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YuGyeom volvió a ver su rostro en el espejo.
Perfecto, hoy se veía, incluso, más demacrado que el día anterior

— Feliz cumpleaños a mí. — suspiró rodando los ojos y revolviendo su cabello.

La noche anterior ________ había sido en extremo puntual para desearle un feliz cumpleaños. Aquello lo seguía desconcertando de cierta forma, pero no tenía tiempo para dedicárselo a ella.

Esta vez se había levantado casi una hora antes de lo normal, solo para asegurarse de llegar temprano. Realmente no quería pasar tiempo de más en la práctica solo porque había llegado tarde.
Así que, juntó todos sus esfuerzos y dejó su vivienda rápidamente.
A pesar de encontrarse -por el momento- todo a su favor, Kim no dejaba de repetir en su cabeza lo malo que sería ese día. No podía evitar revivir una y otra vez sus memorias de los años anteriores; era un misterio, pero siempre había sido igual.

Si no hubiese sido porque YuGyeom ya había previsto cualquier tipo de obstrucción en su camino, el accidente que desvió su ruta cerrando calles le hubiese costado horas extra de práctica.
Sin embargo, solo había llegado con tres minutos de retraso.

...Bastante bien.

En cuanto llegó al entrenamiento, todo el equipo lo recibió con débiles golpes en los hombros y sacudidas de cabello. Risas, sonrisas, y saludos era todo lo que recibía el chico.
Fue en el momento en que Kunpimook decidió dar el inicio oficial a la práctica cuando toda la comodidad de Kim se acabó.
Era como si su cuerpo estuviese jugando por primera vez un partido. Sus lanzamientos iban de mal en peor y sus reflejos parecían obsoletos.

Se dirigía a recuperar el balón que no pudo atrapar, cuando escuchó la voz de su mejor amigo.

— ¡Yug...!

Y entonces sintió el impacto de un pase en su cabeza.
Cerró los ojos, algo irritado, y suspiró tomando el balón.

— Va a ser un día largo...




_________ había llegado minutos antes de que Kim Yu Gyeom ingresase en la institución. La chica no pudo evitar fijarse en lo apresurado de sus pasos. Y a la vez, pudo notar como una nube negra parecía seguir al chico a centímetros de su cabeza.

Sin nada que hacer realmente al respecto -ni motivos por los cuales mostrar interés- se dirigió a su clase.
Tomó asiento, acomodó sus cosas, y vio ingresar a una mujer que jamás había visto antes.
Con una mirada indiferente se fijó en ella y relamió sus labios. La mujer se presentó como la suplente temporal del profesor.

— Solo estaré esta semana con ustedes — aclaró — Sin embargo, si prefieren irse de la clase en este momento no será registrado de forma negativa. La clase de hoy...

"La clase de hoy no está preparada." ________ rodó los ojos al completar ella misma la frase y se apoyó en su codo, viendo a la mujer de manera incompetente.

Pasó casi media hora hasta que decidió que era mejor dejar el lugar.
En su defensa, ella le dio la oportunidad.

Cuando se dirigía a la salida del lugar, no pudo evitar que su vista se dirigiese al campo de entrenamiento.
Entrecerró los ojos para verificar que lo que veía no era un chiste o una ilusión; Kim Yu Gyeom estaba errando todos sus tiros.
Pestañeó repetidas veces y, cuando vio al chico recibir dos balonazos a la vez, decidió continuar su camino de regreso a su apartamento.

Eran las 20:00h en punto, y _________ se hallaba en la tranquilidad de su sala. Lo único en tranquilidad era su sala, de hecho. La chica se hallaba resolviendo su propio dilema interno sobre si debería ir o no a la fiesta que Bhuwakul le estaba preparando a su Objetivo.
La fiesta era al día siguiente, y no sabía realmente qué debería hacer... Su naturaleza le decía que fuese; era el mejor momento para aprovechar acercarse al muchacho y cumplir su plan. Pero otra parte de ella parecía frenarla.
Para su suerte, unos golpes en su entrada le hicieron despabilar justo en el momento que comenzaba a irritarse con ella misma. Se levantó del sillón y fue hasta su puerta.

Se sorprendió cuando vio frente a ella el rostro de, nada más ni nada menos que, Kim Yu Gyeom.
Su cara estaba totalmente inexpresiva, a excepción de sus ojos, que mostraban un hartazgo y cansancio como ningún otro.
_________ se apoyó en la puerta y decidió no hacer pregunta alguna al respecto.
El chico tomó aire y suspiró inmóvil.

— Mis llaves quedaron dentro de mi apartamento.

_________ Tuan mordió su lengua disimuladamente para no reírse del muchacho. Un silencio se formó entre ellos y luego la chica se hizo hacia un lado.

— Adelante.

Kim Yu Gyeom cruzó la entrada y atravesó la sala sin mayor interés a su alrededor.

— Deberías cambiar tu mentalidad. — la voz de ella volvió a hacerse presente justo cuando Kim se hallaba frente al agujero.

— ¿Qué? — el muchacho entrecerró sus ojos.

Nuevamente se formó un pequeño silencio entre ellos, así que aprovechó de cruzar la pared.

_________ se plantó frente al pasadizo entre ellos y se cruzó de brazos. Allí vio perfectamente como Kim se quitaba su camisa descaradamente y cambiaba su prenda por una que estaba sobre el sillón de su sala.
_________ estaba demasiado interesada en sus palabras como para desconcentrarse con una espalda.
Una perfecta y trabajada espalda.

— Tu mal día lo creas tú mismo. — aseguró entonces — Puedo asegurar que te levantaste hoy pensando el horrible día que tendrías. Te despertaste predispuesto a tener un mal día.

— ¿Ah, sí? — escuchó el tono irónico de Yu Gyeom como respuesta.

Al ver que el chico no le creía, _________ esperó a que acabase de cambiar su ropa. Entonces le tomó el brazo con firmeza y lo hizo atravesar nuevamente la pared, comenzando a caminar hasta sacarlo de su apartamento.

Cliché » Kim YugyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora