Me prepare para ir a la firma, mientras estaba haciéndome el pelo mi móvil sonó.
-Dígame.
- ¿Daniel Oviedo?
-Otra gemelier, buff.
-¡No soy otra gemelier, soy Xenia so tonto!
-¡Xenia! –dije yo entusiasmado.
-La misma. –dijo riendo.
-Ya me ha contado Jesús.
-Pues él no lo sabe todo. –dijo ella bajando un poco el tono de voz.
-¿Qué pasa? –pregunte.
-Estoy llegando a Mairena y no me quedo solo en vacaciones, nos mudamos.
-¡Hostia! –dije
-¡Esa boca! –dijo ella al otro lado.
-Ya verás cómo se va a poner Jesús.
-¿Por?
-Pues por que sois algo más que mejores amigos.
-¿Oye tu no tenias una firma?
-Hostia es verdad, me voy, pero no se me olvida ya hablaremos. –dije y termine con la llamada.
(PDV MARTINA)
Después de hablar con Dani me fui a darme una ducha y me puse
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Con mis converse blancas, me hice una coleta alta y me maquille lo básico, raya y rímel.
Decidí salir un rato, al encontrarme en la calle vi a Dani con un chico igual que él, y como no hace falta ser muy lista pues supuse que sería su gemelo.
-¡Lerdo! –le grite a Dani.
-¡Enana! –dijo él, mientras me acercaba.
-Hola. –le dije a su gemelo.
-¿Esta es la famosa vecina de la que tanto hablas?
-Con que hablando de mí. –dije yo mirando a Dani.
-No, esta no es, es la otra vecina. –dijo él restándole importancia.
-¿De cuál, la mujer mayor o la acosadora? –el gemelo de Dani y yo empezamos a reir.
-¿Cómo te llamas? –le pregunte al chico.
-Jesús y tu Martina. –dijo guiñándome un ojo.
-Efectivamente. –dije guiñándole un ojo.
-¡Petarda! –oí la voz de mi mellizo.
-¡So memo! –le conteste yo girándome.
-Hola. –dijo saludando a los gemelos. -¿A cuál tengo que pegar por haber pasado la noche contigo? –pregunto refiriéndose a los gemelos.
-No seas capullo. –dije pegándole un suave golpe en el hombro.
-¡Auch! –dijo quejándose. –Bueno, ¿Quién de los dos ha estado con ella? –dijo mirando a los gemelos.
-Él. –dijo Jesús señalando a Dani.
-Me veo obligado a… -dijo mi hermano a lo que yo lo pare.
-A presentarte y ser un pelín más majo con mis amigos, por qué sino me veré obligada a freírte a hostias. –dije sonriendo.
-Vale, vale, tampoco me mates. –dijo levantando las manos. – Me llamo Lucas, y soy el mellizo de esta preciosidad. –dijo señalándome.