Gravedad entre tu y yo [ Soraka x Syndra]

Capitulo 4

Rechinaba el gis en cada contacto con la pizarra, rompiendo un silencio tan profundo en el salón, que ni siquiera los estudiantes osaban interrumpir.

—"Poppy no puedes comer en clases"— soraka le advertía en un susurro, señalando la lonchera que su compañera  sacaba de su banca.

Poppy pasaba un par de galletas alrededor de su nariz, disfrutando de su dulce aroma, para después introducirlas en su boca.

—"Poppy enserio dame eso"— le susurró y extendió la mano un poco, queriendo quitarle la lonchera.

Poppy pensó que su amiga quería probar algún bocado así que se la dio.

—"Soraka, poppy, les pido que se retiren porfavor, no les está permitido comer en clases" — dijo el profesor al notar  el tupper de comida.

El día era cálido y pacífico, o eso al menos en el patio de la escuela, poppy terminaba de disfrutar su almuerzo, mientras que Soraka estaba sentada  con sus manos apoyándose en sus rodillas, solo mirando al frente.

—"¿Quieres?"— le ofrecía la pequeña a su lado.

—"Esta bien"— se resigno a tomar un trozo de lo que poppy comía.

No había plática, charla o música alguna, estaban completamente serías sentadas en ese lugar.

—"¿Que voy a hacer por dos horas? Y apenas va una"—Exalaba aburrida.

A el otro lado del basto patio se podía ver  a los miembros del club de ajedrez practicando, entre ellos estaba la pelimorada.
Soraka sintió curiosidad de observar, como jugaba, si al menos hacia una expresión al ganar o perder, o si era igual de sería que siempre.

—"Ya vengo"— le dijo a su compañera mientras tomaba su mochila con ella.

Soraka cruzó el amplio patio intentando no llamar la atención, el lugar en donde se encontraba Syndra era como una  biblioteca, en la que había grandes ventanales que dejaban ver todo el interior, adentro abundaban los libros en los estantes de madera viejos, las mesas tenían  diferentes longitudes, algunas de ellas tenían tapices de tablero facilitando la  jugabilidad a los participantes.

Soraka encontró oportunidad de observar sin ser vista escondiéndose al lado de unos matorrales  que estaban a unos cuantos metros de donde syndra estaba.

Soraka observaba pacíficamente  escondida en el arbusto, syndra estaba sentada firme, de pierna cruzada y observando a su oponente, un joven de su edad de cabellos rizados, pecoso y con lentes, se había puesto nervioso, parecían dialogar algo.

El joven nerd se acomodaba sus gafas empujándolas atrás  con sus dedos, con los dedos sudados de su mano izquierda tomo una de las piezas y poniéndola frente a otra exclamó unas palabras, marcando una sonrisa en su rostro.

—"¿Tienes idea de lo que hablan shiza?"— le decía a su amigo que se asomaba desde la mochila. —"Yo tampoco entiendo"— respondía a los gruñidos de su compañero.

Syndra acomodaba uno de sus mechones morados atrás de la oreja y marcando una leve sonrisa en su rostro movió una de sus piezas negras, inmediatamente el muchacho quedó asombrado mirando tal jugada, syndra dijo algunas palabras y sin más se levantó de su silla, al parecer la partida había finalizado, tomo sus cosas y antes de dejar el lugar miró a el lugar donde soraka y shiza se encontraban.

Soraka al sentir la repentina mirada se tiro de lleno en el arbusto, nerviosa por si la habían descubierto o no.

—"Bueno supongo que no tiene nada de malo mirar una partida de ajedrez a lo lejos ¿Oh sí?"— comento después de un rato.

—"Algunas personas lo llamarían acoso"—  Comento syndra, que la miraba de brazos cruzados.

—"S-Syndra"— exclamó nerviosa, pues aún seguía tirada en el mismo lugar.

—"¿Que se supone que haces?"—pregunto.

—"Yo solo... Andaba buscando muestras de plantas para ... "—sus nervios no dejaban que las ideas fluyeran con normalidad, agregando que soraka no sabía mentir —" ... Para la clase de ciencias "—

—"a su grado aún no les dan esa materia"—

—"Perdón"—

—"Tan tierna"— dijo syndra en un tono apenas audible para si misma —"mañana voy a estar en la guarida o como le llamen a ese lugar, estaré investigado la energía del mineral, si quieres ir, si no da igual, luego les informaré sobre ella"—

Syndra continuo camino a los edificios, se dirigía a otra de sus últimas clases. Respecto a soraka, se quedó sentada en el suelo  pensando si lo que le dijo la pelimorada era una invitación o un aviso de que no se presentara.

—"Es una invitación"— aclaro Sarah que intentaba alcanzar una bolsa de palomitas en la alacena ya estando ambas en la casa

—"¿Estás segura?"—

—"ohmmg...si asímg es ella"— su boca estaba llena de palomitas.

—"¡Por fin!, Un momento con ella a solas, asi podre conocerla mas"— un brillo anormal iluminaba sus ojos  y sonreía como si fuese una total victoria.
—"Necesito reponer mi energía, iré a dormir, no comas mucha chatarra y asegúrate de dormir temprano Sarah"—

—"No prometo nada"— se acostaba plácidamente en el sofá mientras encendía el televisor.

Los rayos de luz se filtraban por la tela que cubría la ventana del salón, aún faltaban unos minutos para salir de su jornada escolar, soraka escribía con suavidad cada palabra importante que dictaba el profesor, su clase era de historia y se encontraba explicando algunos sucesos relevantes ocurridos en Japón.

Poppy, que le gustaban mucho las leyendas e historias de guerreros y héroes, se encontraba poniendo atención  al igual que su compañera. Lulú estaba distraída mirando al exterior.

Cuando el timbre sonó, las puertas de las aulas se abrieron y todos los estudiantes comenzaron a salir, el bullicio y las risas inundaban los pasillos pues ya era la hora de salida para la mayoría de ellos.

Soraka se dirigió rápidamente a la salida, encontrándose a ahri en su camino.

—"Soraka, ¿Por qué tan aprisa?"— cuestionó la pelirosa.

—"Es que quiero llegar temprano a un lugar "—

—"¿A un lugar?" —

—"Voy con syndra, a buscar pistas de la muestra de roca que tomamos la vez pasada"—

—"Ah...eso, Bueno cuídate mucho" —

—"Si líder"— entusiasmada  camino a paso veloz a el lugar que llamaban "la guarida" nombre el cual fue acordado por Ezreal.

El lugar era una cabaña no muy lejos de sus departamentos cubierta con magia y adornada con alguna que otra flor en el patio.