Vueltas del Destino.

Final.

Me sentía atrapado entre mi propio mundo. Era horrible,..era horrible sentir que tu misma vida te estaba conduciendo a un camino de dolor o quizás de muerte.

El aire me pegaba con todas sus fuerzas y todo lo que veía a mi alrededor parecía volver del pasado, en mi cabeza pasó la idea de que ya era mi hora, este sería mi trágico fin. Aproveché para derramar todas las lágrimas que podía.

¿Cuando me había vuelto tan miserable?. ¿Cuando mi vida había dado un giro completo para llegar a esto?.

Varias cosas atraviesan en mi cabeza en tan poco tiempo. Es curioso, la vida parece aliarse con el mundo para detenerse solo por unos cortos segundos y dármelos a mí, pero si iba a morir ya, ¿De qué me servía?.

Los recuerdos empiezan a pasar en el aire cual película, no tenía intenciones de recordar ahora nada pero internamente quería hacerlo. La manera en la que conocí a Sungmin, nuestras primeras palabras intercambiadas,..estaba recordando todo, sus sonrisas, sus abrazos, sus besos, cuando salíamos, cuando entre nosotros no habíamos nada más que cariño.... El accidente, su última sonrisa, su último afecto hacia mí, su despedida, su último adiós, mi depresión. Tantas cosas.

Pero como si no fuera suficiente mi cerebro siguió emitiendo más y más escenas, ahora con Ryeowook. Todo lo que había pasado con él, cada momento a su lado, cada sonrisa, cada beso, cada experiencia... Nuestro primer beso, nuestro primer abrazo, nuestra primera vez.

Todo estaba pasando tan rápido. Tan solo era cuestión de segundos.

Ya no sentía nada, no sé qué es lo que soy ahora, me he perdido por completo.

Todo está oscuro, mi cuerpo parece no querer hacer caso a lo que mentalmente le ordeno, y quizás puedo entenderlo. Me siento débil y sin fuerzas, ¿Donde me encuentro?.

Los minutos pasan y mi cuerpo empieza a reaccionar, siento dolor, entonces por eso me doy cuenta que sigo vivo, ¿O también fuera de la tierra uno siente dolor?. Siento una calidez en mi mano, se me hace familiar, conozco ese tacto.

Leeteuk.

Sonidos extraños empiezan a colarse entre mis oídos, empiezan por lo bajo hasta volverse considerablemente alto, no me lastimas, pero se me hace raro que sean pequeñas notas pausadas. No sé dónde me encuentro. Mis ojos, quiero abrirlos, pero mis párpados están demasiado pesados que me cuesta abrirlos, pero la luz entra en mis pupilas y, aún lastimando mis ojos, siento alivio de poder abrirlos.

— Despertó. ¡Despertó! — aún me cuesta trabajo mirar aquel sujeto — ¡Enfermera. Ha despertado!.

Veo a varias personas a mi lado, los empiezo a reconocer de forma tan lenta que me cansa. Emito un quejido, me duelen los costados, la cabeza me palpita. Cierro los ojos cuando siento dolores a causa de unas manos que me empiezan a recorrer justo esa zona. Ah, cómo duele.

Nunca en mi vida me había dolido tanto despertar. Ahora me siento cansado, más bien, mi cuerpo me pesa. Una mano empieza a acariciar mi cabello y parte de mi mejilla, me susurra palabras a las que no presto tanta atención por el dolor que siento, pero su tacto me hace bien.

Los veo de nuevo ahí. Son los chicos, estoy feliz de verlos, los he extrañado tanto. Intento hablar, mi garganta está seca, demasiado seca. Tengo mucha sed.

— Pronto estarás mejor. Ya lo verás.

Es Hyuk, siempre ha sido un chico de muy pocas palabras, pero si lo llegasen a conocer sabrían más de él. Es una persona muy hermosa. Todos lo son.

Los miró mejor, aún no me acostumbro del todo a la luz pero quiero verlos. Sus rostros me hacen sentir mejor, pero mis ojos van de un lado a otro buscando a alguien más, no lo veo, él no está ahí.