- Dijo seria, Harry Ron y Hermione la miraron incrédula. Siguieron su camino.

- En serio, Snape quiere darte clase extra?- Preguntó Hermione confusa.

- Y tú has aceptado?-

- Y por qué no?- Dijo moviendo sus hombros.- El año que viene tenemos los TIMOS es una manera de avanzar en la materia y fue idea suya así que no creo que sea tan desagradable.- Dijo seria. El viernes cuando todos corrieron fuera de clase de pociones, Regina se quedó.- Profesor, había pensado que como hoy vienen los estudiantes de Beauxbatons y Durmstrang.........-

- Sí, ya lo había pensado, empezaremos con las lecciones la semana que viene, traiga bien estudiada la primera poción.- Dijo serio.

- Sí profesor.- Dijo sonriendo antes de salir. Desde el comité de bienvenida Regina vió a los alumnos y a los directores, podía decir que Madam Maxime era la mujer más grande que había visto nunca y que Karkarov no le daba muy buenos presentimientos. Los alumnos de Durmstrang se sentaron en la mesa de Slytherin Regina saludó con una sonrisa a la chica que se sentó frente a ella.- Regina Mcfly un placer.-

- Ania Maximoff, igualmente.- Respondió ella seria, su pelo era rubio y sus ojos eran de un tono azul oscuro muy agradable. Al finalizar el banquete Regina se encontró con sus amigos y ella y Harry dejaron pasar a los alumnos de Karkarov. Él se quedó mirándolos más a Harry pero Regina también llamó un poco su atención.

- Sí son Harry Potter y Regina Mcfly.- Dijo Moody serio detrás de ellos. Karkarov palideció aún más al ver a Moody.

- Tú!- Dijo serio, casi asustado.

- Sí, yo. Y, a no ser que tengas algo que decirle a Potter o a Mcfly, Karkarov, deberías salir. Estás obstruyendo el paso.- Dijo muy serio, e director siguió su camino, Regina pensó en porque de esa situación pero lo dejó estar. A la mañana siguiente se encontró con Cedric.

- Hola Ced, cómo va todo?- Preguntó sonriendo.

- Bien, pensando en muchas cosas, tú no has pensado en el torneo?- Preguntó nervioso.

- Me quedan tres años para poder hacerlo, pero de todas formas no me gusta poner mi vida en riesgo por gloria, aunque estaría bien.- Dijo pensativa, miró a su amigo seria.- Por qué lo preguntas?- Dijo confusa, entonces cayó que Cedric si tenía diecisiete.- Estás pensando en participar?!- Se quedó callada unos segundos pensándolo bien.- Si te importa mi opinión, creo que serías el mejor, pero sería una pena que te golpearás esa cara tan bonita.- Dijo antes de marcharse, dejando al castaño un poco ruborizado. Se pasó el resto del día leyendo y esa misma tarde esperaba el resultado como todos, no prestó nada de atención a los otros campeones, hasta que llegó el de Hogwarts.

- Cedric Diggory.- Dijo Dumbledore, Regina se unió al coro que animaba al castaño hasta que desapareció, no prestaba demasiada atención a las palabras de Dumbledore ya que sus pensamientos estaban en Cedric y en todo lo que podría pasar, hasta que vió como el cáliz de fuego sacaba otro papel y Dumbledore lo leía en voz alta.- Harry Potter.- Dijo serio. Los mandaron a sus dormitorios y Regina no tuvo otro remedio que retirarse de buena mañana se levantó temprano y esperó en la puerta a que Harry saliera, cuando salió con Hermione fue a abrazarlo.

- Harry lo siento, espero que estés bien.- Dijo separándose.

- Sí, bueno, Ron no me habla y todos creen que puse mi nombre.- Dijo serio.

- Oye a mi no me metas, te conozco y sé que no eres tan suicida como para meter tu nombre y además como lo harías?- Dijo obvia.

- Gracias.- Dijo Harry sonriendo. Durante el día se topó con Cedric y lo paró.

- Hola, cómo estás?- Preguntó preocupada.

- Estoy bien, un poco nervioso, pero seguro que Harry está peor.- Dijo sonriendo.

- La verdad es que no está nada bien.- Dijo seria.- Felicidades y lo dicho intenta que no te golpeen muy fuerte.- Dijo antes de seguir con su camino