Tᴇ ᴅᴇsᴇᴏ (Rιᥴhᥲrd Cᥲmᥲᥴho ყ Tᥙ́)

Capítulo 2

— Hasta el lunes descansen — dijo  Karen entrando a su casa ya que era a la primera a la que habíamos llegado.
— Igual descansa – Nos despedimos de ella.

Íbamos caminando un poco más rápido, ya nos empezábamos a asusta ya que era muy peligroso estar afuera a estas horas.

Cuando estábamos por llegar a la casa de Laura de repente nos encontramos a una señora como de unos 70 años un poco extraña que la verdad daba miedo. 
La ignoramos por completo hasta que se nos paró enfrente de nosotras.                                                                                                        
—Hola niñas, me podrían ayudar a meter las cosas al local, por favor — nos dijo aquella señora.
—No, estamos apuradas señora – dijo Laura de inmediato.
Me dio lastima la señora y le quise ayudar, pero Laura me dijo que no porque nos podría hacer algo, pero no me importo no la iba a dejar ahí pobrecilla.

— Si quieres tú vete, yo le voy a ayudar – le dije y se fue. Me sorprendió que me dejara, pero bueno yo le dije que lo podía hacer.

—Muchas gracias niña y ¿Cuál es tú nombre? — me dedico una sonrisa que hizo que me diera la confianza de decirle.
—Me llamo ____ — dije metiendo las cosas al local que al parecer era de amuletos, de esos como de buena suerte, como pulseras, collares, aretes, algunos inciensos y demás.            
—____ muchas gracias por haber sido tan noble y ayudarme. — dijo aquella señora cerrando el local. — Piensa bien en tu deseo. — eso último me confundió.
— Disculpa– dije refiriéndome a lo del deseo, pero sonó mi celular interrumpiendo. Lo intente sacar lo más rápido posible de mi mochila, ya que si era mi mamá y no contestaba me iba a ir peor.
Lo saqué y mire la llamada perdida, era de Lucia, seguramente se sentía culpable de haberme dejado y se quería cerciorar de que ya estuviera en casa.
— Disculpa — voltee a ver a la señora, pero ya se había ido.
Me agache para agarrar la bolsa de ropa que había comprado antes en la plaza, pero en eso veo una pulsera tirada en el suelo, la levanto y la guardó en mi mochila, mañana se la iba a traer.
Recuerdo la hora y me voy corriendo a casa rogando que mi mamá no se de cuenta que llegue  a estas horas.

Al llegar a mi casa me di cuenta que mi mamá todavía no había llegado, eso hizo que se me quitará la tensión que tenia.

Me dirigí a mi habitación, me acosté en mi cama poniendo música de CNCO, obvio, me quede pensando un poco sobre mi vida la verdad es muy aburrida no tengo familia más que mi mamá y lo malo es que casi no la veo porque trabaja mucho.
Como quisiera que fuera todo diferente.
Saque la pulsera de mi mochila y me le quede observando, era muy bonita, me la puse para ver como me quedaba y me lucia muy bien, mañana mismo se la iba a pagar a la señora, ya que no me la quedaría así nada más porque sentiría que me la robe. <<Me la dejé puesta>>