Cartas en borrador ✍📄

IV

Estaba en mi habitación cuando un sonido me despertó, reviso mi reloj de mesa, se encuentra del lado derecho de mi cama, son las 4:59 am. Escucho nuevamente un sonido - toc toc toc toc- suena como si estuviesen tocando mi puerta, pero no es así, es la ventana que se encuentra justo enfrente de un gran árbol puesto que se ubica de lado izquierdo de la casa. Nuevamente ese sonido,  es como si se alguien causara el sonido. -toc toc toc toc toc- ¡Dios! Creo que tratan de asustarme o es que hay alguien allí.

Me coloqué las pantuflas de Conejo y busqué rápidamente una bata de dormir -sí, me gusta dormir solo en ropa interior- prendí la linterna para pasar desapercibida, y me aproximó hacía la ventana, abrí cuidadosamente la cortina solo una esquina.  No veía muy bien
- es una ventana de esas que se abren de par a par, de esas estilo colonial-
abrí una de las ventanas con los ojos cerrados por que sentía miedo -que estúpida-  de pronto  me asomé hacía el patio, cuando del lado izquierdo del balcón me toma una mano del hombro
- oh, rayos. Me están tocando, mal... -

Matías:  no vayas a gritar, soy yo, Matías.

Demonios, por un momento pensé que era alguien más, y ya me daba por violada - que ilusa- no hallaba palabras que decir, solo le di una sonrisa algo así como ¿nerviosa? 
Empece a llorar sin saber el porqué exactamente.

Matías:  ¿porqué lloras?  Sólo quería venir y darte esto- me entrega un CD en conjunto a una carta- lamento venir así y haberte asustado.  Sólo que no pude dejar de pensar en ti y en que, tengo esto desde hace un tiempo- ¿hace un tiempo?  Pero si lo conozco de hace poco, ¿quién eres realmente, Matías? - de verdad, lo siento.

Finalmente dejo de llorar, y pude responderle:  ¿quién eres?  Sé que te llamas Matías,  pero,  ¿porqué siento que me conoces desde hace mucho?  O al menos eso siento.

Matías:  bueno, es algo que no puedo responder por ahora. Pero por favor, Conserva eso -señala el CD y la carta- si no te he respondido en este momento, no es porque no pueda, es solo que me da miedo y ya tengo que irme. -me hizo enojar esa respuestas y sin más, le respondí furiosa-

Anny:  bueno,¡ pues lárgate de aquí! Y pensar que me estabas cayendo bien -no terminaba de decir la última frase, cuándo me besó y no me negué, sentí que le pertenecía, me gustó, sentí sus labios carnosos sobre los míos, su manera de acariciar los míos con amor y tanta ternura, transmitiendo un sin fin de sentimientos. Hasta que me volvió la razón, le pedí que se fuera luego- por favor, ya vete. Lían podría verte aquí y a esta hora.

Matías:  entiendo, espero que esto no cambie la amistad que llevamos de hace poco -al decir "amistad" Noté dolor en sus ojos ante esa frase- que tengas un lindo día -y se marchó dicho eso, sentí la necesidad de buscarle-

Y me invade un recuerdo...

-voces- ¡ahí viene! -Lían,  Lían, ¡¡¡Lían!!! - soy yo,  me encuentro llamando a mi hermano por toda la casa de mis abuelos, ellos creo se encuentran en el huerto.  Camino al huerto me consigo a mat, que tiene unas flores y una hoja en las manos, parece ser una carta. Me acercó y le sonrió -estaba vestida con un vestido de flores y llevo una peineta de rosa- mat,  me da las flores y me dice;
-estas muy hermosa hoy- eso me hace sonrojar,  le doy las gracias y como muestra de que me cae bien le regalé mi peineta. Luego de eso, el sale corriendo muy feliz,  en cambio yo, volviendo a casa me resbalé y caí por las escaleras de la entrada - fue un golpe fuerte ya que me di con una caja de herramientas que ni se, que hacían cerca de las escaleras- rápidamente mi abuelo me vió en el suelo y me han llevado al hospital, había manchado mi lindo vestido ya no sería tan bonita pensé - para mi mala suerte perdí el conocimiento, puesto que me he dado en la cabeza muy duro- horas más tarde...

Finalmente desperté, estaba en una habitación del Hospital, me dolía mucho la cabeza y no sabía que hacía allí,  no recordaba nada de ese día -hasta hoy, cuando Matías me entregó el CD y la Carta,  después de ese beso lleno de amor- estaba el pequeño mat, me dio un beso y se retiró, más nunca le ví cerca.

Suena mi despertador,  estaba adormecida.  Son las 6:30 am, corrí a tomar un baño y a vestirme, me coloco un vestido casual y unas sandalias, busqué mi chaqueta favorita y me hice un cola de caballo,  me maquillo rápidamente y bajé las escaleras,  me conseguí a Lucy haciendo el desayuno, le doy un abrazo de Buenos días y ella me responde;

-creo que alguien amaneció de buen humor hoy,  más que otros días- me empiezo a reír de su comentario -hice el desayuno y me tienes que contar porque andas tan linda hoy-

Anny:  también andas linda -usa una falda por encima de las rodillas, con una blusa negra y zancos- en la madrugada vino mi príncipe Azul (le doy una sonrisa pícara) el punto es que no sucedió nada relevante, sólo me dio un beso porque estaba enojada

Lucy:  ¿nada relevante?  -dice con algo de sarcasmo- ¡te ha besado!  ¡Te besó!  Cuéntame todo antes de que lían despierte. -eso hice,  le conté a mi hermana lo sucedido,  incluso mi recuerdo-

Lucy:  vaya, eso es un boom.  Con razón estas emocionada. Al menos ya no nombras a mat.

Anny:  Lucy,  a veces pienso que mat nunca existió. Porque solo le ví unas 4 veces, y sí, me gustó desde la primera vez. Pero mi beso con Matías me hizo recordar a mat, ¿recuerdas mi gmail?

Lucy asiente -tengo una docena de cartas que eran para mat-  y ahora que escribo no son dirigidas para él, cambié el destinario y dice para Matías- Lucy ríe de mi comentario y me invita a desayunar -será un buen día-