| 25 |

2.7K 289 25
                                    


El timbre se escuchó, el apuesto abogado se apresuró en abrir no sin antes ajustar su corbata una vez más.
Sabía a la perfección quién era, y ya la esperaba desde hace dos horas que finalizaron su llamada telefónica.

Tratando de sonreír lo más que pudo, Erin lo saludo adentrándose a el apartamento en cuanto Ten se lo pidió.

─Realmente quería que vieras éste lugar

─Por los escritorios que tienes a los costados, supongo que ésta será tú oficina

─Así es, será la primera vez trabajando independiente. Me siento orgulloso por ésta nueva meta

─Te felicito por ello ─sonrio sintiéndose agradecido.

Caminaron hasta la sala, fue bajo, pero alcanzo a escuchar como salía de aquella linda boca un pequeño suspiro.
No era necesario adivinar el por qué, el tema de la boda estaba incluso en los diarios de Seúl. Era de suponer que por tal razón se viese tan desanimada, tan derrotada.

─¿Has pensado en mi propuesta? ─preguntó de repente sacandola un poco de sus pensamientos.

─Lo siento, no la he tomado en cuenta, han sido días difíciles desde mi regreso

─Tan sólo fue hace tres días, ni siquiera te has presentado a trabajar en la firma de tu tío, ¿o si?

─Yuta sigue ahí

─¿Y?,

─Y sé que me voy a desmoronar al verlo

─Sabes, alguna vez escuché decir a mi madre que lo que no puede ser, por más que lo quieras para ti, no lo será. Quizá sea el caso de ustedes. Han pasado por tanto y siguen sin poder estar juntos

─He oído también que los cobardes mueren por que así lo deciden

─Si estás tan convencida de eso, ¿no crees que ya deberías empezar a hacer algo?

─Es diferente ahora

─¿Por?

─Ha decidido casarse

─Lo sé, y es realmente extraño

─¿Extraño?

─Una persona como él no dejaría de amar en dos meses, es decir, no lo hizo ni porqué tardaste cinco años en aparecer de nuevo

─La gente se cansa, Ten. Y yo también estoy cansada, de decepcionarlo tanto ─un nudo se formo instantáneamente en su garganta tras lo pronunciado. Después de todo, quizá era eso. Y entonces, él tendría los motivos suficientes para dejarla de lado.

─¿No crees que deberías tu también a hacer tu vida?

─No sé como hacer eso, mi vida ya la había planeado con él

─Por el momento, ven a trabajar conmigo ─le sonrio─. ve con tu tío e informa sobre tu renuncia, puedes venir de inmediato

─¿No te rendiras, cierto?

─Al tratarse de ti, creo que no

─¿Tendré vacaciones?

─¡Por supuesto! ─ambos rieron─. por cierto, ¿quieres un café? ─Erin negó y se levantó alisando su falda.

─Renunciaré

─¿De verdad?

─Mañana temprano estaré aquí, prepara algo para mi. Tengo muchas ganas de trabajar

─Lo haré ─la acompañó hasta la puerta abriendo la misma para que ella saliera─. ¿Erin?, sonriendo te ves aún más linda

No esperaba para nada un halago, mucho menos si éste venía de parte de un chico tan apuesto como Ten Chittaphon. Un sonrojo se apodero de sus mejillas, éstas se sintieron calientes y tuvo que poner una mano sobre las mismas.

Beautiful Fantasy  [Yuta] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora