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Después de desayunar con la pequeña Lucy, llamé a nuestra madre, tenía que darle noticias de todo lo que hemos hecho -obviamente no le conté de mi enamoramiento hacía Matías- después de conversar con ella, le marqué a Caroll -una muy buena amiga, de tez clara, cabello oscuro, ojos café y una linda sonrisa, muy carismática ella-

Caroll: ¡anny! ¿Cómo amaneces hoy, guapa?

Anny: oh Caroll, muy bien ¿Y tú? Quería invitarte a un café ¿como vas con alex? -su patético novio tóxico-
Espero que ese imbécil no te haya hecho llorar -digo con voz sería-

Caroll: ¡vaya! Amiga, te parece ¿a las 3: 40 de mañana?

Anny: estoy de acuerdo, nos vemos en nuestra cafetería favorita -Coffeesmall- ¡ponte guapa! no sabes si te encuentras al amor de tú vida y andas con muchas ojeras, lograrías espantarlo -ambas reímos, puesto que el chico de ahí está enamorado de Caroll, y fue una indirecta sin tabú-

Caroll: ¡esta bien, amiga! Iré coqueta -mi amiga es muy linda y de verdad, espero, se de cuenta- hasta luego pequeña anny.

Anny: hasta luego caroll bebé -cuelga la llamada-

Después de hablar con mi madre y caroll. Subo a la habitación de Lucy, para invitarla al café -quiero incluirla en todo lo que hago, aunque a veces, ella prefiere ir por su lado. Respeto sus decisiones- hoy llevo puesto unos jeans negros, una blusa de mangas largas color lila y unos zancos.

Lucy esta frente a su laptop, parece que esta ocupada, como dejó la puerta abierta la puedo ver, entro a su habitación con una sonrisa -ella me ve, diversión en su rostro ante mi presencia-

Lucy: ¡oh! Señorita enamorada a entrado a mi habitación a derrochar amor -empieza a reír a carcajadas y seguido agrega- o, vienes a hablar de tú príncipe azul.

Sonrío ante sus comentarios y nuevamente la veo y agrego -si, vengo a llenarte de amor- tomé una almohada y empecé a golpearla de forma juguetona y fue ahí cuando comenzó -la tercera Guerra, de almohadas- estábamos jugando hasta que mi móvil sonó, era un mensaje de Lían.

Texto:
Lían: mira anny, necesito que vayas a casa de Matías y busques mi cartera, la he olvidado allí, te lo pido por favor. Estoy tratando de conversar con Sofi.

Anny: me deberás un favor, manda la dirección.

Lían: calle 12, manzana B, cerca de la cafetería cofeesmall.

Anny: esta bien, peluche.

Lían: gracias hermanita

De seguro estaba bien entretenida su conversación con sofi, le he llamado peluche y no me respondió nada feo, solo colocó "hermanita". Creo que he conseguido su punto débil y es una chica, está enamorado.

Veo a Lucy con una sonrisa y le dejo claro que saldré un momento, ella asiente y me da una hoja, con esto: " Dile que estas enamorada de él " - esta mocosa, a veces, he llegado a pensar que tiene complejos de bruja-

Lucy grita: ¡te amo hermana!

Le respondí con un "¡yo más!", y salí de casa con la dirección puesta en el GPS. Estoy camino a la urbanización donde vive Matías, no queda tan lejos de casa, solo tomaré un bus para llegar más rápido. Mientras voy pensando en lo de nuestro beso y es ahí cuando recuerdo el CD y la Carta que no he leído. Espero no me pregunte por eso, me daría mucha pena.

Pasado unos 25 minutos, el conductor del bus avisa que faltan 10 minutos para llegar. Mientras me coloque mis audífonos y puse unas de mis canciones favoritas -set fire to the rain de Adele- en el bus iba una chica acompañada de un hombre jóven, ambos me ven y me dan una sonrisa cordial a la cual respondo igual.

Ambos parecen ser pareja, están tomados de la mano y se ven mutuamente como si fueran ellos solos en el bus, hay mucho amor en sus mirada, es un poema verles así, hablando entre ellos muy contentos -ella se sonroja ante algún comentario de parte de él- podría verles y sentirme tan feliz, hasta que el bus para, he llegado a mi lugar destinado. Bajo el escalón y me quedo en la parada. Veo a ambos lados, todo está casi que solo. Busco el móvil en mi bolsillo, y me dirigí hacia la casa de Matías, unas cuadras a la izquierda, luego una a la derecha y voy asi, hasta encontrar la cafetería, sigo esa misma calle, subo dos cuadras más, luego en una esquina cruzo a la derecha y llego a una urbanización muy bonita -Villarreal- entré por una de las puertas principales, había un Vigilante al cual le dije que iría a casa de los arvelini, después de darle respuestas -como si fuese una Criminal- me cedió el paso, camine un par de casas y finalmente, llegué a casa de Matías, veo mi reloj de mano y era temprano aún, las 2:16 pm.

Estaba frente a su puerta, y tontamente no sabía si tocar el timbre o no, estaba nerviosa, recordaba aún lo de nuestro beso.

Al final, lo hice, toqué el timbre. Salió una chica
-me recorren los celos-

Anny: buenas tardes ¿se encuentra Matías? Soy Anny, mucho gusto.

Tiffany: -me ve con superioridad y les juro, quería darle un golpe, perra- uh, yo soy Tiffany, y bueno seguro eres otra de sus pretendientes, pero, -me hace seña para que me acerque, lo hago, dudosa-
él, es sólo mío.

Anny: -estaba celosa y molesta por esta chica- oh, vaya. ¿Eres su novia? No pensé que la tenía, ya que es muy dulce y tú eres tan, creída.

Esa chica de cabello castaño oscuro, cambió su rostro a uno de molestia, noté mucho enojo en ella, intentó acercarse a mi, cuando, Matías la tomó por un brazo, tratando de ser cuidadoso.

Matías: ¿qué intentas Tiffany? Te dije que ella era hora de que volvieras a tú casa.

Tiffany: sí, ya me iba Mati. Hasta que -me ve con odio, que ilusa ni siquiera me conoce y parece que mi existencia le causa dolor-
hasta que llamaron a tú puerta, esta.
-aclara su garganta y termina la frase-
esta chica preguntaba por ti.

Matías: Anny, me sorprende que estés aquí. Ven pasa, ya Tiffany se marchaba. -la chica lo ve sería y se va- ¿quieres algo de tomar?

No se me apetecía nada, solo me quería ir de allí, me había llevado un disgusto con esa chica, no tengo nada con Matías, pero me gusta. Y sí ellos tienen algo me alejaré sin decir nada, después de todo ella es más bonita, aunque es una creída. Él se encontraba esperando una respuesta, tomé aire y me lleno de Orgullo para no decirle que me gusta y respondo.

Anny: No gracias, sólo vengo por la billetera de Lían

-me ve, sin entender el tono y la forma en la que le estoy hablando-

después de tomarle, me iré a casa, y disculpa sí interrumpí tú momento.

Él parece notar porque mi cambio de actitud hacia el, y sonríe

-maldita sea, no me sonrías así, me derrito-

fue hacía su habitación supongo, tardó un rato en bajar ya me comenzaba a inquietar, hasta que volvió y traía consigo una guitarra y una Rosa.
Empezó a mover sus manos por cada cuerda de arriba hacia abajo y continuó así formando una melodía, yo estaba nerviosa, mi orgullo se esfumó y quedé totalmente sin palabras. Luego empezó a cantar, Lo hacía y me veía, como el chico del bus lo hacía con su novia. Fue ahí cuando mi corazón se estrujó y sentí felicidad de verle así.

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