Flechazo azucarado

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BOWSER

El picnic había terminado, luego de descansar y hablar un rato, el grupo se dirigió de vuelta al pueblo. Dedede estuvo callado por casi todo el paseo, y Bowser no quiso molestarlo. Claramente ya estaba demasiado triste.

Cuando se acercaban al castillo, el cielo ya se había tornado rosa con la insinuación de un atardecer. Luego de aquella merienda, ninguno de ellos tenían las fuerzas de cenar, y Bowser estaba seguro de que Dedede estaría contento de cenar solo después.

¿Qué es esta parte de mí? Pensó Bowser. ¿Por qué me preocupo por los sentimientos de ese pingüino con sobrepeso? A quién le importa.

En las puertas del castillo, todos comenzaron a despedirse.

"Espero que podamos vernos de nuevo, Bowser," decía Adeleine con un pequeño ademan. "¡Tus aventuras de derrotar a plomeros malvados son extraordinarias!"

"Poyoooo" Dijo Kirby.

"Sip, fue divertido romper el hielo contigo." Agregó Waddle Dee.

"Mírate, hablando así. ¿Tratas de actuar chido en frente de él?" dijo Dedede.

Bowser le lanzo una mirada de enojo y golpeo su frente. "Mira quién lo dice. Actuando como si fueras esa gran, aterradora, malévola fuerza cuando pasas tus días yendo a picnics y mierdas. Eres patético."

"Soy malo hasta el fondo, compa, y nada de lo que digas lo cambiara." Dedede trataba de lucir convincente.

"Quiero decir, tú has causado un montón de destrucción aquí unas veces," defendió Adeleine, "Pero estabas posei—"

"¡Okay, okay, él no necesita toda la historia, Adeleine!" Dijo Dedede, moviendo sus manos en señales a ella.

Bowser estaba sorprendido. "Huh. Supongo que te subestime... amigo"

"No lo fuerces." Obviamente Dedede trataba de esconder una sonrisa.

"Bueno, supongo que me largó," dijo Bowser. "Sayonara."

Adeleine, Waddle Dee y Kirby se despidieron con la mano.

"Chau..." dijo Dedede, tímido.

Bowser avanzó unos cuantos pasos y vio atrás. Por poco pensó que había visto algo de decepción en los grandes ojos del pingüino.

Probablemente triste porque soy todo un idiota... espera, a quién engaño, soy asombroso. ¡Obviamente él solo quiere que me quedé!

Se dirigió al oeste del pueblo.

En la cabina de la aeronave estacionada, Bowser puso curso para retornar al reino Champiñón en su planeta natal. Mientras veía como Dream Land se perdía en la distancia, deseaba saber si podría regresar. ¿Cómo iría? « ¡Chicos, los extrañe! » « ¡Solo quería volver! » Se avergonzaría de sí mismo, eso seguro.

Ese Dedede seguía dando vueltas en su mente. Bowser pensaba que estaban divirtiéndose con las bromas pero el pingüino seguía ofendiéndose por ellos. ¿Por qué tenía que ser tan sensible? ¿O acaso todo sonaba vulgar al venir de tan horrorosa criatura?

Se golpeó la cara. No dejes que eso pensamientos regresen. Y recuerda que no necesitas a nadie.

───

Cuando regresó a su castillo en la mañana siguiente, luego de descansar en su nave gracias al piloto automático, lo primero que hizo después de ser saludado por su tropas y ser inundado por información... fue echarse una lavada en sus aguas termales personales, calentado por las venas de magma bajo la tierra.

[{TRΛDUCCI♢NΣS}] Cuero y Plumas: Cuando dos reyes colisionanWhere stories live. Discover now