30 Days of Smut Challenge °°YoonJin/JinSu°°

Día 4: Voyeurismo

El día había sido tan agotador, si tenía que volver a ese horrible lugar iba a matar a alguien, pero tampoco tenía más opciones, aunque odiara trabajar en ese restaurante, necesitaba el dinero para seguir pagando sus estudios, luego de que por fin lograra graduarse podría dedicarse realmente a lo que más amaba, la música.

Al llegar se alegró porque pudo observar en la cocina un cartel que decía "tienes tú cena en el horno, disfrútala", aquello le saco una sonrisa. Hacía unos meses que se estaba viendo apretado con la renta del departamento, así que aprovechó que tenía una habitación vacía para poder alquilarla y así dividir los gastos con alguien más.

Aunque había perdido las esperanzas al no encontrar un compañero, agradeció a los dioses cuando un chico de su edad había llegado a su puerta preguntando por la habitación. Kim SeokJin estudiaba para ser chef en otra universidad que dada la casualidad, estaba muy cerca de su departamento.

Luego de una pequeña e informal entrevista con el chico ridículamente atractivo, llegó a la conclusión de que sería un buen compañero por su personalidad tan tranquila. Y sí que fue una buena idea, SeokJin había tomado el atrevimiento de ser él, quien preparara la comida en el lugar, alegando que le servía de práctica y Dios bendiga sus habilidosas manos, porque tenía un gran sazón.

Sacó con gusto la comida del horno, sentándose en el sofá para disfrutarla de manera cómoda, normalmente no era fan de los cambios bruscos y seguidos, pero ciertamente se alegraba de que SeokJin tuviera platillos nuevos que practicar, porque nunca en su vida había comido tan exquisito como durante esos meses que el mayor llevaba viviendo con él.

Cuando por fin terminó, lavó su plato y caminó hasta su habitación, tenía trabajos que hacer y necesitaba con urgencia salir de eso para poder tener unos momentos de relajación. Encendió su computador, dispuesto a comenzar a trabajar cuando se percató de que sus auriculares no estaba en sus bolsillos, así que revisó su mochila, su mesa de noche, su escritorio, en fin, revisó toda la habitación y no encontró nada.

Los había dejado en su trabajo cuando se cambió el uniforme, suspiró derrotado y frustrado, tendría que trabajar sin ellos, pero ya era algo tarde y no quería molestar a SeokJin con el ruido. Entonces recordó que el mayor tenía unos auriculares extras en su habitación que no estaba usando.

Observó la hora en su celular, quizás SeokJin aún estaba despierto y podría pedírselos, nada perdía con intentar. Se levantó de la silla y caminó con paso decidido a la habitación de su compañero dispuesto a tocar la puerta cuando notó que no estaba bien cerrada, así que se tomó el atrevimiento de abrirla solo un poco para verificar si el mayor estaba o no despiertos... Y sí que estaba bien despierto.

Se quedó completamente pasmado, no podía moverse, ni siquiera podía soltar la perilla de la puerta y sus ojos no se despegaban del imponente miembro de su compañero de apartamento, porque sí, SeokJin se encontraba en su cama, recostado con los ojos cerrado mientras con una mano acariciaba su gran erección.

Estaba mal, claro que si lo estaba, pero no podía moverse, su cuerpo no respondía y sus ojos no querían alejarse de aquella increíble visión, porque desde el primer momento supo que SeokJin tenía un cuerpo de dios griego, pero verlo allí, recostado en su cama, sin camisa, sus pantalones deportivos y su bóxer a medio bajar con su mano hacía movimientos suaves en su erección.

Mierda, tendría que ser de piedra para no quedarte hipnotizado con esa imagen, literal, era arte puro, sus expresiones, aquel hipnótico movimiento, sus pecho que subía y bajaba de forma irregular gracias a su respiración, pero la gota que derramo el vaso fue escucharlo gemir mientras intentaba sin conseguirlo, acallar aquellos excitantes sonidos, mordiendo sus labios de aquella forma tan erótica.

Se estaba tocando, a quien iba a engañar, su cuerpo lo había traicionado y mano había buscado su camino hacía su propia erección, haciendo movimientos suaves mientras sus ojos no se alejaban de su mayor, imitando las acciones de SeokJin, mordiendo sus labios para que ningún sonido que pudiera delatarlo, saliera de su boca.

- Ah! – SeokJin dejó escapar un gemido cuando sus movimientos fueron más veloces y bruscos, provocando en el menor, unas enormes ganas de acabar.

Estaba tratando de contenerse, enserio que sí, pero era demasiado para él y cuando SeokJin alcanzó su orgasmo, no puedo evitar dejar salir un gran gemido de satisfacción que llego hasta lo más profundo del subconsciente del menor, llevándolo también a un orgasmo tan increíble que no pensó tener si siquiera ser tocado por alguien más.

Estaba tan preocupado por intentar contener su agitada respiración que no se percató de que SeokJin se había levantado de la cama, limpiándose la mano con un pañuelo cuando notó la puerta medio abierta y una figura del otro lado. Cuando se acercó ya era muy tarde, el menor intentó alejarse pero en su intento tropezó y cayó al suelo.

- Mierda... - Con su mano limpia estaba acariciando su cabeza que había golpeado la pared del pasillo cuando la puerta de la habitación del mayor se abrió por completo, dejándolo ver a SeokJin sin camisa y completamente sudado, robándole todo el aliento – S-SeokJin... L-Lo lamento, no quería molestarte, yo...

- ¿Estas bien, Yoongi? – El mayor sonrió antes de acercarse, extendiendo su mano para ayudarlo a ponerse de pie.

El menor aceptó un poco avergonzado de toda la situación, realmente era algo humillante, ni siquiera sabía si a SeokJin le gustaban o no los hombres, no sabía si todo eso vergonzoso o desagradable para el mayor y simplemente lo ayudaba por ser amable, pero cada pensamiento abandonó su mente cuando su espalda impactó contra la pared y tenía el cuerpo sudado del mayor pegado al suyo, su rostro tan malditamente cerca, que sus labios estaban a milímetros de rozarse.

- Vaya, Yoongi – Dejó salir su divino aliento a menta, tan cerca que lo dejo sin habla – No sabía que te gustaba el voyeurismo, aunque en lo personal, yo prefiero tocar lo que veo – Y sin más, sus labios se unieron en un ardiente beso.

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Bendita imagen mental *-*