Capítulo 5

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 Algunos días se convirtieron en horas eternas y otro días se volvieron en segundos veloces, lo único que traía consigo esos días, era la ruptura de un amor genuino, un amor que era del bueno mientras que duró, pero ahora, con la mente clara y los ojos abiertos, me doy cuenta que dí lo mejor; que estuve con el cuando me necesitaba, que respete su pasado y aprecie el presente con el. Creí que era la persona correcta, pues el fue mi primer amor, era algo fuerte y creíble, sentía que se me iba la respiración con sus besos, Alan... 

-Tenias que haber dicho que no Alan....

Tenías que haberle dicho que no a Kate, te entregue mi tiempo como la mayor fortuna de todas y tu, tu y nadie más que tu lo empeñaste en besos pasajeros, en un amor que solo eran segundos, mientras que el amor que te daba era un amor de horas, de días, de meses y que podría haber sido de años siempre cuando ambos lucháramos juntos.

Mientras pienso todo esto, me encuentro observando por la ventana, la tenue luz de la luna, el caer de la abundante nieve y el frió consigo mismo.  

-¡Emy! que haces acá arriba, falta poco para ser navidad -dice mi amiga entusiasmada.

-Dame un momento, me pondré el gorro y la bufanda.

-Te llevaré -toma de la silla de ruedas y me lleva al salón donde un árbol hermoso y la calidez de la cabaña nos acompaña.

-5...4...3...2...1.. 

-FELIZ NAVIDAD! -dicen mientras todos se abrazan y se desean feliz navidad.

-Feliz navidad -abrazo a mi papá y a mi hermano- los quiero.

-Y nosotros a ti -mi padre y mi hermano besan mis mejillas.

los padres de Carol se acercan a nosotros y nos desean feliz navidad.

-Feliz navidad para ti también Emy -besan mi frente los padres de mi amiga.

-Feliz navidad hermana -me abraza mi mejo amiga con gran entusiasmo- haber hay que subir esos ánimos.

Alcabo de unos minutos mi amiga toma de mi silla y me lleva consigo a la chimenea.

-Hace mucho frió -dije abrigándome un poco más la chaqueta.

-Vamos a calentar nuestras manos mientras que me cuentas porque tienes esa cara de estirada.

-Estoy bien Carol, solo es un poco estar aquí pero me alegro de estar con ustedes -le dije mientras observaba a nuestros padres y a mi hermano riendo.

-Esta bien, no te preguntare más porque no te quiero abrumar.

-¿No extrañas a Abraham? -Abraham es el novio de mi amiga, llevan un año juntos.

-Si, mucho pero el está este año con su familia en Francia, no podría haberle dicho que no fuera.

-Entiendo.

-¿Qué tal si asamos malvaviscos? -menciona con gran entusiasmo.

Es inevitable que no se me ilumine la cara, ella y yo solíamos hacer fogatas en el patio de atrás de la casa solo para asar malvaviscos, nos tardábamos más en prender el fuego que en asarlos.

-Claro que si bebé.


Después de unos largos y duros meses, mañana se cumple un año tras haber ocurrido el accidente, el día catorce de octubre como olvidadlo. Que puedo decir, un año donde me limite a querer saber de amores, donde me enfoque en mi familia y mis estudio; debo de admitir que la UCLA tras mi reintegro, estuvo al tanto de mis necesidades en cuanto a lo ocurrido con el accidente. El decano de la facultad de Negocios y Administración, el señor Williams se percató todo el tiempo de que me fuese bien en los estudios como una futura administradora de empresas.

Fue un año de cambio, donde me convertí en una persona más segura de mi misma pero también desconfiada de los hombres.



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