Capítulo Siete

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Séptimo capítulo: Desmayo.

Evan Blaz.

—Abuelo, la verdad no lo sé.

—¿Qué es lo que no sabes? —Su tono enfadado me dice todo.

—No sé que hacer ahora.

—¿Cómo dices, Evan Barclay? —Se levanta de su asiento y se saca sus anteojos. —Debes ser un exitoso empresario como tu padre lo fue en algún momento.

Suelto una risa seca. —¿En algún momento, abuelo? ¿Hablas enserio? —Me levanto. —Sigue siendo exitoso, pero si no hubiera sido por esa maldi...

—Por eso tú tienes que ayudarlo. —Me interrumpe. —Tu padre ya te aconsejó todo lo que puede y tú sabes que eres capaz. —Me apunta con sus anteojos.

—Abuelo, eso estoy haciendo —Toco mi cabello desesperado.

—Pues no veo resultados aún, Barclay. —Me llama por mi segundo nombre mientras alza la voz. —Maldita sea. —Golpea la mesa que hay frente a él.

Me quedo en silencio por un momento, meditando si decir o no lo que tengo en mente.

Es mi abuelo, debería saberlo.

Suspiro para tomar fuerzas. —Quiero casarme por dinero. —Suelto.

Mi abuelo abre los ojos sorprendido, pero frunce los labios en busca de alguna respuesta. —Evan...

—Nada me detendrá. —Sigo.

Él baja la mirada mientras está apoyado en la mesa. —Simplemente hay que darlo todo por la familia.

De pronto suena el timbre indicándole a mi abuelo que tiene que ir a hablar con el director.

—Yo sólo quiero salvar a mi familia, abuelo. —Digo antes de que se marche. —Haré lo que sea necesario.

Mi abuelo sólo abre la puerta principal y se marcha sin decir otra palabra.

Me quedo pensando unos minutos apoyado en la pared.

Siento la necesidad de salir de la oficina de mi abuelo e ir a recorrer lo que antes era mi colegio, los estudiantes a esta hora entran en sus aulas para ir a clases.

Mientras camino veo que algunas personas me miran de una forma extraña o emocionada. ¿Acaso me recuerdan?

Que imbéciles.

Cuando por fin todo se queda en silencio, ningún idiota hablando de chismes o de amores que por experiencia propia duran apenas un par de semanas.

De la nada escucho unos pasos algo lejanos, levanto la mirada y la veo a ella. ¿Qué está haciendo en los pasillos?
Veo como se tambalea y camina de una forma extraña.

Empiezo a trotar hacia su dirección.
Pero de la nada se queda parada y agarra fuertemente su cabeza. ¿Qué le ocurre?

Empiezo a correr velozmente hacia donde está ella. — ¡Effie! —Grito.

Veo como su cuerpo cae al piso antes de que yo alcance a llegar.

Me agacho rápidamente.
—¿Effie? —La zarandeo suavemente y no ocurre nada.

La tomo en brazos y voy hacia la enfermería que estaba a tan solo unos metros de distancia.
Al llegar, la enfermera me mira sorprendida mientras se levanta de su asiento.

—¿Qué le pasó?

—Se desmayó o algo, sólo vi cuando cayó al piso y la traje lo antes posible.

Veo una camilla y la dejo ahí.
El ayudante de la enfermera empieza a tomarle la presión.

Yo no me muevo de su lado.

—Llamaremos a sus padres para informales que la llevaremos a la clínica. —Me informa. —¿Sabes cuál es su nombre y apellido? —Pregunta.

Sé hasta en la clínica que nació.

—Effie Jennel LeBlanc.—Respondo.

Oh dios, sí que soy alguien muy raro.
Supongo que valdrá la pena.

—Bien, ¿tu nombre cuál es?

—Evan Barclay Blaz, pero no estudio aquí.

Ella me mira raro por unos segundos. —¿De dónde eres?

—Soy un amigo de ella, nieto del dueño del colegio, fue una coincidencia haberla encontrado.

Ella se sorprende un poco al escucharme y escribe en su computadora velozmente seguido de llamar a quien creo que son sus padres.

El enfermero aún está revisando a Effie.

La enfermera después de un rato con el teléfono en el oído habla. —Buenos días, señor LeBlanc. Llamo desde el colegio privado New Gold por la estudiante Effie Jennel LeBlanc. —Se queda escuchando el teléfono un momento y responde. —Necesito su autorización lo antes posible, Effie se acaba de desmayar y necesitamos verificar la causa o ver que el golpe que se ha dado al caer no haya sido de extrema gravedad. —Informa. —Su amigo Evan Barclay, nieto del dueño del colegio la ha traído. —Ella se queda escuchando nuevamente y asiente un par de veces.

Miro de nuevo a Effie y ahora están preparándola para que vaya a la Clínica.

Escucho nuevamente la voz de la enfermera. —Si tiene inconvenientes para venir, necesito su autorización para derivarla hacia la clínica. —Ella toma un lápiz y anota en una hoja lo que parecen ser los datos de Effie y la autorización de su padre. —Muchas gracias, señor LeBlanc. Pero por política del colegio es necesario que un adulto autorizado por usted la acompañe. —Ella de nuevo asiente aunque nadie la esté viendo a través del teléfono. —Disculpe, Evan. —Me mira. —¿Cuál es tu edad?

Me parece algo rara su pregunta pero aún así la respondo. —Diecinueve años.

—El señor LeBlanc lo autoriza a acompañar a Effie, ¿usted podría hacerlo?

Yo asiento inmediatamente, algo sorprendido. —Por supuesto.

Ella se dirige nuevamente hacia el teléfono.—Señor LeBlanc, él aceptó. Anotaré sus datos y le informaremos si ocurre algo de gravedad. Que tenga una buena tarde. —Corta la llamada.

Yo le doy todos mis datos y la enfermera llama a la ambulancia.

Me quedo con Effie en una sala aparte, analizando cada detalle de ella mientras siento ansiedad.

¿Tienen que pasarle estas cosas a ella?

(...)

—Bien, señor Blaz. —Me habla la enfermera de la clínica. —El doctor ya nos dio el informe sobre lo que le ocurre a la paciente, no es algo grave y el golpe no ha afectado en nada. —Siento un alivio. —Todo indica que ha sido un virus la causa del desmayo, pero sólo tiene que reposar en casa con medicamentos. —Me informa. —Ahora queda esperar a que despierte. Si despierta y no hay ningún profesional cerca, tiene que quedarse con ella y calmarla, hay cámaras aquí pero sólo son visuales, no podemos escuchar lo que hablan, sólo ver lo que hacen. Aún así estaremos vigilándola continuamente por si ocurre algo.

Puf.

—Entiendo, muchas gracias. —Agradezco y ella desaparece por la puerta.

Miro a Effie y me acerco. —Niña... —Hablo bajo. —¿Tanta mala suerte tienes?

(...)

Holis, ¡ojalá les haya gustado el capítulo!

Au Revoir. ❤

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Tuya a la fuerza. © #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora