Vas A Quedarte...

Capítulo 2: Elecciones

Poché:

Me desperté gracias al fastidioso sonido de la alarma del celular de Manuela, intenté estirar mi mano hasta alcanzar el celular y callar a este sin abrir todavía los ojos, ya que quería conciliar el sueño de nuevo, pero después de un par de minutos me dí cuenta que eso iba a ser imposible. Talle mis ojos y me estiré, tome mi celular y divisé la hora, eran las 10:00 AM., Deje el celular en su lugar y mire a mi alrededor, me encontré con la espalda desnuda de Manu ya que estaba boquiabajo, veía como su respiración era lenta y tranquila, su cabello alborotado cubría mayor parte de su rostro, me daba tanta ternura verla así, se veía tan linda, tan en paz, ella sería una novia perfecta, cualquier chica estaría con ella sin dudarlo y eso es lo que yo odiaba de mi, porque yo tenía esa dicha de estar así a su lado pero mi negación y mis ganas de no enamorarme eran más fuertes que otra cosa, todavía no estoy lista para algo nuevo, aún que, ¿Podría intentarlo con ella?. Sonreí al verme a su lado como algo serio, "Tal vez en un futuro..."- pensé. Me metí entre las cobijas y empecé a besar su espalda baja, sentía como mientras iba recorriendo su cuerpo con besos su piel se erizaba, empezaba a despertar:

-¿Que está pasando?- Preguntó un tanto desorientada y adormilada.

-¡Shhhh!- le dió un pico.- Solo disfrutá...- le susurré al oído. La voltee dejándola frente mío y empecé a besarla con mucha desesperación.

-Podría despertar así todos los días, sin quejarme...- dijo entre los besos.

-Manuela, ¡CALLATE!, y déjame hacer lo mío, que no me queda mucho tiempo...- Seguí besándola y me dirigí a su cuello.

-Cierto... Que tienes que ir a ensayar para lo de la competencia...- seguía hablando. Cosa que odiaba de Manuela, es que a veces solía ser mata pasiones.

-En verdad si no te callas vas a colmar mi paciencia...- seguía besando su cuello y sentía como nuestras respiraciones se iban acelerando, mi mano empezaba a recorrer las piernas de la enana, haciendo que está jadeara, estaba apuntó de llegar a su zona... Hasta que sonó su celular.

-¡Fuck!

-¡MALDICIÓN!- dijimos al mismo tiempo. Está contestó la llamada, pero yo no dejaba de besarla y de hacer fricción en su pelvis.

-Alo!,¿Que pasa?...Ajam...¿Que?.- Se levantó bruscamente, haciendo que me retirará de encima suyo.-¡Voy para haya!.- fue lo último que dijo antes de colgar.

-¿Que pasa?- Pregunté curiosamente. Mientras veía que Manuela sacaba ropa de su closet.

-Tengo que ir a trabajar... Hubo un llamado de última hora en las oficinas de mi madre y tengo que estar ahí en menos de 15 min.- Dijo dando vueltas por todos lados.

-¿Y que?, ¿Yo me quedaré así prendida y alborotada?- Dije de forma molesta, aún que realmente solo bromeaba. La tuve en la noche y si quería podía volverla a tener cuando quisiera sin que ella de negará.

-Te lo compensare en la noche...- Dijo dandome un beso en los labios, se dirigía al baño y le di una nalgada. Ella volteó a verme.

-Cuando te pones así me das miedo...- Reímos y se encerró a bañarse.

Yo por mi cuenta tenía unas dos horas para mí sola, así es que me dirigí a la cocina del departamento de Manu e hice un poco de café, coloqué un poco en un termo y preparé una tostada. Manu salió de bañarse y arreglarse, se veía divina, me acerqué a ella a la entrada y le entregué el termo y la tostada.

-Cuidate.- besé sus labios.- te veo en la tarde noche, ¿Si?.- ella asintió y devolvió el beso. Cerré la puerta y me dirigí hacia la terraza con mi café en manos. Vivir en un penthouse es grandioso, ya que tenías una hermosa vista de toda la ciudad. Realmente yo no vivía con Manuela, casi casi pareciera que vivíamos juntas pero no, había veces que me quedaba días o una semana con ella, pero nada fuera de otro mundo.