Ya nada es igual - Ari

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"Temo, sigues siendo una persona muy importante para mí, de las más importantes aparte de mi mamá y Arqui, pero no sé si siga siendo amor lo que siento." respondió Ari.

Ari notó en Temo molestia, lo cual hizo que se sintiera un poco enojado por su incomprensión.

"A ver, Cuauhtémoc, fueron 4 años! 4 años sin venir a Oaxaca. Terminamos a los 3 meses que te fuiste y cuándo venías a México ni un pie ponías en Oaxaca. Preferías irte a Toluca con tu amigo Diego." dijo Ari con voz más alta.

"Aristóteles, bien sabes que si iba a Toluca era porque allá pasábamos las fiestas con mis hermanos mayores y sus familias." respondió Temo. Se notaba molestia en su voz también.

"Pues sí, pero ni una visita corta a Oaxaca. Un día, Temo. Un día. Ni siquiera para ver al resto de la tropa."

"Ari, ¿tú crees que iba a ser fácil venir a Oaxaca después de haber terminado contigo?" preguntó Temo. "Para mi Oaxaca eres tú, Ari. El chocolate de Oaxaca me recuerda a ti. Los parques me recuerdan a ti. Haber venido a Oaxaca hubiera implicado verte. Verte me hubiera llevado a querer estar contigo. Estar contigo me hubiera llevado a un apego emocional que no estaba dispuesto a desarrollar porque a fin de cuentas en unos días te iba a tener que dejar." dijo Temo, se podían notar lágrimas en sus ojos. "Me costó, mucho, muchísimo trabajo aguantarme las ganas de venir a Oaxaca a verte. Es lo que más quería."

Ari no sabía que decir. Todo este tiempo pensó que Temo se había olvidado un poco de el.

"Creo que aquí lo dejamos, Ari. Estoy en horario de Boston todavía y allá ya es la 1 de la mañana" dijo Temo.

"Espera. Sólo, no quisiera dejar las cosas así y mañana enterarme que ya te fuiste" dijo Ari.

"No; no te preocupes. Voy a estar aquí algunas semanas en lo que decido lo del trabajo." respondió Temo.

"¿Nos podemos ver mañana para seguir hablando?" preguntó Ari

"Claro, mándame un mensaje. Que descanses." se despidió Temo.

Ari caminó al edificio Córcega. En el camino, no pudo evitar repasar en su mente la conversación que acababa de tener con Temo.

Al llegar a su departamento se fue a su cuarto y cerró la puerta. Abrió un cajón de su ropero y sacó una caja. Ari se sentó en su cama y abrió la caja; adentro había un anillo de oro, un monito con forma de Temo, una pulsera de hilo azul con negro y una corteza de árbol barnizada. Tomó la corteza del árbol pasando sus dedos sobre las letras grabadas T-A-H-I. "Te Amo Hasta el Infinito." dijo en voz baja. Agachó la cabeza y comenzó a llorar.

Amor valiente: 7 años despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora