Capítulo 6
Kira
Yo: ¡¿Quién mierda te crees para andar dando opiniones de como soy yo?!- le grito en cuanto entro en la cocina y lo encuentro sentado en la mesa tan tranquilo como si no hubiera hecho nada.
Paúl: Primero que todo, baja el tono de voz, recuerda que no estamos solos, segundo, no tengo ni idea de lo que dices.
Yo: ¡Me importa una mierda si estamos o no solos! TU no tienes derecho a andar hablando de mí.- lo apunte con un dedo furiosa y apunto de golpearlo.
Paúl me miraba sin comprender y los chicos como si fuera una loca, a esta altura creen que ellos ya habían comprobado que yo no estaba bien de la cabeza y me valía mierda lo que opinaran.
Harry: Perdona Paúl, no quise decírselo, solo se me salió.- se disculpó apareciendo detrás de mí con una mirada apenada.
De repente, Paúl pareció haberlo comprendido e hizo una mueca mirándome:
Paúl: No pensé que te lo tomarías tan mal…
Yo: Ya vez que lo hago, no puedes hablar de mí, no quiero mejor dicho que lo hagas, solo yo puedo hacerlo ¿Entendido?
Paúl: Ok…-dijo dudoso.
Yo: Más te vale.- me gire hacía los chicos luciendo mi peor cara.- Y para ustedes también va eso, si hablan de mí, puedo asegurarles que no vivirán para contarlo.
Asintieron frenéticamente y pensé que parecían robots, negué con la cabeza ante esto y volví a fijar mi vista en Paúl que parecía nervioso y avergonzado. Sonreí internamente por haber logrado aquello yo misma y sin decir nada camine hasta la heladera y la abrí para luego voltearme y mirar a Harry solo un momento haciendo como si nada hubiera pasado realmente:
Yo: No te molesta que tome algo de comida ¿No?
Harry: No, creo que tengo una ensalada en el fondo y una Coca- Cola Light…- se acercaba lentamente para mostrarme donde estaban y con un poco de miedo, sabía que lo que cruzaba por su mente era que yo lo golpearía ahí mismo.
Yo: ¿Ensalada? ¿Me vez cara de delicada que me ofreces esa cosa?- lo miro volviendo a mi diversión y burla natural.- No pienso comer una maldita ensalada, eso es para idiotas que quieren parecer palos, a mi dame un pedazo de pollo y listo…
Harry: ¿Te gusta el pollo?- parece sorprendido por ello como si no pensara que yo fuera de ese tipo.
Yo: Me gusta todo lo que sea carne.- me encojo de hombros mientras rebusco en su heladera algo que haya sido sacado de una vaca o un cerdo, incluso comería pescado.- Bueno, me gusta toda la comida, menos la ensalada y el Brócoli, ugh, eso es asqueroso.- hice una mueca de asco al pensar en la verdura verde que mama me obligaba a comer de pequeña porque según ella, comerla me haría “Grande y fuerte” já, como si fuera hubiera pasado en algún momento.
Harry: Me recuerdas a alguien.- sonrío por primera vez con diversión.
Yo: ¿No tienes pollo?- inquiero bufando luego de no encontrar nada que poder comer en su heladera.
Harry: Había un tarro que compre ayer, no sé porque no está ahí….
Yo: Yo sí sé…- me quejo y luego miro hacia la mesa donde encuentro lo que busco.
El rubio de ojos azules está comiéndoselo muy tranquilo y sin percatarse de que yo lo estoy viendo desde una corta distancia. Camino hasta él y de un movimiento rápido le saco el pote de pollo de las manos para tomar un muslo en mi mano y encajarle mis dientes sobre la carne crujiente, deliciosa y todo lo que se le pueda decir a un pedazo de pollo tan rico como aquel. Amo la comida, es algo que nunca pienso dejar de amar, como a Justin Bieber, ese chico es la jodida perfección encarnada.