Nuevos comienzos

813 16 6
                                    

Luego de escapar del manicomio deambulamos por la cuidad, acampando varias veces en bosques aislados de la zona, y llegamos a la antigua casa donde Zack vivió con el abuelo que le regalo el cuchillo.

Fue un invierno duro y yo solo tenia un vestido blanco, y unas zapatillas que ya están hechas añicos de tanto correr.

-Ray deja de estar perdida y ven a ayudarme con la cama-

Zack me saca de mis pensamientos, y al observarlo veo que estaba juntando dos camas de una habitación, me acercó hacia él y pregunto.

-Zack que haces?-

Mi consulta hace que sus facciones cambien de abrumado a enojado .

-No ves que no tenes casi ropa? vamos a tener que dormir juntos, porque sino vas a congelarte!-

Reflexionó un poco la situación, y me sonrojó al instante.

Zack me mira preocupado, deja de empujar la cama y se acerca con mirada seria .

-Tenes fiebre? Estás roja- 

Zack cuidadosamente acerca su mano vendada a mi frente. En un intento de recomponerme, dejo de pensar él y yo tan cerca en una cama. Cierro los ojos, respiro hondo y respondo.

-No Zack solo estoy cansada-

Él me mira fijamente a los ojos, bajando la mano de mi frente, observa unos segundos mis facciones y satisfecho con mi contestación, hace una mueca de superioridad y me dice

-Entonces más vale que me ayudes a juntar la cama así podes ir a dormir-

Mirando al piso, me acerco cuidadosamente de no rozar su cuerpo y tomo el otro lado de la cama que estaba moviendo concentrándome en los detalles de la misma. Era una cama de madera vieja, parece maltratada y con marcas de chuchillos, eso debió ser obra de Zack, tenia también unos golpes y pequeñas notas de madera más oscura.

-Ray ya movimos la cama, porque no dejas de mirarla como si fuera un pájaro muerto y vamos a comer algo, todo este ejercicio me dejo exhausto-

Zack me devuelve a la realidad, pero cuando le iba a contestar, ya fue caminando a la cocina.

-Menos mal que robamos esa tienda de comestibles de paso, sino te iba
a comer un brazo.- Zack grita eso desde la cocina.

Respiro hondo y sigo sus pasos, lo encuentro haciendo un sándwich de forma tosca, manchándose sus vendas con ketchup.

-Es raro ver tus dedos con líquido rojo, y que no sea sangre- le digo eso riéndome ya que la situación era muy normal para él

Zack deja de untar el pan con ketchup, me mira fijamente esbozando una media sonrisa, mientras acerca sus dedos manchados a sus labios y lame el aderezo sin dejar de observarme.
Mis rodillas tiemblan un poco, por placer y por miedo ya que la intensidad de su mirada parece la misma de un asesino, y eso es exactamente lo que Zack es.

-Ray si vas a darme esa expresión, espero que sepas las consecuencias-

Deja de lamer sus dedos, y sigue haciendo el sándwich, de forma más organizada y como si no hubiera pasado nada.

Mis rodillas ya no tiemblan pero tengo una leve dificultad para moverme, me las arreglo para ir al lado de Zack y hacer también un sándwich, aunque esta vez agarro la mayonesa, porque no creo que pueda aguantar sin temblar si veo ketchup nuevamente.

Esa fue la primera vez que mi cuerpo reaccionó de esa forma ante Zack

5 años después

Mi ángel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora