Actualidad (II).

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—P-pense que no estabas saliendo con ella.

—Creo....que olvide mencionarlo.

Quería golpearlo, y ahora no precisamente jugando, el maldito animal que tenía enfrente no me había mencionado nada.
No era que me molestara tanto, sino que habíamos hablado antes de este tipo de situaciones.

—Eres un idiota— lo mire con desaprobación, pero él no me miró, apagó la llama y dejó la espátula a un lado.

—Lo sé.

Okey....estaba más raro de lo normal. Siempre que lo llegaba a insultar me miraba divertido y decía que yo lo era más o en todo caso solía darme un pequeño golpe con su típico: "eres joven para decirme esas cosas".

—Erick.

—¿Huum?

—Mirame.

—Nope, estás muy fea— dijo en tono divertido, pero yo no encontré gracia, tenía que averiguar qué mierda le pasaba.

—Habla ya, has estado demasiado raro.

Me miró y me sorprendí, tenía los ojos aguados, como si estuviese a punto de llorar.
Sé acercó a mí y rodeo mi cintura con sus brazos, apoyo su cabeza en mi hombro y aspiró fuerte, como si mi olor fuese a desaparecer de su memoria.

—Hay muchas cosas que no te he dicho desde hace un tiempo Clara.

—Entonces deberías empezar a hablar.

Quise separarme del abrazo, pero sus estúpidos brazos no me dejaban moverme, quería verlo a los ojos y que hablara por fin de todo aquello que el decía haberme ocultado.

—Tu sabes que no he venido contigo desde hace un tiempo.

—Deja las cosas obvias de lado y ve al grano.

—Lo mío con Rosie va en serio Clara.

Y ahí es donde sentí una vez más el golpe de la realidad.
Como pude me separé de su abrazo, el solo dejó caer sus manos y su mirada estaba perdida en el suelo de mi departamento como si fuese lo más interesante ahora.

—¿Por que no lo habías mencionado?

—E-esto pasó sin pensar Clara, yo de verdad estaba esforzándome por dejar atrás toda esta mierda que tenemos y seguir con mi vida.

—Pues debiste hacerlo—empezaba a enojarme, y sabía que esto no terminaría bien si ambos comenzabamos a discutir, y no, esto no sería como el típico cliché de "se pelean, se dicen te amo y se arreglan cogiendo", no, cuando esto pasaba desaparecimos de la vida del otro por un buen tiempo.

—Joder Clara ¡Me voy a casar con ella y aquí estoy contigo discutiendo sobre mi vida!

Y ahí, justo en ese momento, es donde pensé que no podía ser más idiota.

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