Memories of Winter.

Título XXVI: "el sueño de los despiertos"

Caminando al borde del abismo,
Vi a muchos bañándose en ciénaga
De egocentrismo.

Me reí al verme a mi mismo,
Disfrutando de las amargas aguas
Que brindaba el egoísmo.

Repentinamente alguien me empujó
Y mi cuerpo acompañado de la
Gravedad, en picada cayó.

Admito que el impacto me
Desorientó y al mirar hacia
Arriba, me llené de decepción.

Me ví a mi mismo, sonriendo
Con pesimismo, mi yo pesimista
Me gritó desde la cornisa.

"Aprende a escalar solo o
Púdrete con el egoísmo,
Diviértete en este abismo".

Me introducí en la ciénaga junto
a todos los ególatras, buscando
El apoyo de mi egoísta ser.

Cuando me paré junto a el, me
Ignoró como si no me pudiese
Ver, "¿cómo un hombre puede
Negar su propio ser?"

Fué eso lo que le pregunté
Y con una carcajada absurda,
La respuesta me dió a conocer.

"Un hombre niega a su propio
Ser, cuando a uno mismo
Se logra vencer, deja la debilidad
De lado, porque a si mismo se
Ha superado".

Tal vez por arrogancia había
Hablado, Pero era bastante
Lógico aquello que había
Declarado.

Tomé aire haciendo a un
Lado su comentario y le
Pregunté: ¿cómo es que a
Este lugar ha llegado usted?"

Me miró con desprecio y
Me respondió sin esfuerzo:
"Con trabajo duro llegué aquí
Veo que no puedo decir lo
Mismo de ti".

Me Di cuenta que no podía
Ayudarlo, el egoísmo lo
Había cegado y nadé fuera
De la ciénaga antes de quedarme
Atrapado.

Me senté en una roca
Aceptando mi derrota, cuando se
Detuvo frente a mi, un sabio
De túnica carmesí.

"Me llamo Platón, ¿Por qué
Te encuentras con el rostro
Afligido?", dijo al verme
Deprimido.

"Gixie mi nombre es y
Creo que he olvidado como
Ser feliz", le conté lo Sucedido
esperando que me haya
Entendido.

Miró un rato a la nada
Con un rostro pensativo, y luego
Con un tono afectivo declaró.

"La esperanza es el sueño de
Los despiertos, ¿con qué sueñas tu
Jóven problemático?"

Enseguida le respondí: "sueño con
contar historias, ser feliz sin
Necesidad de fama o gloria,
Y ayudar a muchas personas
A encontrar la paz que tanto añoran".

Sonrió al mirarme y no tardó
En contestarme: "ayudar a
Que otros encuentren la
Paz que tu no tienes es
Lo que quieres".

"Nadie te empujó a este
abismo, fuiste tu quien saltó
Sin darse cuenta que eras el
Pesimismo".

"Te encerraste en tu idea
De ayudar a otro y te Olvidaste
De ti mismo".

"Te llegaste de egocentrismo cuando
Intentaste salvar al ególatra
De la ciénaga del abismo".

"Y finalmente te llenó el
Egoísmo al no querer rescatarte
A ti mismo".

"Serás egoísta si piensas en
Ti mismo y no ayudas a los
Demás, pero si ayudas al resto
Y no te preocupas por ti, el egoísmo
hacia ti mismo te va a destruir".

Al decirme esto se alejó
Despreocupado y me Di cuenta
Que unas escaleras el lugar
De la cornisa habían ocupado.

Mientras escalaba, pensaba en lo
Que Platón me había hablado,
Después abrí mis ojos y
Me Di cuenta que todo
Lo había soñado.