Capítulo Diez

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Décimo Capítulo: Sorpresa.

Effie LeBlanc

—¿Cuál quieres escoger? —Pregunta el acosador de mala gana sujetando dos sudaderas, una en cada mano.

Volteo mi mirada hacia él igualmente molesta. —La de color negro.

Procedo a ponermela de mala gana y me miro en el espejo.

Me queda enorme.

Él ríe atrás mío. —Tienes nuevo vestido.

Ruedo los ojos.
¿Tengo que reírme?

Mi única opción fue ponerme su ropa.

—Necesito buscar mi bolso. —Insisto nuevamente.

Él rueda los ojos y suspira mientras pone las manos en su cadera molesto. —¿Revisaste en el living?

Yo niego con la cabeza.

El acosador rueda los ojos como si estuviera decepcionado. Agarra mi muñeca y tira suavemente de ella para salir de la habitación.

Apunto de bajar las escaleras vemos a Sophia subiéndolas mientras se rasca los ojos.

Paramos de golpe y puedo ver que él frunce su entrecejo. —¿Pasó algo? —pregunta preocupado y va hacia donde ella. —Es tarde, ¿por qué estás despierta?

Sophia lo mira con los ojos entrecerrados y algo molesta. —¿Qué estaban haciendo en la terraza?

Blaz me mira y yo a él.
No puedo evitar reír un poco, me tapo la boca para que Sophia no lo note.

—¿Por qué preguntas? —Habla él.

—Estabas encima de Effie en la mesa.

No puede ser.

Una enorme risa sale de mi boca y el acosador tampoco puede evitar reír.

Sophia nos mira confundida. —¿De qué se ríen?

—¿Por qué nos espías? —Pregunta él aún entre risas.

—No los espío. Sólo fui a ver lo que estaban haciendo. —Se excusa. —Además ¿Por qué estás sin camiseta? —Mira a Blaz.

Él sonríe mientras aún se ríe un poco. —Porque puedo.

Sophia me mira a mí y me apunta con su dedo. —Esa sudadera es de mi hermano.

El manipulador niega con la cabeza y toma a Sophia en brazos. —Hora de ir a la cama.

Pasan por mi lado y Sophia algo resignada se despide con la mano. —Adiós, Effie.

Yo sonrío. —¡Adiós!

Pequeña niña ingenua.

¡Ups!

Evan entra a una habitación que estaba en el pasillo.

Decido esperarlo y no puedo evitar recordar lo que hicimos hace un rato.

Que estupidez.

¿En qué estaba pensando?
No puedo creerlo.
Lo peor de todo es que... yo empecé.
¿Ahora quién está más demente?

Juro que esta es mi segunda y última vez que hago algo como eso con él.

Veo como la luz de la habitación en donde se metió el acosador se apaga seguido de que él salga.

Sale mientras me mira serio. —¿Tienes alergia en la cara?

—¿Qué? —Llevo mis manos a mis mejillas y puedo sentirlas algo calientes.

Tuya a la fuerza. © #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora