Día 12: Agresivo/Duro

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Sentía su piel arder, con cada golpe y cada latigazo su cuerpo se sentía más débil, las ganas de rendirse haciéndose presentes con cada segundo y cuando realmente estaba por darse por vencido, los golpes cesaron para ser reemplazados por besos y lamidas sobre las heridas que aun ardían sin cesar, sintiéndose tan agotado, que en cuestión de segundos, había cerrado sus ojos sin poder abrirlos.

Se preguntaba cuando su vida había dado un giro como ese, se había enamorado de aquel hombre a primera vista, dispuesto a aceptar todo de él, descubriendo luego que estaba cometiendo el peor de los errores, porque Min Yoongi no era más que un criminal y uno muy peligroso, que se había encaprichado con él.

Al despertar, su cuerpo estaba vendado, sus heridas ya no dolían y estaba tentado a levantarse cuando una mano lo sostuvo con delicadeza, impidiendo que realizara aquel movimiento brusco que terminaría por lastimarlo más. A su lado, aquella dulce chica le dedicaba una sonrisa para calmarlo.

- ¿Jisoo? ¿Cuánto tiempo dormí? – Fue lo primero que cuestionó.

- Solo un par de días, SeokJin – La pelinegra le dedicó una sonrisa para calmarlo – El señor Min ha estado preocupado por ti

Suspiró al escucharlo – Sí, claro

Siempre era igual, su relación se había convertido en eso, maltratos sin cesar cada vez que al menor le provocaba, era su forma de relacionarse y SeokJin odiaba eso, pero no tenía más opciones, ya había intentado escapar y las cosas no habían resultado de la mejor manera, pero se resignó a mantener una actitud sumisa ante toda aquella situación.

Resignado a vivir aquel infierno del que era prisionero por haber sido tan ingenuo y creer que podría ayudar a Yoongi a tener una mejor vida, por haberse enamorado de aquel criminal que solo le causaba daño y ahora, estaba tan arrepentido, que el dolor en su cuerpo no se comparaba al dolor que sentía en su corazón por haber sido tan tonto.

A medida que los días pasaban, su cuerpo se recuperaba y eso le causaba terror, porque sabía, Yoongi volvería a golpearlo cuando estuviera nuevamente sano, porque esa era su forma de demostrarle amor, un amor enfermizo y posesivo que solo les hacía daño a ambos, pero aunque SeokJin había tratado, no podía detenerlo por más que quisiera.

- Hoy te ves muy bien, SeokJin – Observó la sonrisa de Jisoo al verlo recuperado.

Le regresó la sonrisa, al menos había algo grato en aquella enorme casa, la mujer frente a él, que ahora lo ayudaba a terminar de abrochar su camisa era la más relajante que tenía, era como un ángel en medio de aquel infierno que vivía y ciertamente estaba agradecido por ello, porque Yoongi le había permitido que aquella chica se quedara con él, para que lo cuidara y asistiera.

- Gracias, Jisoo-ah – Se acercó, besando sus labios castamente antes de sonreírle, sentía por esa chica un enorme cariño, compartían una bonita amistad.

- Te ves muy bien hoy, mi amor – Se tensó al escuchar la voz de Yoongi e instintivamente, movió a Jisoo para que se escondiera detrás de él, cosa que le causó cierta gracia a Yoongi – Vamos, Jinnie, tengo algo lindo para ti

Con algo de nerviosismo se alejó de la menor, caminando hasta tomar la mano de Yoongi, caminando hasta el jardín de aquella enorme y solitaria casa, llegando a aquel invernadero lleno de hermosas flores. Sintió su corazón latir con intensidad cuando en el centro del lugar, había una mesa con varios bocadillos.

- Espero que sea de tu agrado, amor, feliz aniversario

Lo había olvidado, hoy se cumplía un año desde que había comenzado a vivir con el menor, un año desde que había entrado a aquel horrible infierno – F-Feliz aniversario, Yoongi – Las palabras salieron tan golpeadas que temía molestar al hombre frente a él.

Yoongi lo llevó hasta la mesa, ayudándolo a acomodar su silla como todo un caballero, comiendo junto a él, tomando su mano de vez en cuando y sonriendo al ver a SeokJin relajarse en aquel encuentro romántico, hasta que el sonido de su teléfono los interrumpió, revisando el mensaje con el ceño fruncido.

SeokJin lo observó con preocupación, la expresión en el menor había cambiado - ¿P-Pasa algo, Yoongi?

- Solo algo divertido – Lo observó ponerse de pie hasta quedar detrás de él para sujetar su cuello con molestia – Lee Jae Hwan dice que tiene intenciones de arrebatarte de mi lado ¿No es divertido, amor?

Apenas y podía respirar – Y-Yoongi...

- ¿Verdad que solo es una maldita broma, amor? – El agarre fue aún más fuerte así que solo pude asentir, logrando que el menor lo soltara – Es bueno saber eso, no quisiera saber que alguien más quiere llevarse a mi Jinnie

Con todas sus fuerza, obligó al mayor a levantarse y lo recostó sin ningún cuidado sobre la mesa, lastimando algunas heridas que le faltaban por sanar, rompiendo la ropa que cubría el cuerpo de SeokJin para dejarlo completamente desnudo, tocando cada cicatriz que adornaba su cuerpo.

Cerró los ojos con rabia, desabrochando su pantalón para bajarlo junto a su ropa interior, levantando luego las piernas de SeokJin al aire, dejando su entrada a la vista e introduciendo su miembro sin ningún cuidado, embistiendo con tanta fuerza que pudo escuchar con claridad cada grito del mayor, pero sin reales ganas de detenerse.

Con cada embestida, golpeaba cada vez más la próstata del mayor, llegando a un punto donde los gritos de SeokJin ya no eran de dolor, porque el placer era aún más intenso, que alejaba cualquier otra sensación en su cuerpo que no fuera la de su interior siendo fieramente estimulado de la forma en la que Yoongi lo hacía.

El menor clavó sus uñas sin piedad en la piel de SeokJin, rasgándola a su gusto, dejando marchas que de seguro más tarde, serán nuevas cicatrices en su piel, hasta que ambos alcanzaron su orgasmo. SeokJin sentía que no podía moverse y cuando Yoongi lo obligó a alzarse para quedar sentado sobre la mesa, un punzón lo hizo estremecer.

El rostro de Yoongi se escondió en la curvatura de su cuello, sintiendo como éste respiraba con dificultad antes de morder con tal intensidad que estaba seguro, lo había roto, porque podía sentir el ardor fuerte en su piel mientras Yoongi lamia la zona como si con eso pudiera hacer algo.

Lo sintió abrazarlo con intensidad mientras unas lágrimas caían en su espalda, sorprendiéndose al sentir el cuerpo del menor ser sacudido por espasmos propios del llanto - ¿Y-Yoongi?

- No puedo dejar que te lleven, SeokJin – Escuchó atento como el llanto del menor aumentaba – No puedo vivir sin ti

Y en ese momento se sintió el hombre más idiota de este mundo, porque aquellas palabras habían removido todo en él, porque el hombre que tanto lo hería, ahora lloraba en sus brazos por temor a perderlo y eso lo hacía feliz, porque SeokJin también estaba enfermo, porque esa relación lo había envenenado y no podía dejarla, no podía alejarse de Min Yoongi, porque estaba perdidamente enamorado de él.


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Es tan sad que lo amo *-* me dieron ganas de hacerle un fic medianamente largo a esto *-*

Dedicado con amor a PinkBabyPigeon casualidades de la vida tú elegiste este día y hay gente que quiere secuestrarnos xD

30 Days of Smut Challenge   °°YoonJin/JinSu°°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora