Un rencuentro no tan agradable

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Jacob seguía corriendo, con el cosquilleo en sus manos que poco a poco se iba esparciendo por sus brazos y su rostro.

A lo lejos el muchacho visualizó un callejón oscuro entre dos grandes edificios, bingo, ahí podría calmar lo que sea que diario le pasaba cuando estaba enojado o asustado.

Se deslizó por el callejón se recargó en una pared y dejó caer su cuerpo hasta tener su cabeza recargada en sus rodillas siendo protegida por sus brazos.

Jacob estaba cansado, hambriento, dolido, enojado y cansado.

Aun no podía creer lo que su ex novia había dicho de él, y menos cuando ella pensaba que estaba muerto, lágrimas de rabia cayeron por su rostro, y más escalofríos y cosquilleos se esparcieron por su cuerpo. En sus ojos. Calambres se desataron por ellos.

 Por un momento su vista se había nublado, ido, para volver con una mejoría que perturbó a Jacob mucho más. Jamás le había pasado esto, los cosquilleos no llegaban a tal grado de quitarle la vista y devolvérsela con una especie visión nocturna incluida.

Dolor, una punzada de dolor atravesó los antebrazos del rubio hasta llegar a sus uñas, uñas que, parar terror de Jacob se agrandaron, desgarraron la carne que estorbaba , se volvieron más gruesas y largas y adquirieron un tinte dorado manchado por sangre.

EL joven hubiera perdido el conocimiento de la impresión y dolor sino hubiera sido por el grito de alguien, una voz terriblemente familiar para él.

El joven se levantó una vez más del suelo y se tambaleo hasta llegar al final del callejón.

Por un momento la luz del sol encandiló su nueva y mejorada visión pero cuando fue capaz de ver otra vez, la escena que presenció lo dejó congelado.

Había una chica de cabellos negros tirada en el suelo, tratando de retroceder arrastrándose mientras presionaba su brazo izquierdo con su mano derecha, en un vano intento de detener la hemorragia de una profunda herida.

Un proyecto de ciencias destrozado a unos metros de ella y justo en frente una mujer, si es que así se le podía llamar, se alzaba ante la chica.

La bestia de apariencia femenina llevaba un vestido negro de tirante demasiado pegado a su cuerpo dejando ver su esquelética figura. Jacob estaba seguro que si se atrevía a meter un dedo entre las costillas de aquella mujer, éste la atravesaría sin ningún problema.

Su piel pálida y manchada, su rostro arrugado, deformado con dos largos gruesos y espeluznantes colmillos ( que parecían más tenazas de cangrejo que otra cosa) y para rematar unas enormes alas de murciélago agujereadas de un tono café oscuro y rojizo.

-¡aléjate de mí!-gritó con desesperación la chica, su voz, para Jacob seguía siendo tan familiar pero no podía recordar en donde la había oído o de quien era.

-el gran señor me dará una buena recompensa al llevarle tu cabeza, maldita exiliada- siseo la horrenda mujer. La chica jadeo al escuchar el destino que le deparaba.

-¡no lo entiendo!-chilló la pelinegra al borde de las lágrimas.

Jacob no lo soportó más, no solo quería ayudarla si no que ese misterioso instinto le dictaba que estaba bien que la protegiera.

 Salió de su escondite.

Rugió, como un el sonido del trueno en una tormenta eléctrica.

Y aunque el chico estuviera asustado dejó que el instinto que hace tiempo lo aquejaba durante ésta ocasión decidió dejarse llevar por el.

Corrió en diagonal, para después apoyar con gran agilidad las suelas de sus tenis sobre la pared de ladrillo de aquella callejuela colindante al callejón en donde se encontraba oculto segundos atrás.

Se impulsó, saltó al ataque, inconscientemente sabía lo que estaba haciendo, elevó su mano a la altura de su cabeza para después bajarla en un rápido zarpazo que dio de lleno en el pecho de la monstruosa mujer. Chilló con fuerza y como respuesta enterró sus filosas garras en el hombro del Joven rubio, Jacob gruñó, no solamente por el dolor de aquellas uñas enterradas sino también por el dolor que sintió en sus tímpanos.

En un arrebato de pura furia animal se quitó de encima la mano enterrada en su hombro con un rápido ademan, para después retroceder unos cuantos pasos y volver al ataque, volvió a levantar su mano y eta vez no rasgó el pecho. Sus garras se encontraron con la yugular, atravesándola a lo largo por completo, en un movimiento rápido y firme.

-Drakon- logró decir la mujer-pensaba que se habían ido- cayó al concreto antes de que Jacob siquiera pudiera preguntar a qué se refería.

La mujer en un parpadeo se volvió polvo negro, del mismo tono que era su sangre, o lo que podría considerarse su sangre.

La mente de Jacob estaba congelada, aunque esa mujer fuera un monstruo aun así no podía dejar de sentir algo de culpa, algo, no completamente, y eso lo preocupaba, el instinto que poco a poco lo estaba poseyendo, le estaba quitando esa capacidad, un jadeo lo hizo volver a la realidad junto con una sarta de maldiciones de aquella voz femenina. Giró sobre sus pies.

Su corazón se paralizó y juró para sí mismo que sus ojos casi se salían de sus órbitas.

Aquellos ojos azul verdoso que cambiaban como el mar.

-McLean- logró articular la chica antes de caer desmayada.

Para mala suerte de Jacob el también sentía que en poco tiempo iba a tener el mismo destino de la joven de ojos azules.

E hizo una locura, par opinión de él, se acercó a la muchacha inconsciente y la tomó en brazos para llevarla al departamento, no quería que nadie lo encontraran con una chica sangrante y su ropa llena se aquel líquido viscoso negro.

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hola lectores.... sip he subido dos capítulos de golpe muchos se preguntaran el por que 

y la verdad es que fue gracias a mi casi descompuesta computadora que no se conecta a Internet cada vez que prende, si no mas bien cuando se le da la gana, por esa misma razón decidí subir hoy los dos capítulos por la suerte de tener Internet.....

¡agradezcan todos a que san google hizo acto de presencia!

en serio espero que estos dos capítulos les hayan gustado.

y los que ya había leído la versión pasada ¿que opinan de esta nueva versión?

¿les gusta el nuevo Jacob? Ania no a cambiado mucho créanme (sigue siendo igual de gritona)

no olviden comentar y votar 

¡gracias a todos nos vemos leemos el viernes!(si es que se puede)

att: Modluna

Jacob Mclean. [HEREDEROS PERDIDOS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora