VI.Comprenderte [parte 1]

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¿A alguien le habrá pasado alguna vez, que es incapaz de saber qué es lo que está sintiendo? Parece ser algo obvio, algo de lo que te das cuenta en un momento inmediato, no obstante, cuando hay inexperiencia, se vuelve algo imposible de descifrar.

—Concéntrate— escuchó que alguien le decía, mas tuvo que parpadear un par de veces y mirar a su alrededor para entender qué ocurría. —¿Cómo planeas aprender algo si estás en las nubes todo el tiempo?

Ya lo recordaba, se habían escapado de Bucciarati para poder estudiar en lugar de encargarse de aquellos asuntos en los que se metía por ayudar a ancianas que recurrían a él, estaban en una sesión de ¿literatura? Sí, eso parecía, puesto que creyó ver por ahí "El Quijote de la Mancha", aunque eso podría ser bien el libro que Fugo llevaba consigo, él siempre llevaba algo para leer.

Fugo, Fugo Pannacotta, ¿por qué aquel nombre se le hacía tan bonito? Sonaba bien, y le gustaba comer pannacotta de postre, era curioso que Fugo tuviera el apellido de aquel postre, aunque no tanto si se ponía a pensar en que su propio nombre tenía su origen en el nombre de una fruta.

—Narancia— escuchó su nombre y volvió a mirar al rubio.

—¿Huh?

¿Cuándo había comenzado a divagar otra vez? No tenía idea; sólo sabía que los ojos de Fugo eran muy bonitos, y que la forma en que sus cejas se fruncían era curiosa, así como la mueca que comenzaba a hacer, ¿era tan raro que no se asustara cuando Fugo parecía estar a punto de cometer un asesinato? ¡Si hasta le parecía lindo!

—¿¡A caso piensas prestarme atención, maldito vago de mierda!?— okay, se retira lo dicho, Fugo era un imbécil, aquel libro en su cabeza le había devuelto a la realidad.

—¿¡A caso piensas dejar de decirme vago de mierda!?— como acto reflejo, el azabache ya tenía su navaja en mano.

—¡Quizá si dejaras de divagar! ¿¡De qué sirve intentar enseñarte si ni si quiera prestas atención!?

Fugo tenía razón en aquel punto, el azabache estaba en las nubes, y por mucho que había intentado llamar su atención este no respondía; jamás le había gustado llegar a los golpes, pero era algo que le costaba de sobremanera controlar, sin mencionar que no había dejado de mirarlo tan atentamente que le ponía nervioso, ¿tenía algo en la cara? Lo dudaba, iba siempre muy aseado y se preocupaba de su apariencia (aunque no tanto como Abbacchio, claro está), pero los constantes ojos violáceos que Narancia tenía sobre él, le hacía sentir extraño, aunque la mirada que el moreno le estaba dirigiendo en aquel momento le desconcertó, y aún más cuando el susodicho bajó la navaja con aspecto pensativo.

—Tienes razón Fugo, lo siento— ¿qué? ¿Él se encontraba bien? Porque el rubio seguía sin entender absolutamente nada. —Intentaré hacerlo otra vez— y dicho aquello, la navaja fue guardada y el cuaderno de apuntes volvió a ser el foco de atención del mayor.

Pannacotta sentía estarse volviendo loco, no tenía la más mínima idea de lo que por la cabeza de Narancia pasaba, y esos cambios tan bruscos le inquietaban de muchas formas, no entendía por qué le miraba tanto, ni mucho menos por qué guardaba tanto silencio estando junto a él, cuando con otras personas era un chico infantil que se divertía todo el tiempo; Ghirga por su parte, sentía que era un idiota, y que el rubio estaba incómodo en su cercanía, cada vez que le decía un cumplido, el menor parecía no creerle, y si alguien insinuaba que ambos estaban saliendo, Fugo parecía demasiado cortés para decir algo que dañara el orgullo de Narancia, el moreno ya no sabía como interpretar el carácter del contrario, y eso, por algún motivo, no le gustaba.

No pasó mucho tiempo para que la situación se volviera algo tensa, un silencio sepulcral se estableció entre ambos, aunque no era del todo malo, puesto que estaban concentrados en las tareas que el ojivioleta debía realizar, y no fue hasta que el sonido del timbre llegó hasta sus oídos, que se desconcentraron de sus quehaceres, se miraron extrañados, Bucciarati tenía llaves de aquel departamento, puesto que era el suyo, no había motivo alguno para que tocasen el timbre si es que él y Abbacchio habían vuelto.

Hanahaki... ¿otra vez? - [Fugo x Narancia, Jojo's VA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora