[{ＴＲΛＤＵＣＣＩ♢ＮΣＳ}] Cuero y Plumas: Cuando dos reyes colisionan

Picnic Panic

DEDEDE

El trio dejó el castillo, Bowser, Dedede y Adeleine paseaban energéticamente por el pueblo, por el este, lado contrario donde Bowser había venido.

Dedede vio a Bowser observando su alrededor. El rey Koopa obviamente noto que era más agradable ver el área mientras no tengas armas apuntándote. Adeleine caminaba rápido, guiándolos, agarrando a Dedede de la mano.

Dedede supo que él lucia sumiso para ser un rey maligno. Era muy bárbaro, para ser honesto ─ En realidad él era solo malo cuando estaba poseído.

El pingüino miro hacia atrás. Bowser tenía dificultad para mantenerse cerca, con sus piernas masivas, bestiales y musculosas, haciendo que se viera como un zombi buscando el cerebro de alguien.

Aparte del comportamiento agresivo del Koopa, Dedede eligió ser el hombre social y empezar la conversación. Además, para ser honesto, su ser había captado su atención – él era muy diferente para alguien de Dream Land.

Mientras caminaban a través del campo verde, ahora a menos de media milla desde el pueblo, Dedede se liberó del agarre de Adeleine para ir atrás y conversar un rato con Bowser. "Santas estrellas, esa chica tiene un agarre fuerte."

"¿Disfrutando ser arrastrado como un muñeco de trapo? ¿O solo tratas de mantener a tus objetivos dentro de una sensación falsa de seguridad para manipularlos fácilmente?" Bowser sonreía de oreja a oreja mientras pasaban entre algunos árboles secos y nubes acolchonadas, el cielo con el sol del atardecer

"Um... lo segundo." Dedede deseaba que dejara de preguntar. Era sorprendentemente difícil mantener el toque de chico malo, especialmente con la inocencia de Adeleine arruinando su reputación.

Bowser rio. "De veras que eres todo un personaje."

"Oh, ¿Quién te invito?" regaño Dedede.

"Tu enamorada, Madeline."

"Adeleine. Y ella no es mi enamorada, está fuera de mi rango de edad. ¿Por qué insistes en emparejarme con alguien?" Suspiro, tratando de calmar su actitud defensiva natural.

"Como sea. Eres muy enojón, ¿sabes? Aquí estoy, tratando de bromear con tu jodido temperamento, incluso cuando la que más vida social tiene en este grupo – Aparte de mí, obviamente – es una niña de 12 años."

"Eres demasiado rudo. No me agradas," dijo Dedede. Maldición. No debería de irrespetar así a un completo desconocido.

"No me importa si te agrada, capullo," dijo Bowser, "Solo quiero algo de comida y salir de este basurero azucarado."

"Buen escape," contesto Dedede, comenzando a perder aire mientras subía un monte. "Debes de ser la persona más molesta que alguna vez conocí." Rayos. Eso vino un poco más fuerte de lo que tenía pensado.

Bowser alzó sus manos en exasperación. "Mírate al espejo, Pánfilo. He estado tratando de divertirme charlando y tú tomaste todo seriamente. ¿Eres así de amargado todo el tiempo, o solo necesitas sexo?"

Dedede entrecerró los ojos. No dijo nada.

Pronto alcanzaron la cima del monte, resaltando un árbol solitario, que debajo tenía un estereotipado mantel de cuadros rojos y blancos, montado por algunas canastillas y todos los tipos de lonches – Sándwiches, bolas de arroz, donas mermeladas (Que, ante el ojo desatento, lucia similar a una bola de arroz) y algunas botellas de jugo de frutas y agua. A pesar de la variedad, la comida era claramente menos de lo que podría entrar en las canastas. En dos rincones del mantel estaban sentados un Waddle Dee y Kirby, un redondo y rosado orbe con zapatos rojos y mejillas rojizas. Bowser parecía tensarse cuando los vio.