Almas Perdidas (Saga: Almas perdidas I)

Capitulo 1: Tanatofobia

Fobia... una palabra como cualquier otra, una palabra tan corta en nuestro vocabulario, que cuando no la conoces bien, parece no tener importancia alguna, solo una palabra más, escrita en el diccionario, ocupando un lugar con las demás palabras que empiezan con la letra "f", una palabra que cuando somos niños, verdaderamente no logramos comprender... somos niños, los miedos están en todos lados, estamos tan débiles, somos tan inocentes... pero los miedos desaparecen cuando tenemos una persona a nuestro lado, el miedo se va cuando mamá o papá revisan debajo de la cama o dentro del armario para ver si no hay algún monstruo acechando... a la espera de atacar al quedarnos dormidos...

Cuando somos mayores, las cosas cambian, el monstruo del armario toma una forma diferente para cada uno, arañas... obscuridad... abandono... cosas tan diferentes para cada uno, pero con una sola cosa en común... les tenemos pavor, el imaginarnos en una situación relacionada con alguna de estas formas, hace que sintamos sensaciones tan extrañas y tan horribles, como el simple hecho de empezar a sudar frío o que se nos enchine la piel de solo escuchar alguna de estas palabras, y nos da todavía más miedo... el hecho de que ahora... debemos enfrentar al monstruo solos... sin ayuda de nadie, simplemente nosotros contra el mundo y nuestro miedo...

Y si... créanme cuando les digo, que verdaderamente he escuchado fobias tan estúpidas que en aquellos días solía pensar y reírme en cómo sería tener alguna de estas fobias y vivir mi día a día con ellas, como por ejemplo: Ictifobia (miedo a los peces) O la rara fotofobia (miedo o intolerancia a la luz), si...de verdad solía reírme de todo esto... no lo hubiera hecho si hubiera sabido que al final, me tocaría algo peor que todas estas fobias.

Mi nombre... Jeanette según lo que me han llegado a recordar, tengo 16 años, piel apiñonada ojos cafés obscuros al igual que mi cabello. lamento no dar muchos datos... pero honestamente... no es que sepa mucho sobre mí, y tal vez tú... quien próximamente este en mis zapatos y leas el registro de este magistral libro, necesitas la experiencia de los demás para salir de esta... y no te culpo... simplemente no lo hago...

A todo esto te preguntarás, extraño ser que está leyendo palabras que probablemente fueron escritas por una idiota chica hace algún tiempo... ¿Qué tiene que ver las fobias con todo esto...? Bueno... al parecer en estas últimas horas, la palabra fobia tuvo un impacto muy grande en lo que está pasándome a mí y a muchos... pero mi fobia honestamente es algo peculiar... Estoy dando muchas vueltas ¿verdad...? Bueno... entonces trataré de ir al punto lo más rápido que pueda...

Mi nombre... Jeanette... mi edad... 16 años.... Mi fobia... La tanatofobia... la fobia que nunca creí tener, la fobia que cambio todo lo que conocía en menos de unas horas, si tú nunca has escuchado hablar de este término, creo que debería explicarlo, pues muy probablemente esta palabra te será familiar a lo largo de esta historia que me han obligado a escribir desde que llegue a este lugar, te será familiar a lo largo de los sentimientos que muy probablemente no voy a poder expresar desde el inicio de este camino lleno de dudas y respuestas por descubrir.

Tanatofobia... el miedo a la muerte... el miedo a lo que hay después de ella... el miedo a la certidumbre de lo que algún día a todos nos pasará al final de nuestro camino, cuando las páginas se acaben, el libro se cierre y una nueva historia comience... pocas personas la conocen, algunas le temen, si la tuviera que describir en solo unas palabras serían... El miedo que se hace realidad... Si... tal vez no sean pocas personas que le temen a la muerte, que le temen a lo que hay del otro lado... no sería raro... ¿O sí...? Bueno... hay algo que hace raro mi caso, las fobias son cosas que tememos enfrentarnos día a día a lo largo de nuestra vida... Lo raro de mi caso... es que cuando empecé a sentirla... Ya no había vida para enfrentarla... ¿no sabes a lo que me refiero...? No te preocupes, cierra el libro, vuelve mañana... tengo un par de cosas que contarte.