Capítulo 1: Felicidad

207 11 0
                                    

Stannis Baratheon

Stannis Baratheon se encuentra detrás de las puertas de la sala del Trono de Hierro. Acaba de regresar de Rocadragón. Dos guardias está frente a él. Y por primera vez en mucho tiempo, experimenta una sensación que casi se puede interpretar como felicidad. Su cara, como es habitual no deja entrever ninguna emoción o sentimiento, pero la satisfacción personal existe en su inteiror. Por fin va a recibir su ansiado y merecido premio. Lanza una mirada pétrea a un guardia que lo observa con cierta curiosidad, a lo que este aparta la mirada hacia otro lado. En ese preciso instante llega Davos Seaworth con unos paños alrededor de sus recien cortados dedos.

-Mi señor. -Saluda.

-Ser Davos Seaworth.

-Estoy seguro que existen mejores personas para acompañaros en el día de hoy, mi señor.

-De más alta cuna seguro, pero decidme, ¿Dónde estaban ellos durante el asedio de Bastión de Tormentas? -Apartó de nuevo a mirada.

Davos se dispone a responder cuando detecta un leve gesto, una mueca, apenas dura un pequeño instante, pero lleva con Lord Stannis el suficiente tiempo como para entender el gesto del futuro señor de las Tierras de la Torenta, por lo que habilmente cierra la boca. Sabe que si discute una orden de su señor, aunque sea por mera cortesía, Stannis comenzará a apretar los dientes, algo que no precede nada bueno. Así es el mediano de los Baratheon, su frialdad es tan solo equiparable a la dureza con la que dice las cosas, sin importar su efecto.

Renly Baratheon aparece escoltado y se une a Stannis y Davos tras la puerta.

-Mi amado hermano. -Ríe el menor de los Baratheon.

-¿Se puede saber que haces aquí? -Una mueca se dibuja en la cara de Stannis.

-Nuestro qurido hermano Robert me ha convocado, al igual que a ti, imagino -Exclama alegremente.

Stannis frunce el ceño y aparta la mirada de su hermano pequeño. Si hace un mometo Stannis sentía algo similar a la felicidad, ahora ese sentimiento se ha desvanecido por completo.

Davos es consciente de que la relación de Stannis con su hermano no es precisamente la normal entre dos hermanos, realmente Stannis no tiene una relación normal o que se pueda calificar así, de amistad, piensa. Quizás lo más parecido a un amigo que ha tenido su señor ha sido el maestre Cressen, aunque por la diferencia de edad que existe entre ambos, podría ser su padre.

Los guardias abren las puertas. Stannis distingue a su hermano sentado en el trono y a su lado al extutor de este y reciente nombrado Mano: Jon Arryn. Stannis había ansiado dicho puesto pero sabía que nada tenía que hacer contra el del Valle, debido al gran aprecio que Robert le profesaba. Stannis acompañado de Davos comienza a cruzar el umbral. Rápidamente se da cuenta de la redecoración que ha sufrido el salón del trono, faltan las calaveras de dragones. Aunque todo esto le es indiferente, reconoce el estilo de Bastión de Tormentas que su hermano ha intentado implantar. Eso le hace sentirse un poco más cómodo en la estancia abarrotada en su mayoría por hipócritas. Stannis cruza la mirada con Lord Eddard Stark, este la mantiene durante unos segundos y tras esto la aparta. Aunque siente un profundo respeto por él, le desagrada, como la mayoría. No puede perdonarle que se llevara todo el mérito, tras romper el asedio de Bastión de Tormentas que Mace Tyrell y Paxter Rdwine impusieron y que Stannis soportó durante la cantidad de tiempo suficiente para que este llegara. Ya casi ha llegado a las escaleras de la tarima, cuando próximo al traidor de Varys, se encuentra también la imponente silueta del mayor de los traidores , Tywin Lannister. Stannis no puede entender como Robert permite que aquel que saqueó Desembarco del Rey tras marchar desde Roca Casterly en "ayuda del Rey" este allí presente. Y que decir de su hijo, miembro de la Guardia Real que asesinó a su propio Rey. Stannis tuerce el gesto levemente.

Historia de una HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora