Cap 29 Houston tenemos problemas.

3.9K 188 22
                                    

Besar...

Dar un beso puede significar muchas cosas.

Jamás voy a olvidar mi primer beso, fue con Jack Fitchers, estabamos jugando a las escondidas, yo debía de tener unos 8 o 9 años quizá más, fue lo que se puede decir un momento incómodo, pues estábamos en la casa de una de mis amigas, era su cumpleaños, como niños cualquiera se nos ocurrió jugar a las escondidas, jack pensaba besar a Alana la cumpleañera, pero por errores técnicos -Yo siempre de distraida- Estaba en el momento incorrecto en el lugar incorrecto y Jack me beso a mi, fue muy incómodo seguir hablando con el luego de eso.

Errores de niños.

La primera vez que bese por "amor" debía tener unos 16 años y bese al idiota de Sebastián.

Me invito ir al cine, y yo muy emocionada acepté, pues me gustaba de hace algunos meses y el lo sabía, ya estando en el cine me pidió que fuéramos novios yo muy feliz le dije que si y nos besamos. Según yo el mejor de beso de toda mi vida.

Pues no.

Justo ahorita estoy aquí.

En una cama de un cuarto de hotel, besando al idiota de Matteo Coleman.

Mi enemigo.

¿A que quieres llegar Vanessa?

La verdad es que nose.

Nose porque lo estoy besando.

Nose porque me siento de esta forma.

Nose porque no lo e apartado de mi.

Todo está mal. De eso estoy muy segura. Sólo que su manos recorriendo mi cuerpo, sus labios sobre los míos y este calor que hay a nuestro alrededor. No me ayuda a concentrarme.

Me agarra de los muslos y levanta mi cuerpo para ponerme sobre su torso. Quedo sentada sobre el, pero no hemos parado de besarnos.

Sus manos tratan de soltar las correas del bralet que traigo puesto.

Y en ese momento la parte de mi cerebro que se había mantenido dormida despierta.

Salto de su torso para caer del otro lado de la cama. —¡Que mierda estamos haciendo!— Digo en un grito.

Al parecer el también reacciona, pone sus manos sobre su cara. —¡Peor aún, que íbamos a hacer!. —Dice el alterado. —No puedo creer esto. —Dice. —Como siquiera pude considerar la idea de que tuviéramos sexo. ¡Que asco!. —Espeta.

—¿¡Disculpa!? ¿¡Asco!? Asco lo que siento yo por ti, como es posible que si quiera te besara. Oh dios, ¡voy a vomitar!. —Digo mientras sostengo mi estómago.

—Tu fuiste la que dijo, ¡esto está mal... Pero se siente bien! —Dice.

—¡Pero tu me besaste primero! —Digo ofendida.

—¡Soy hombre! ¡Soy débil! ¡Y acaso no ves lo que traes puesto!—Dice con un tono de voz agudo.

—¡Que excusa tan ridícula! Soy hombre -Le remedo- ¡Por Dios! ¡yo soy mujer y eso que!

—¡Ok ya! No vamos a pasar toda la noche pensando en de quien fue la culpa. Porque ambos somos culpables, solo... lleguemos a un acuerdo ¿bien? —Dice y por primera vez creo que dice algo maduro.

—Te escucho.

—Esto —Dice señalandonos con su dedo indice. —Nunca pasó. ¿Ok?

—Ok. —Digo para finalizar está conversación.

El asiente y se vuelve a acomodar en la cama. Yo busco en el armario de la habitacion, a ver si hay algo que me ayude a cubrirme. Consigo batas de baño tomó una y me la coloco. Tomó unas cobijas del mismo armario y hago una especie de barrera sobre la cama, entre Matteo y yo con estas.

¿Tenias Que Ser Tu?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora